La Comunicacion

La comunicación

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La Nueva Sociedad de Interacción

Una sociedad puede ser analizada tanto en término de intercambio de mensajes como de intercambios de objetos. Al igual que un grupo de trabajo puede ser analizado por lo que hace (producción), o por cómo lo hace (técnica), pero también por cómo se relaciona entre sí en los actos mismos del trabajo. Los primeros hombres aprendieron a expresarse al mismo tiempo que aprendían a fabricar útiles “Homo Faber es ya Homo Comunicans, que prepara Homo Sapiens”. Todos los diferentes saberes del hombre que funda el progreso de la humanidad, es un bien inmaterial y colectivo que no puede ser acumulado más que a condición de ser transmitido en el tiempo y en el espacio. Por tanto, la relación de comunicación no puede ser considerada como un simple capitulo que se añade al intercambio económico.

El término comunicación tiene su raíz profunda en el hecho de poner en común. Por eso nos preguntamos si la palabra “comunidad” se basa en el hecho de que las personas “tienen algo en común”, que no es otra cosa que “comunicarse”, realizar actos visibles: los de la comunicación. Estos actos ya muestran implícitamente la existencia de elementos dinámicos comunes entre los individuos: una lengua, un entorno, una cultura.

Una Fenomenología de la Comunicación

El paradigma de todas las formas adquiere y adquirirá la comunicología es el modelo originario de la comunicación humana: el dialogo, la relación y la vida en común.

La comunicación interpersonal entre individuos y pequeños grupos, que intercambian experiencias e ideas y comparten una misma cultura. La interposición de medios técnicos, como el documento escrito, el correo, el teléfono, el fax, la videoconferencia o el correo electrónico, amplían las dimensiones de la forma paradigmática de comunicación que sigue siendo interpersonal. Por otra parte, el desarrollo creciente de los medios técnicos de producción de mensajes(imprenta, fotografía, cine, video), de distribución (correo, reproducción) y de difusión (impreso, radio, cine, televisión) cambió radicalmente la reciprocidad y la equidad intrínsecas del modelo originario de la relación interpersonal.

El paso de la comunicación interpersonal a la comunicación técnica, incorpora una nueva terminología: producción, distribución y difusión, que proceden de la revolución industrial y no existían en la comunicación interpersonal, ya fuera instantánea o diferida. El instrumental tecnológico en manos de potentes organizaciones estatales, que pasarían progresivamente a la iniciativa privada, crea centros de influencia y de poder. Este poder mediático aumenta con la emergencia de los grandes grupos multinacionales de la industria pesada y las factorías de comunicación, que es una industria cultural porque maneja información, elementos de débil energía, pero que desencadenan actos y fenómenos de energía fuerte en los individuos, el mercado, la sociedad.

La saturación y la alienación, productos de la industria mediática, generan reacciones de protesta social que enlazan con una serie de movimientos contratendenciales: ecologismo, defensa de las minorías étnicas, derechos de la mujer, ONG, voluntariado, etc.

El receptor humano, se convirtió en receptor pasivo ante la fascinación que ejercían los poderosos medios masivos recuperó en alguna medida la capacidad de acción y de interacción que, si sociológicamente es producto de reacciones contratendenciales, tecnológicamente es obra de la ingeniería de sistemas y que se expande con la fotocopiadora, el ordenador personal, la videografía e internet.

Teorías Dominantes Sobre la Comunicación

Los teóricos de la comunicación se polarizaron en la comunicación como “ciencia autónoma que obedece a reglas”. La estudiaron como un proceso del que había que analizar los elementos constituyentes y sus relaciones, y en cuya observación dominaba un psicologismo muy ligado al conductismo americano.

La tesis de David Berlo, The process of Communication, se centraba en la explicación de cómo ocurre la comunicación, su respectivos procesos, en el cual no trató la pragmática de la comunicación aplicada al gobierno y el control de la eficacia; su trabajo era sobre todo descriptivo, basado en el modelo de Shannon.

Lee Thayer, en Communication and Communication Systems, un libro orientado precisamente a las organizaciones y la gestión directiva, apenas hacía referencia a Weiner, Shannon y a Von Bertalanffy, a quienes dedicó no más que cuatro líneas. Más sorprendentes eran los comentarios que hacia el autor que mostraban un llamativo desconocimiento de la ciencia cibernética en la que opinaba que todavía no se ha determinado la naturaleza y la extensión de su importancia para la comunicación humana, ni tampoco para la comunicación en las organizaciones humanas. Considerar nada menos que a la cibernética, a la teoría de sistemas y a la ciencia de la información, simples “tendencias” y llegar a considerarlas “panaceas teóricas o conceptuales” era como mínimo, un reduccionismo inexplicable.

J. T. Klapper,

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