La Copy Express

La Copy Express, una gran firma impresora de New York, había trabajado durante

muchos años en íntima asociación con la Campbell Brothers, una casa editora de

Manhattan que le proporcionaba la mayor parte de su trabajo. Durante la depresión de

los años 30, la casa editora sufrió una gran baja de ventas y, por tanto, se vio incapaz de

proporcionar a la Copy el trabajo suficiente para que mantuviera un nivel razonable de

producción. Para suplir el trabajo recibido de la Campbell Brothers, la Copy buscó y

obtuvo contratos de otras varias firmas editoras. En 1946, al recuperar de nuevo su nivel

de ventas, la Campbell Brothers necesitó más capacidad de impresión que la que la

Copy Express podía proporcionarle, pero no pudo conseguir que otros impresores se

hicieran cargo de parte del trabajo. En consecuencia, la Copy se vio sometida a una

presión considerable de parte de la Campbell Brothers para que dejara los contratos

exteriores y concentrara sus operaciones en la producción para la Campbell.

El director de Copy Express se oponía a dejar los contratos exteriores. Había estudiado

la posibilidad de que la planta trabajara horas extra o de implantar un segundo turno,

aunque debido al elevado costo de tiempo extra y a la falta de trabajadores

especializados estas alternativas tuvieron que descartarse como poco prácticas. También

podrían aumentar la capacidad de la planta comprando nueva maquinaria, pero como la

entrega no podía obtenerse antes de uno o dos años, esta idea fue abandonada. El

director no quería dejar los contratos exteriores porque temía que volvieran los tiempos

malos y que la Campbell Brothers se viera de nuevo imposibilitada de proporcionar el

trabajo suficiente para mantener ocupada a la Copy. “Recuerdo cómo durante la

depresión trabajábamos sólo tres o cuatro días por semana y cómo mis hombres me

dejaban para ir a trabajar en otra parte. Eran trabajadores excelentes y experimentados y

toda mi fuerza laboral corrió peligro de desintegrarse. Me temo que las cosas pueden

andar mal de nuevo y que si dejamos ahora los contratos, es probable que volvamos a

vernos en la misma situación”

El argumento principal en favor del abandono de los contratos exteriores en 1946 era

que estos contratos proporcionaban poco o ningún beneficio. La facturación por

contratos exteriores ascendía a 277,625.09 dólares en 1944 y 242,348.55 dólares en

1945. Durante aquellos mismos años, los costos correspondientes a dichos contratos se

elevaban a 324,625.97 dólares y a 232,628.49 dólares. Las facturas a cuenta de la

Campbell Brothers ascendían en 1944 a un total de 1,172,862.06 dólares y en 1945 a

1,555,944.25 dólares. En conjunto la Copy Express obtenía un beneficio2

y por tanto parecía obvio que este beneficio procedía del trabajo realizado para la Campbell

Brothers y que la Copy Express podía aumentar sus beneficios trabajando sólo para la

Campbell Brothers. El director general de la Campbell Brothers aseguró a la Copy que

le encargaría el trabajo suficiente para compensar la pérdida de los contratos externos si

estos se abandonaban.

Aunque las ventas a la Cambell Brothers eran muy elevadas, la inversión en existencias

de artículos acabados que había que realizar era escasa, ya que los libros de la Campbell

Brothers se expedían tan pronto como quedaban impresos. Por contra, los contratos

exteriores, que solían ser por grandes series con expediciones periódicas, hacían

necesario

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