Fyre Festival: El problema de los Influencers y la publicidad engañosa

Fyre Festival: El problema de los Influencers y la publicidad engañosa

Mercadotecnia y Publicidad

Aldo Israel Villegas Hernández                                                        13/oct/21

Con la llegada de las redes sociales y la masividad de su alcance, las empresas, optaron por emplear sus recursos para recabar actores, celebridades deportivas o lideres de opinión que hablarán bien de sus marcas, proyectos o productos en general. Si bien, esto no es nada nuevo ni propio del espacio digital, sí formó un precedente para una relación sin precedentes; lograr que ciertos individuos sin carrera actoral, deportiva o empresarial pudiesen convertirse en focos de opinión, que con solo mostrar su rostro y emitir pocas palabras alentarán a miles de usuarios a comprar o hablar de un producto en específico.

Estos individuos son conocidos en la red como Influencers y uno de sus tantos propósitos en la red es el de promocionar algún producto o afectar la probabilidad de compra de este^[1]. No obstante, otros usuarios consideran que es un termino muy vago, pues del anglicismo del que parte este término, es influyente, y para algunos cualesquiera usuarios en la red puede serlo con la base adecuada.

 El debate continúa, es verdad, pero algo que no se puede evitar es que los actores, modelos, cantantes, empresarios y demás pueden ser estos entes influyentes con mayor facilidad de lo que un usuario común y corriente pueda alcanzar a ser. Con esto no quiere decir que la conceptualización del término acabe ahí, pues otra noción de este se refiere a ser una Celebridad de Internet, es decir, un usuario que se ha hecho famoso a través de algún video o publicación principalmente a través de las redes sociales.

Aún con esto, los Influencers no solo pueden ser celebridades, sino que con el pasar del tiempo estos también se han decantado por lideres de opinión locales, activistas, divulgadores científicos e incluso políticos de todo el mundo. Es por eso que esclarecer el término y cimentarlo es tan difícil, sin embargo, si en algo están de acuerdo todos es en la etimología de la palabra es la acción o capacidad del individuo para influir en algo o alguien^[2].

Como se ha observado en algunas sesiones del programa de Mercadotecnia y Publicidad, es posible comprender la labor del consumidor como individuo al cuál estos actores de la internet buscan influir, un ejemplo pueda ser a través del turismo; en regiones como México o en paraísos tropicales, el poder de las redes sociales puede fungir como una ayuda para atraer a la población a que disfruten unas vacaciones en hoteles cerca de ríos o la playa principalmente; en medios previos a la digitalización se lograba esta atracción a través de la captura en audio y video de los lugares a visitar.

Ahora con el alcance masivo de las redes sociales (como Instagram, por ejemplo) es posible observar que las experiencias de quienes tienen miles o millones de seguidores en lugares paradisiacos tienen mayor posibilidad atrapar a los usuarios para que visiten y apoyen el turismo ya sea estatal o privado de quien promociona.

Con esto planteado ahora será posible explorar el caso de Fyre Festival el cual fue abordado a modo de documental en Netflix bajo el nombre Fyre: The Greatest Party That Never Happened [Fyre: La fiesta más exclusiva que nunca sucedió] en dónde se expone las razones del fraude millonario cometido por Billy McFarland a través de su evento privado en las Bahamas.

No obstante, para efectos y relación del ensayo, será centrado en el papel que tuvieron los Influencers en la promoción del Fyre Festival y los alcances de su publicidad y en el debate existente sobre la responsabilidad que estas celebridades de las redes sociales tienen con respecto a su público.

En primer lugar, se observa como Billy McFarland (el principal autor del evento) y su amigo el rapero Ja Rule planearon organizar un evento musical y de fiesta en una isla comprada por Billy en las Bahamas; para crear la publicidad del evento fueron contratadas agencias como FuckJerry los cuales serían encargados de las redes sociales del evento, así como desarrolladores de páginas web que crearán un sitio en donde se pondrían en venta los lugares y anunciarán el evento.

 Como parte de la estrategia de publicidad de emplearon a supermodelos las cuales fueron grabadas en las playas de las Bahamas; los encargados del evento y otros miembros del staff, así como invitados organizaron una fiesta para alrededor de 60 personas con yates, jet sky, entre otros lujos como comida y bebida las 24 hrs.

Todo esto fue documentado y funcionó como material para la promoción del evento a través de redes sociales; aquí es donde se comprende el factor que fungieron ciertos Influencers como las supermodelos, las cuales a través de sus cuentas de Instagram subieron fotos de como se la habían pasado en las playas de las Bahamas, así como un post en color naranja junto a la etiqueta correspondiente al evento del Fyre Festival.

De la misma forma se comenta en el documental que se le entregaron doscientos cincuenta mil dólares a Kylie Jenner solamente por publicar el video promocional del festival en su cuenta de Instagram. Así mismo se invitaron a decenas de reconocidos Influencers con la promesa de un Chalé privado solamente por esparcir en sus redes la promoción del Fyre Festival.

Los Influencers jugaron un papel crucial en la masividad del evento, pues no fue necesaria la búsqueda de racionalidad que pudiese inspirar Billy, quien de soporte solamente tenía un logro de un club en Nueva York, pero nada de festivales musicales. Así que como se comenta, las celebridades de internet, así como las modelos y en un pequeño lugar medios de internet, fungieron como los principales esparcidores de la información y por tanto atrapando así con su confianza y carisma a múltiples consumidores.

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