LAS SEIS APLICACIONES ASESINAS PARA PROSPERAR

A medida en que los días pasan, nos podemos percatar que el salto de la economía nacional a una economía mundial es muchas veces un salto muy grande. De ahí, los acuerdos regionales que existen en el mundo de hoy. El conflicto central en esta economía global es la lucha entre las fuerzas paralizantes, estáticas y fuerzas empresariales que tratan de integrar el comercio mundial. Estas fuerzas empresariales han juntado una expansión explosiva de inversiones internacionales, que dejan atrás todo tipo de economía nacionalista.

El exponente Niall Ferguson inicialmente nos brinda un análisis profundo de la economía mundial; esto se centra en que el 19% de la población es dueña de la riqueza del mundo, los occidentales (europeos, estadounidenses, australianos y asiáticos) son dueños de dos tercios de esta riqueza; la brecha que separa a los que más tiene de los que no, se extiende cada día mas, como ejemplo podemos citar: el estadounidense promedio es 20 veces más rico que el chino promedio en la década de 1970.

Poco a poco nos damos cuenta que no se trata solamente de economía, y que no podemos culpar al imperialismo del crecimiento prolongado de los países occidentales que se convirtieron en imperios; aquí se presenta una falta enorme de coincidencias entre las ideas y tendencias económicas de las naciones.

De esta manera se toma como soporte en este tema, la ponencia de Samuel Johnson, el gran lexicógrafo ¿Por qué medios son los europeos tan poderosos? o ¿Por qué, si pueden visitar fácilmente Asia y África para comerciar o conquistar, no pueden los asiáticos y los africanos invadir sus costas, plantar colonias en sus puertos, y dar leyes a sus príncipes naturales? El mismo viento que los lleva de regreso podría llevarnos para allá? Esta misma pregunta la hizo Ibrahim Muteferrika, pero el mismo obtuvo la respuesta: porque ellos tienen leyes y reglas inventadas por la razón.

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