John Stuart Mill
Enviado por antonio9606 • 21 de Noviembre de 2012 • Trabajo • 4.927 Palabras (20 Páginas) • 815 Visitas
INTRODUCCION
John Stuart Mill es un ejemplo claro de eso que desde Lytton Strachey se llaman “victorianos eminentes”, es decir, de ese tipo de gentes que en el siglo XIX combinaron un individualismo acendrado con la no menos profunda convicción de que el hecho de formar parte de una elite cultural no sólo no les otorgaba derechos sino que era fuente de obligaciones y de cargas sociales. Nació en Londres el 20 de mayo de 1806 y era el mayor en una familia de nueve hermanos. Su padre, James Mill, puede ser considerado un precursor del utilitarismo. De origen escocés fue economista, filósofo y discípulo de Bentham y Ricardo trabajaba en la Compañía de las Indias Orientales, cuya historia escribió. Como su amigo Bentham, y siguiendo al ilustrado Helvetius, estaba persuadido de que la educación lo puede todo en la formación del carácter y se propuso demostrarlo con su hijo, al que convirtió en una especie de “máquina de razonar”, imponiéndole una disciplina atroz. El pequeño aprendió griego a los tres años y con ocho había leído al menos fragmentos de Herodoto, Jenofonte y Platón, con el que mantuvo un diálogo fecundo en toda su obra aunque no deja de confesar que no comprendió el Teeteto la primera vez que su padre se lo dio a leer.
En apariencia, Mill era la demostración del éxito del programa conductista de educación urdido por su padre y por Bentham. Pero el cansancio intelectual costó a Mill una crisis moral tremendamente grave a los veinte años (1826-1828), que narra detalladamente en su AUTOBIOGRAFÍA. La depresión le llevó a leer poesía, especialmente a Wordsworth y, ciertamente, sacudió su vida de máquina de razonar andante para abrirle a una comprensión más cualitativa de la realidad. Comprendió entonces el valor del sentimiento y de la poesía de manera que su utilitarismo se hizo más amplio que el de Bentham (puramente cuantitativo). Por decirlo rápido, se alejó de la doctrina de su padre en lo formal pero no en el fondo. Simplemente profundizó en el significado de la diferencia entre “felicidad” y “satisfacción”. En 1861, publicó UTILITARISMO, texto en que estudia el tema de la felicidad, y en 1865 fue elegido parlamentario aunque no consiguió la reelección, pero presentó una propuesta a favor del sufragio femenino –que fue derrotada. Desde 1868 permaneció en Saint Véran dedicado a la lectura, la escritura y la botánica. Allí falleció el 7 de mayo de 1873 y sus últimas palabras parece que fueron: “Sabéis que he cumplido con mi tarea”. Dejó inédito su libro SOBRE LA UTILIDAD DE LA RELIGIÓN.
OBJETIVOS
Identificar los principales aportes económicos.
Investigar y actualizar los datos de estos importantes filósofos en la economía.
J.m. Mill: Los antecedentes de su pensamiento
Estudiamos a John Stuart Mill, el último gran representante del pensamiento económico clásico; quien se caracterizó al igual que Smith por tener una concepción bastante amplia del mundo.
Su obra principal se tituló "Principles of political economy with some of their applications to social philosophy" (Principios de economía política con algunas de sus aplicaciones a la filosofía social), esto refleja sus inquietudes en el vasto mundo de la filosofía y la sociedad; lo que hacia de él un pensador que buscaba de alguna manera mejorar la situación de los individuos de la sociedad. Su obra, publicada en 1848 daba por sentado que las teorías clásicas completas eran correctas y que no había problemas importantes por resolverse.
Mill concebía a la economía como una ciencia que usaba un método a priori; es decir que luego de indicarnos supuestos se deducen las conclusiones. Este método debe probar su eficacia, sin embargo, no siempre hay concordancia en las palabras de Mill por lo cual se señalan unas causas perturbadoras que no pudieron ser tomadas en cuanta en sus análisis. Pero lejos de considerar esas causas estas fueron utilizadas como una excusa para justificar las divergencias entre el modelo y la realidad.
Respecto a sus contribuciones el mismo señaló que su único y más importante aporte era la diferenciación entre las leyes de la producción y de la distribución; es decir, respecto a las primeras dijo que éstas son de carácter natural en donde la intervención humana no puede cambiar dichas leyes, sobre las leyes de la distribución Mill afirma que son producto de arreglos sociales y en sí, son las instituciones las que las construyen y realizan la distribución. En este punto se diferenciaba de la gran mayoría de pensadores clásicos quienes construyen un sistema que fue utilizado en la política para cerrar los caminos a las masas oprimidas ya que según esta no había forma de mejorar la retribución al trabajador pese a la buena voluntad que se tuviera.
Un elemento de suma importancia en el pensamiento de Mill es su clara tendencia al eclectisismo que a su vez lo hace difícil de clasificar mas no de entender. En cuanto al Laissez Faire Mill se ubica en una posición intermedia que combinaba su convencimiento de la teoría clásica con su interés por el bienestar social; él sabía que en ausencia del intervencionismo del gobierno no necesariamente se daba la máxima libertad y que existían restricciones e injusticias que solo la legislación podía eliminar. Detrás de estos enunciados hay una aceptación de que las relaciones entre la sociedad no son del todo armoniosas.
La propiedad privada para Mill es un derecho que no debe ser considerado como absoluto así que la sociedad puede interponer sus criterios cuando se genere un conflicto con el bien público. Los elementos de la discusión de la propiedad privada, responden al eclectisismo de Mill. Respecto al modelo de política económica Mill acepta algunos elementos de la cátedra socialista pero no todos. Mill inicia por afirmar que al observar la situación del modelo capitalista, prefería un modelo socialista de desarrollo, pero luego se retracta considerando que en comparación al modelo socialista prefiere al capitalista en su esplendor.
Siguiendo con la economía Ricardiana, aceptó la furia del estado estacionario pero su amplitud filosófica lo llevó a que ese lúgubre final se convirtiera bajo sus ojos en un estado deseable en la medida que la sociedad se transformara en una entidad más bondadosa y menos materialista, preocupado por el bienestar social y no económico de los agentes.
Regresemos a las leyes de la distribución; con respecto a esto, Mill señala que aparte de la competencia, las costumbres reflejadas en las instituciones que habían prevalecido a través de la historia eran las responsables de la distribución del ingreso y no solo la primera, como generalmente lo asume la economía clásica.
Su
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