INSIDE JOB

La gran mayoría de las economías del mundo están relacionadas entre sí como un juego de domino, el cual caerá en efecto, si solo una de ellas se desploma, causando un colapso económico difícil de afrontar, afectando así a un sinnúmero de personas, que en su mayoría son de bajos recursos, porque para nadie es un secreto que los ricos siempre serán más ricos y los pobres serán más pobres.

Los gobiernos mundiales han procurado legislar en lo que respecta a lo económico, dilucidando las falencias tan grandes que existen pero que igualmente seguirán existiendo, puesto que siempre son los mismos con las mismas las que aportan los métodos de regulación que han de regir la actividad económica de un país o región.

La falta de ética y moral de aquellos encargados de decretar la leyes, hace que cada día entre en decadencia la economía mundial, misma que toca los bolsillos de los humildes trabajadores, de los estratos bajos, porque los más altos permanecen llenos, intocables, estos inescrupulosos ponen las normas a su favor, para enriquecerse injustificadamente, para llenar sus arcas, pero nuestra cultura nos aleja de unos administradores dignos de confianza, ya que no reclamamos ni mucho menos exigimos funcionarios idóneos y honestos que aclaren el turbio desarrollo económico del mundo.

Las consecuencias que genera la poca visión del legislador al momento de hacer presencia en estos asuntos, los cuales son de su entera competencia, ahondan en la problemática generada por la visible desprotección de todos los individuos del sistema financiero, sistema que por una u otra razón ejercen abusos y excesos en contra de la comunidad, produciendo así no se crea emergencias sociales de carácter económico, como lo fue la época de la gran depresión.

Las ansias de poder de aquellos encargados de poner en movimiento el aparato económico del mundo, se pone en evidencia con sus actos, actos que dejan ver el culto que rinden al dinero sin importar los daños que cometan por conseguirlo y mucho menos las aberraciones realizadas a la humanidad con tal de cumplir su cometido.

Para acabar de ajustar tanto los medios de comunicación como la sociedad económica y finaciera en general tienden a hacer caso omiso, mejor dicho los de la vista gorda en lo que se refiere esta cuestión, es decir, todos estos actores de la sociedad se mantienen prestos a evadir estratégicamente las obligaciones para con quienes se ven impactados por este flagelo llamado recesión y que por consecuencia de algunos pocos se ve reflejado en la vulneración de derechos fundamentales como el del empleo digno, pues son muchos los que se padecen con la grave situación que enfrentan al no lograr conseguir uno que les permita llevar una vida normal al lado de los suyos, sin sometimiento a vejaciones y discriminaciones que atentan contra su dignidad y sus derechos por tratar de conseguir el sustento.

Para muchos, al

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