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La lectura dentro de la carrera de Estudios Internacionales


Enviado por   •  10 de Noviembre de 2015  •  Apuntes  •  1.489 Palabras (6 Páginas)  •  184 Visitas

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Abstract

La lectura dentro de la carrera de Estudios Internacionales, desempeña un papel muy importante en el proceso de formación profesional ya que requiere cierto nivel de comprensión lectora e interpretación critica; sin embargo los estudiantes no han desarrollado dichas destrezas durante varias generaciones por diversos factores entre ellos la cultura en la que se desarrollan y el papel que desempeñan los padres y maestros así como también  las decisiones que tomen después de finalizar sus estudios superiores. Existen diversos métodos que se pueden emplear para mejorar parcialmente dicha destreza tomando en cuenta que solo desde la niñez se puede llegar a la totalidad de este proceso, debido a que la lectura aumenta de manera significativa la destreza de relación social, económica y política dentro del ámbito de los estudios internacionales.

Existen diversas maneras de desarrollar el habito de la lectura, se tiene libros online, audio libros ampliando el conocimiento y llevando a nuestra sociedad camino adelante dentro de la globalización, sin embargo; la manera deleer se ha convertido en una de las herramientas más deficientes de los estudiantes, y así mismo todas las destrezas que dependan de esta. A pesar de la existencia de varias fuentes de lectura,el estudiante suele leer por obligación, mas no como voluntad propia,provocando una serie de consecuencias que afectarán su proceso profesional.Es así que para desarrollar el hábito de lectura en los estudiantes de Estudios Internacionales, se debenanalizar los factores que afectan en su proceso, al establecer diferentes técnicas y herramientas para mejorar su destreza; y conocer correctamente su aplicación en esta profesión.

Para comenzar, existen varios factores que pueden desplazar la destreza de lectura desde temprana edad en los adolescentes, estos pueden ser externos cuando la deficiencia se debe al entorno en el cual se educaron,  o internos cuando se convierte en un proceso de disciplina y adaptación. Los maestros de primaria y secundaria son los principales factores externos en este proceso y cuando de ellos se habla, se hace referencia a todo proceso educativo el cual obliga a los estudiantes a leer textos que la juventud detesta. Los maestros deben reconocer que su estrategia de enseñanza no es la correcta en una sociedad, en donde la juventud odia lo monótono, y hoy en día frente a este proceso de globalización los jóvenes se encuentran más liberales, cada uno tiene diferentes temas de los cuales ellos consideran interesantes. “La poca lectura no solo es problema de los jóvenes y adolescentes; los adultos tampoco leen como se espera”  (Salazar & Ponce, 1999, pág. 2) Desde pequeños, los estudiantes son educados en una cultura donde adoptan al libro como un objeto comercial, mas no lo aprecian por su valor literario; de este manera generación tras generación va educando una destreza de lectura reemplazada por la tecnología, y es asi que a un libro no se lo considera un regalo porque inmediatamente se lo relaciona a deberes; un libro no puede ser tema de discusión porque la mayoría de estas tienden a terminar rápidamente por falta de interés y conocimiento. Así, los padres tienen responsabilidad directa en este proceso debido a su afición a la tecnología y a aparatos electrónicos, ellos demuestran aversión a la literatura y sus hijos tienden a denegar su interés lector.

Por otra parte, no toda la culpa mantiene la cultura en la que se desarrollan. Los estudiantes y sus actitudes con el  tiempo deterioran su destreza incluso cuando al graduarse de un nivel superior abandonan todo hábito que conlleve la lectura y con ella cualquier práctica que la emplee. Muchos de los jóvenes con el transcurrir del tiempo determinan por no cultivar el hábito de lectura, y dicha práctica se reduce a una decodificación de signos, y en el mejor de los casos a la comprensión lectora. Se adoptanhábitos incorrectos por tratar de alcanzar la eficacia lectora, como la regresión de palabras que significa simplemente el distraernos a mayor constancia por que podemos regresar a la parte anterior, la vocalización, articulación de la voz y hasta movimientos corporales cuando la lectura silenciosa e interna es la correcta en este proceso de comprensión, sin necesidad de concentrarnos sobre qué movimiento estamos próximos a realizar.

Conseguir que los adolescentes desarrollen el hábito de lectura en su proceso de educación es una tarea muy difícil, debido a que este proceso debe empezar desde temprana edad. Sin embargo, varios autores plantean maneras estratégicas por las que se pueden poner en marcha para su desarrollo. Este proceso comprende un cierto reto tanto para los maestros, los estudiantes y la cultura en general. Según Ana María Margallo, existen siete claves que ayudaran al estudiante a mejorar o desarrollar su habito de lectura: Primero, delimitar un tiempo para la lectura autónoma y silenciosa, es decir, proporcionar a los estudiantes un tiempo dentro del plan académico para que lean diversos tipos de lecturas debido a que el tiempo de cada estudiante es diferente, para establecer una medida estándar de cuantas páginas o libros se debe leer; segundo, dinamizar el tiempo empleado para leer como compartir experiencias de la lectura con otros estudiantes o leer de manera expresiva; tercero, desplegar un menú variado y relevante de las culturas, desde los libros de preferencia hasta revistas científicas determinando ciertas muestras para que el estudiante pueda identificar a qué tipo de lectura se encuentra a fin; cuarto, se deberá tomar en cuenta las practicas lectoras de los adolescentes provocando que los estudiantes se apropien más de la lectura de acuerdo a situaciones similares; quinto, educar la capacidad por disfrutar las lecturas y sus beneficios; sexto, conectar el espacio de lectura con la cotidianidad de estudio del adolescente; y séptimo, formar a los estudiantes como consumidores culturales, listos para fundamentar una sociedad lectora. (Margallo, 2012)

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