La Facturación Antigua (en Papel)

La facturación antigua (en papel)

Antes de enero de 2004, todos los comprobantes que emitieran los contribuyentes por los actos o actividades que realizaban, debían ser impresos por establecimientos autorizados por el Servicio de Administración Tributaria (SAT) o por el propio contribuyente cuando obtenía autorización como auto impresor. Y ya que, eran parte de la contabilidad del contribuyente al emitir y recibir copias de los comprobantes se tenían que conservar como mínimo 5 años.

En la facturación en papel era común saber cómo validar la autenticidad de las facturas y también era uno de los comprobantes más fáciles de falsificar que existía.

Al crear una factura en papel puedes aumentar algunos factores como:

Aumentar el costos

Hace lento los cambios en los formatos en caso de modificación de la norma (esto implica más esfuerzo de mantenimiento)

Permitir la convergencia de capacidades y tecnologías.

El 5 de enero de 2004 SAT promovió reformas al Código Fiscal de la Federación para comenzar a usar la firma electrónica Avanzada para los trámites ante la autoridad fiscal y la posibilidad de emitir los comprobantes fiscales digitales.

Esta nueva reforma abre camino a que los documentos de papel queden sin validez a partir del 1ro de enero.

De acuerdo con el SAT, los comprobantes fiscales impresos hasta 2010 dejaron de tener vigencia, por lo que si alguien los expide, cometería una infracción.

Estas infracciones podrían ser:

Entre los 12 mil 70y los 69 mil pesos, hasta la clausura del establecimiento en el caso de reincidencia.

Para los pequeños contribuyentes las multas se encuentran entre los mil 210 y los 4 mil 410 pesos.

Ya para enero del 2005 comenzó la firma electrónica para facilitar más los tramites, y así mismo se le dio fin a la facturación en papel

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