Innovación Disruptiva

Introducción

Actualmente estoy trabajando en el Grupo Ragasa (www.ragasa.com.mx) , es la empresa que produce el aceite de marca Nutrioli. En la planta donde me desempeño se procesa la semilla de soya para extraer el aceite crudo de soya que posteriormente es trasladado a la ciudad de Monterrey donde se le procesa y se envasa. Uno de los subproductos que actualmente producimos es la cascarilla de soya. Este producto es utilizado para engorda de ganado y no produce mucho margen de rentabilidad para la organización. Se están aplicando proyectos de innovación disruptiva a este subproducto.

Desarrollo

La cascarilla de soya es almacenada en bodegas de gran tamaño, ocupa mucho espacio y es muy ligera. Las características físico-químicas de la cascarilla son en general: bajos niveles de proteína y alto contenido en fibra. Al ser un producto barato se agrega al alimento que se le da al ganado pero no le produce mucho beneficio. Al contrario, sólo hace que el alimento rinda más, pero no aporta beneficios proteínicos a la carne de vacuno. Una innovación disruptiva que se está planeando para la cascarilla es hacerla pasar por un proceso de peletizado donde se compactará en pequeñas “balas” de 1 kilo cada una. Esta acción tiene varias ventajas:

1. Optimiza los espacios de almacenamiento. En una bodega que actualmente tiene cabida para 1,000 toneladas de cascarilla, ahora se genera espacio para 10,000 toneladas de cascarilla peletizada.

2. Se pueden aplicar las balas en otros usos diferentes a la engorda de ganado. En jardinería, se puede utilizar la cascarilla de soya para nutrir la tierra de cultivo para el sorgo. El nitrógeno residual de la cascarilla favorece mucho la nutrición de la tierra en preparación para el cultivo de sorgo. Se planea vender la cascarilla al triple del precio actual ($1,500 US/ton) con márgenes de rentabilidad superiores que absorberán la inversión de la máquina peletizadora en 14 meses.

3. Se puede utilizar alternamente para la producción de composta que será comercializada en viveros locales.

Conclusión

El pensamiento disruptivo provoca nuevos puntos de vista a problemas actuales y organiza la mentalidad de los individuos de tal manera que detona muchas ideas para aplicar en procesos, productos, metodologías, etc. en el ámbito donde nos desenvolvemos. Este tipo de pensamiento favorece el crecimiento de las organizaciones. En mi caso en particular ha generado nuevos niveles de rentabilidad en la organización y esperamos que siga atrayendo nuevos horizontes de procesamiento y aprovechamiento de productos y servicios.

Bibliografía

Thompson, A. A. (2012). Administración Estratégica, Teoría y Casos. 18a. Edición . McGraw Hill.

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