La Reforma Hacendaria

La Reforma Hacendaria propuesta en este 2013 debe tener como uno de sus principales objetivos corregir los desequilibrios fiscales que han aumentado las deudas estatales y esto ha inhibido un mayor crecimiento y una mejor distribución del ingreso, además se debe buscar corregir la deuda neta del sector público, ya que esta se ha ido incrementando en los últimos años y de hecho en 2013 se prevé un aumento en el déficit equivalente al 2% del producto según datos del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).

La Reforma Hacendaria se debe tomar con total responsabilidad y compromiso, ya que mientras no se tome con la seriedad debida la importancia de llevar a cabo una reingeniería del gasto público, el dispendio de recursos continuará siendo un factor en contra de los niveles de recaudación, como consecuencia de que si los causantes cautivos no perciben beneficio alguno del pago de sus impuestos, los incentivos a participar con el fisco se reducen, además de fomentar que las personas ajenas a la contribución sigan este camino, ya que no ven ninguna diferencia entre incorporarse a la declaración de ingresos o seguir apartados de esta.

Desde mi punto de vista el problema de la recaudación no sólo se encuentra en el gran número de personas que trabajan en el mercado informal por lo cuál evaden la contribución fiscal directa por sus ingresos, sino en la increíble desigualdad que existe en el país en este renglón, ya que como todos sabemos las empresas trasnacionales e incluso los grandes consorcios nacionales no pagan los impuestos correspondientes a sus ingresos, defendidos por el gobierno con la excusa de que estos fomentan el empleo e incentivan la economía. Esto es totalmente cierto pero no es razón suficiente para condonarles la contribución fiscal, e inclusive darles privilegios como el no pagar luz, agua, etc., servicios que todos los mexicanos debemos pagar, no importando nuestro nivel de ingresos.

Esto me parece es el punto clave que se debe tratar en la Reforma, no solo engrosar el numero de contribuyentes, sino hacer que los que más ganen paguen lo justo, aunque como sabemos en la política mexicana siempre se busca beneficiar a la clase alta del país y no a la mayoría de la población.

Lo antes señalado se puede observar claramente en la propuesta de cobrar IVA a medicamentos y alimentos, que aunque los altos mandos políticos del país se han empeñado en negar como una decisión ya tomada, es por todos sabido que es uno de los puntos importantes que se modificará en la Reforma, algo que impactará e influirá de forma negativa en las clases media y baja de la sociedad mexicana.

En conclusión puedo decir que una Reforma Hacendaria tendría sentido solo si fuera una que use los recursos para crear infraestructura, carreteras, obras hidráulicas, otorgue apoyos al campo y más presupuesto para programas sociales, sólo una Reforma Hacendaria integral

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