Introducción al Emprendimiento
Enviado por ppdro09 • 29 de Diciembre de 2017 • Documentos de Investigación • 1.732 Palabras (7 Páginas) • 1.147 Visitas
Introducción al Emprendimiento
Emprendimiento
La palabra emprendimiento viene del termino emprender o emprendedor. Según los autores del libro “El Emprendedor del Éxito” emprendimiento o emprender se define emprender como un termino que tiene múltiples acepciones, según el contexto en que se le emplee será la connotación que se le adjudique. En el ámbito de los negocios es un empresario. Sin embargo, en sus inicios la palabra de emprendedor o emprendimiento se relacionaba con personas aventureras, principalmente militares. Luego el termino paso a tener presencia en el comercio y los negocios. (Alcaraz Rodríguez, 2004)
Según la Real Academia Española, emprendimiento se define como:
“Comenzar una obra, negocio, etc., especialmente los que entrañan alguna dificultad o peligro.” Autores como Shefsky y Baumol, señalan que el termino describe a cualquier miembro de la economía
cuyas actividades son novedosas de alguna forma, así como a personas que, en definitiva, huyen de rutinas y practicas aceptadas por la mayoría. Otros autores como Hebert, Link y Hatten lo definen como el especialista en asumir la responsabilidad por las decisiones propias de la localización y el uso de bienes, recursos e instituciones, es decir, un “ágil captador y aprovechador de información y recursos” con la facultad para detectar oportunidades de negocios y aprovecharlas. (Alcaraz Rodríguez, 2004)
Para mí, emprendimiento es la acción de iniciar un proyecto u obra con una misión y visión establecida y definida. Abarca a cualquier tipo de persona con deseos de crecer profesionalmente o de manera personal en un camino nuevo o mejorar proyectos existentes en el mundo.
Evolución del Emprendimiento
Desde los comienzos de la historia el hombre ha trabajado para superarse, por encontrar mejores métodos para cumplir con sus actividades diarias y mejorar su calidad de vida, significa algo innato en la humanidad.
Emprender, entendido como una actividad innovadora, no era aprobada en los siglos XIII y XIV y acarreó como consecuencia que muchos mercaderes medievales sobrellevaran condenas por parte de los nobles y religiosos. Según lo mencionado anteriormente, la actividad era permitida con la condición de que el mercante que compra y vende productos elaborados por otras personas no tenían por qué enriquecerse
más que aquellos que habían originado las mercancías, de igual forma, el prestador no debía cobrar intereses ya que no le incumbía ninguna ganancia por no haber participado directamente en el proceso.
Consecutivamente, en los siglos XVI y XVII las personas que generaban nuevas ideas, que experimentaban y profundizaban para crear nuevos artefactos que permitieran aumentar la producción, eran rechazados, se alegaba que afectaban económicamente a los artesanos y campesinos que debían emigrar porque su trabajo iba a ser sustituido por una máquina. A lo largo del tiempo, aquellos que se entusiasmaron en crear afrontando la autoridad y la costumbre fueron castigados y censurados, ya que sus invenciones no eran consideradas como un bien público a beneficio de todos para reducir los tiempos y facilitar el trabajo, sino, contrariamente, eran considerados como el enriquecimiento propio del innovador y la desdicha para los demás.
Más adelante, en el siglo XVI, según Cesar, C. y Viveros, H. (1996), el término emprendimiento hacía referencia a los viajeros que cruzaban hacia el Nuevo Mundo en busca de oportunidades, entre ellos se encontraban Cristóbal Colon, Francisco Pizarro, Blasco Núñez de Baldoa, entre otros. Richar Cantillón, 1755, fue un economista que conceptualizo el término de emprendimiento como: “un individuo que asume riesgos en condiciones de incertidumbre”. Se cree que Cantillon fue el primero en introducir formalmente el término y lo relacionaba con el factor económico y su crecimiento. Años más adelante, en 1810, Jean Baptiste Say, otro economista francés, definió al emprendedor de la siguiente manera:
“Es un agente de cambio que reúne y combina los medios de producción, recursos naturales, humanos y financieros, para construir un ente productivo y encuentra el valor recibido de los productos, la recuperación del capital invertido, de los gastos que incurrió y de las utilidades que busca.”
En cuanto al origen de la palabra, proviene del francés “entreprenuer” que significa “pionero” y deriva del vocablo latino “prenderé” que significa “acometer” e “intentar”. Esta expresión representa la capacidad que posee una persona para cumplir con un objetivo, dicho término también se utiliza para designar a las personas innovadoras que inician una nueva organización o proyecto.
Durante la historia, el emprendimiento se ha percibido como una acción inherente al ser humano, sin embargo, en las últimas décadas este concepto se ha convertido en un tema vital porque se habla de un conjunto de personas que aprovechan oportunidades, generan ideas y proyectos que aportan al desarrollo económico social de una sociedad.
El emprendimiento ha sido estudiado desde la economía, la psicología, la sociología y la antropología. La economía se encargó de estudiarlo indagando sobre la analogía del mismo con el desarrollo desde una
perspectiva estrictamente económico. Consecutivamente, la psicología, la sociología y la antropología desarrollaron contribuciones que se encargaron del estudio del fenómeno desde un punto de vista social. En las escuelas de negocios, ha generado interés desde la década de los ochenta debido a la relación con la creación y dirección de empresas, entre otras razones. (Jewsiejew, 2016)
Desde la definición de Cantillón (1755) hasta el trabajo realizado por Shane y Venkataraman (2000), se ha relacionado el emprendimiento con la invención de oportunidades beneficiosas:
“las oportunidades de emprendimiento son aquellas situaciones en las que nuevos bienes, servicios, materias primas y métodos de organización, pueden ser vendidos e introducidos a un precio mayor que sus costos de producción.”
Tipos de Emprendimientos
Schollhammer (1980) divide a los emprendedores en cinco tipos de personalidades (Alcaraz Rodríguez, 2004):
- El emprendedor administrativo. Hace uso de la investigación y del desarrollo para generar nuevas y mejores formas de hacer las cosas.
- El emprendedor oportunista. Busca constantemente las oportunidades y se mantiene alerta ante
las posibilidades que le rodean.
- El emprendedor adquisitivo. Se mantiene en continua innovación, la cual le permite crecer y mejorar lo que hace.
- El emprendedor incubador. En su afán por crecer y buscar oportunidades y por preferir la autonomía, crea unidades independientes que al final se convierten en negocios nuevos, incluso a partir de alguno ya existente.
- El emprendedor imitador. Genera sus procesos de innovación a partir de elementos básicos ya
existentes, mediante la mejora de ellos.
Debido a que esta clasificación puede variar a partir de los autores que hablen sobre el tema, podemos visualizarlo de la siguiente manera:
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