HABITO 1 PARTE FINAL

8 Habito

Procure primero comprender, y después ser comprendido.

La educación es la base de tu futuro, adopta una actitud positiva. Tenemos tendencia a precipitarnos, a arreglar las cosas con un buen consejo pero a menudo no nos tomamos el tiempo necesario para diagnosticar, para empezar a comprender profunda y realmente el problema. Este principio es la clave de la comunicación interpersonal efectiva.

CARÁCTER Y COMUNICACIÓN.

Leer y escribir son formas de comunicarse son: hablar y escuchar. En realidad, éstos son los cuatro tipos básicos de comunicación. La aptitud para la comunicación es la más importante de la vida y relativamente pocas las personas que han tenido algún adiestramiento en escuchar se basa en la ética o técnica de la personalidad, y no en una base de carácter y relaciones absolutamente vitales para la comprensión auténtica de otra persona. De modo que si quiere ser realmente efectivo en el hábito de la comunicación interpersonal, la técnica no habrá de bastarle. Tiene que desarrollar esa capacidad para la escucha empática, basada en el carácter, que suscita apertura y confianza y crear la cuenta bancaria emocional que genera un comercio entre los corazones.

ESCUCHA EMPATICA.

Primero comprender supone un cambio de paradigma muy profundo. Lo típico es que primero procuremos ser comprendidos.

La mayor parte de las personas no escuchan con la intención de comprender, sino para contestar. Nuestras conversaciones se convierten en monólogos colectivos, y nunca comprendemos realmente lo que está sucediendo dentro de otro ser humano. Estamos llenos de nuestras propias razones, de nuestra propia autobiografía queremos que nos comprendan. Se trata de un paradigma totalmente distinto. La escucha empática (palabra derivada de empatía) entra en el marco de referencia de la otra persona. Ve las cosas a través de ese marco, ve el mundo como lo ve esa persona, comprende su paradigma se convierten en monólogos colectivos, y nunca comprendemos realmente lo que está sucediendo dentro de otro ser humano., comprende lo que siente. La simpatía es una forma de acuerdo, una forma de juicio. Por ello los hábitos primero, segundo y tercero son tan fundamentales: proporcionan el núcleo interior invariable, el centro de principios a partir del cual se puede afrontar, con paz y fuerza, la mayor vulnerabilidad exterior.

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