Matriz de valoración 2.2.1
Enviado por Karlybell • 9 de Mayo de 2016 • Trabajo • 942 Palabras (4 Páginas) • 202 Visitas
Colegio de Educación Profesional Técnica del Estado de México
Plantel: Nezahualcóyotl I
Alumna: Pérez Saucedo Berenice
Grupo: 602
Modulo: Filosofía
Docente: Arumir Díaz Araceli
Matriz de valoración 2.2.1
Índice | |
Pagina | |
Introducción………………………………… | 3 |
Concepción del hombre………………… | 4 |
Conceptos Fe y razón…………………… | 5 |
Concepto de conocimiento…………… | 6 |
Introducción
La filosofía es la reflexión metódica que refleja la articulación del conocimiento y los límites de la existencia y de los modos de ser. Hay diferentes posturas conforme al origen del hombre, su alma, su fe; ya que los filósofos encargados de exponer estas teorías tienen la creencia de algo más o la adquirieron después de un tiempo esto les permite que tengan diferentes perspectivas sobre los mismos temas.
tomas de Aquino | San Agustín de Hipona |
El hombre está compuesto de materia y forma; el ser humano integra una unidad sustancial, el alma racional, que en forma inmediata y directa constituye la materia prima del compuesto, también lo consideraba como persona, al hombre lo define como “sustancia individual de naturaleza racional”. [pic 3] | Según el hombre era una creación de dios y esta forzada a ir al mismo creador; “el ser es la medida de la verdad”. Dice que el hombre es un alma que se sirve de un cuerpo, tratando así de explicar que el hombre se compone de un cuerpo y un alma, esta es espiritual e inmortal. Fue creado a semejanza del hombre pero este ha sido deformada cometiendo pecados [pic 4] |
Relación del cuerpo y alma: se supone que el hombre es parte del hombre, y es esto lo que lo hace una persona como semejante de dios un ser perfecto el cual tiene conciencia.
Inmortalidad del alma: cuando esta sale de un cuerpo al momento de su cuerpo viaja para así poder encontrar otro cuerpo el cual se pueda ser utilizado por esta.
Razón y fe
La relación del cristianismo con la filosofía viene determinada, ya desde sus inicios, por el predominio de la fe sobre la razón. Esta actitud queda reflejada en el "Credo ut intelligam" de San Agustín, tributario en este aspecto del "Credo quia absurdum est" de Tertuliano, y que se transmitirá a lo largo de toda la tradición filosófica hasta Santo Tomás de Aquino, quien replanteará la relación entre la fe y la razón, dotando a ésta de una mayor autonomía.
Santo Tomás será, en este sentido, deudor de la tradición filosófica cristiana, de carácter fundamentalmente agustiniano, aceptando el predominio de lo teológico sobre cualquier otra cuestión filosófica, así como los elementos de la fe que deben ser considerados como imprescindibles en la reflexión filosófica cristiana: el creacionismo, la inmortalidad del alma, las verdades reveladas de la Biblia y los evangelios, y otros no menos importantes que derivan de ellos, como la concepción de una historia lineal y trascendente, en oposición a la concepción cíclica de la temporalidad típica del pensamiento clásico. La posición de santo Tomás supondrá el fin de la sumisión de lo filosófico a lo teológico. Esta distinción e independencia entre ellas se irá aceptando en los siglos posteriores, en el mismo seno de la Escolástica, constituyéndose en uno de los elementos fundamentales para comprender el surgimiento de la filosofía moderna.
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