Inteligencia Emocional como factor clave para un óptimo desempeño laboral

La inteligencia emocional como factor clave para un óptimo desempeño laboral

Barrantes, Efraín

En innumerables medios de comunicación como revistas, libros, tesis e internet se tiene información sobre Inteligencia Emocional. El presente ensayo busca argumentar que la inteligencia emocional proporciona ciertas facultades para un óptimo desempeño laboral. Para ello, primero se explicará el concepto de Inteligencia Emocional, luego se detallarán las habilidades o competencias que conforman la Inteligencia Emocional y se culminará analizando la relación entre Inteligencia Emocional y desempeño laboral.

Se puede decir que Daniel Goleman (1996) es uno de los principales exponentes de este tema, él indicó que la Inteligencia Emocional es la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos y los de los demás, de motivarnos y de manejar adecuadamente nuestras emociones. Por otra parte, Salovey y Mayer (1990) la definieron como la capacidad de percibir los sentimientos propios y los de los demás, distinguir entre ellos y servirse de esa información para guiar el pensamiento y la conducta de uno mismo. En adición, Bar On (1997) señaló que la Inteligencia Emocional es la capacidad de entender y encaminar nuestras emociones para que estas trabajen para nosotros y no en contra, lo que nos ayuda a ser más eficaces y a tener éxito en distintas áreas de la vida. En sí, la definición más acertada sería la capacidad de reconocer nuestros sentimientos y los de los demás, auto motivarnos y gestionar eficientemente nuestras emociones.

En cuanto a las habilidades o competencias de la Inteligencia Emocional, Goleman (1996) señaló que existen dos tipos de competencias, el primer tipo, que son las competencias personales en el trato con uno mismo, y que engloba la autoconciencia, el autocontrol y la automotivación; mientras, que el segundo tipo, son las competencias sociales en el trato con los demás, que, a su vez, engloba a la empatía y las habilidades sociales. Por otro lado, Salovey y Mayer (1990) indicaron que las habilidades de la Inteligencia Emocional son, percibir las emociones, utilizar las emociones para facilitar el pensamiento, comprender las emociones y gestionar las emociones. Una estructura más clara y sólida la propuso Bar-On (1997), él indicó que la inteligencia emocional está conformada por cinco grandes componentes, que son los siguientes, el primero, vendría a ser la percepción de uno mismo, que a su vez engloba el auto concepto, la autoconciencia emocional y la auto realización, el segundo, vendría a ser la expresión de uno mismo, que engloba a la asertividad, la expresión emocional y la independencia, en tercer lugar, tenemos el componente interpersonal que engloba a la empatía, las relaciones interpersonales y la responsabilidad social, en cuarto lugar, tenemos la toma de decisiones que aglutina a la resolución de problemas, el contraste de la realidad y el control de los impulsos, y para finalizar, se tiene el quinto componente, que es el manejo del estrés, el cual está conformado por la flexibilidad, la tolerancia al estrés y el optimismo.

Se puede sostener que existe una relación directa entre la inteligencia emocional y el desempeño laboral. Conocer la autopercepción de la inteligencia emocional de un Gerente es importante, ya que de él dependen otras personas que son influenciadas por el uso de su inteligencia emocional, afectando el desempeño laboral de la organización. Hoy en día se necesitan personas que sean adaptables a los cambios constantes. Las empresas que están conformadas por trabajadores con inteligencia emocional, podrán enfrentar dichos cambios y contar con un desempeño mucho mayor; estas son los que aprenden a trabajar en equipo, a colaborar, adaptarse, buscar el logro y cuya virtud está en el servicio a los demás; los miembros deben ser capaces de trabajar con otras personas, influir en ellas de manera positiva y optimizar los procesos de los cuales forman parte (Goleman y Cherniss, 2005).

Roman (2014) indicó que “a mayor Inteligencia Emocional corresponde mejor

desempeño laboral”. En adición, Carmona, Vargas y Rosas (2015) concluyeron que en el ámbito laboral actual ya no solo se considera para contratar a un trabajador su formación o experiencia, sino que una parte fundamental es la forma de relacionarse con los demás, las relaciones interpersonales de los miembros de una organización, son hoy en día la base del éxito de una empresa. Aquí la importancia de diversos y abundantes estudios realizados hoy en día, cuyo objetivo básico es descubrir el nivel de importancia y la influencia de esta inteligencia en la productividad y el desarrollo de las organizaciones modernas (p. 13). En adición, Enríquez, Guevara y Martínez (2015) concluyeron que se puede apreciar una relación directa entre las variables de la inteligencia emocional y el desempeño laboral de los trabajadores de las organizaciones. A nivel individual se puede observar que independientemente de que sea hombre o mujer las emociones juegan un papel importante para ambos sexos ya que interfiere de manera positiva o negativa en el desempeño que presente el sujeto en su puesto de trabajo

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