La Transformación De La Empresa
Enviado por lherrera992 • 27 de Marzo de 2013 • 1.270 Palabras (6 Páginas) • 405 Visitas
Toda transformación es consecuencia de un proceso de aprendizaje que nos lleva a un cambio de premisas o actitudes mentales; estas, al mismo tiempo, producen un cambio en el sistema.
Todo cambio es resultado de la adquisición de conocimientos nuevos o de una nueva visión de la realidad. Si somos lo que aprendemos es una evidencia que podemos evolucionar aprendiendo más y de forma continua y, sobre todo, practicando lo que hemos aprendido recientemente. Recordemos que se aprende mediante la repetición por lo que la mejor forma de aprender y retener es compartir nuestro conocimiento. Cuando enseñamos lo que aprendemos, ampliamos nuestro saber.
Una verdadera transformación es el resultado del aprendizaje de nuevas formas de pensar y del comportamiento. Actualmente vivimos en la era de la información y por ello podemos decir que tenemos todo lo que necesitamos para aprender. Lo que probablemente nos cuesta más es aprender a ver la totalidad y no solamente las partes por separado, algo que, queriéndolo o no, solemos hacer habitualmente.
Así como las personas poseen un lado de luz y otro de sombra, nos encontramos también con ese fenómeno en nuestras empresas. Generalmente nuestra forma de vernos y ver a nuestras empresas es a través de la luz y, por ende, nos quedamos deslumbrados hasta que, de pronto, las circunstancias de la vida nos muestran un lado oscuro que no veíamos y entonces nos irritamos porque las cosas nos parecen sombrías.
En realidad, percibir una cosa es hacerla fija, razón por la cual la percepción de los procesos de interacción en constante movimiento se nos hace tan difícil en tiempo real. El organigrama de una empresa nos puede, en su inicio, mostrar las interacciones dinámicas que existen dentro de ella, aunque la experiencia nos enseña que esto deja de ser verdad ya que en mientras se pone en práctica, se van produciendo otros procesos que convertirán al organigrama en algo irreal. Por este motivo podemos afirmar que el organigrama inicial será sólo un modelo que marque el inicio del movimiento.
Todo está en movimiento permanente, en constante transformación; la montaña erosiona, los ríos fluyen, los cuerpos envejecen, los comportamientos y mentalidades evolucionan. De igual modo ocurre con las estaciones: la primavera contiene los orígenes del verano, el verano, a su vez, oculta los del otoño, que dará más tarde paso al invierno que, a su vez, se abrirá a la primavera, así como el día contiene la noche y la luz contiene la sombra.
Nuestra tarea no es pues predecir el futuro sino más bien darle rumbo a nuestros negocios desde el principio de la totalidad, lo que nos lleva a ampliar nuestra visión fraccionada de las partes y adquirir una visión más global.
¿Cómo podemos prepararnos para este cambio? La mejor forma de estar preparados es anticiparnos en lugar de temerlo, convirtiéndonos más en actores de nuestra propia evolución que en víctimas de alguna involución indeseable.
Recordemos que cualquier transformación que experimentemos, por mínima que sea, creará una onda expansiva cuyos efectos se sentirán en otras partes; es como la pequeña ola que crea la más suave onda y se propaga por toda la superficie del agua.
Para poder anticiparnos hemos de aprender a mirar los acontecimientos desde su lado de luz y sombra, de esta manera multiplicamos nuestra capacidad para comprender los eventos que ocurren dentro de nuestra empresa que en realidad son neutros. Si abrazamos los dos lados, tanto el de la luz como el de la sombra, se nos abrirán nuevos caminos con infinitas posibilidades.
Otra forma de estar preparados consiste en mirar cuáles son nuestros talentos o puntos fuertes, nuestros valores más altos, y cómo los estamos aplicando en nuestra vida profesional. Esto hace que nos convirtamos en los administradores de nuestra propia vida haciéndonos cargo de nosotros mismos y vinculándonos con la actividad que estemos realizando.
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