Gasolineras Puerto Rico

El proceso de transacción en las gasolineras ya sea en efectivo, tarjeta de crédito o ATH es un problema social y económico el cual se dio a conocer en la isla. El problema principal lo fue que las instituciones bancarias le estaban cobrando una tarifa cada vez más alta al procesar transacciones de tarjeta, lo que lleva a los comerciantes a pasarle esos costos al consumidor. He aquí el dilema primordial sobre si es o no una conducta correcta o incorrecta. Podemos comenzar mencionando el hecho de que en el año 2010 el gobierno federal aprobó el “Dodd-Frank Wall Street Reform and Consumer Protection Act”, ley que específicamente prohíbe los cargos por el uso de tarjetas. La orden 2011-009 del DACO establece que el detallista no puede cobrar cargos adicionales por uso de tarjetas en las transacciones, como se mencionó anteriormente, pero si tiene la opción de requerir un mínimo de hasta diez dólares para entonces poder cubrir los gastos. Adicional a esto el DACO permite también que el detallista ofrezca descuentos en los precios de la gasolina en caso de que el pago sea en efectivo. Claro está que es a disposición del comerciante.

Clara ya las reglas del juego, la disputa aquí se da cuando en realidad los comerciantes cobraban la gasolina a precio regular en efectivo y con cargos adicionales si era tarjeta. O sea no daban descuentos si era efectivo y la cobraban más cara si utilizabas tarjeta.

Ya todas las fichas colocadas, entonces pasamos a un análisis en cuanto al problema moral. Sabiendo que la moralidad son los estándares entre lo que es correcto o incorrecto, se podría decir que no era la mejor conducta a seguir la que estaban llevando a cabo los comerciantes. Las leyes están hechas para lograr un orden y equilibrio y que exista justicia, en este caso para que los comerciantes ni los consumidores salgan perdiendo. Cuando el comerciante se aprovecha de la ventaja de la tergiversación de la ley y la utiliza contra sus consumidores he aquí una falta de ética.

Creando un efecto dominó comenzamos con las instituciones bancarias que son las primeras responsables al alzar cada vez más los costos a los comerciantes por las transacciones de tarjetas. Creando un motivo que estimula o aporta a que los mismos encuentren una manera de no tener pérdidas. He aquí donde las organizaciones en este caso las gasolineras toman la tergiversación de la ley para asumir conductas que no son las más éticas, el alza de precios a transacciones con tarjeta en este caso. En cuanto al aspecto individual en este escenario ya recae en si el comerciante de “X” gasolinera decide jugar por las reglas o asumir la posición de los demás comerciantes.

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