Motivantes En El Ambiente Laboral
Enviado por Nataly.Viramonte • 1 de Junio de 2014 • 1.813 Palabras (8 Páginas) • 371 Visitas
Introducción
En el presente trabajo se hablara de la motivación ya sea socialmente, laboral, emocional, psicológica, etc. Entendiendo que la motivación esta en relación directa con las emociones personales por lo que la psicología es un factor muy importante en este tema.
Las personas presentamos en diferente magnitud una conducta motivacional dependiendo de la intervención de diversos factores emocionales
La industria es un fenómeno tanto social como económico y una empresa industrial no es solo para obtener un logro económico sino que también es una organización humana en la cual las esperanzas y aspiraciones de los individuos tratan de expresarse. La empresa tiene, por lo tanto, dos funciones: en primer lugar debe producir y distribuir un producto con determinado beneficio, y en segundo ha de tratar de que los individuos y los grupos de estos trabajen con eficacia, conjunta y solidariamente.
Está comprobado que el aumento de la producción se debe, ante todo, a factores psicológicos y que la solidaridad entre el grupo y los mandos desempeñaban un papel sumamente importante.
Que es la motivación.
Se emplea el término “motivo” para designar todas aquellas fuerzas que impulsan a un individuo a realizar un acto, para efectuar una elección entre varias posibilidades, o bien para continuar una tarea sin interrupción.
El problema de la motivación humana es comparable con el mecanismo de una máquina. Si esta se descompone puede ser por muchas razones. Es posible que sus elementos no fueran bien construidos, o que no se ajustaran bien o simplemente que la maquina este descompuesta. Pero si esta fue perfectamente construida y se ajustaron bien cada una de sus piezas y, sin embargo, no quiere funcionar, debemos sospechar que la causa se debe a que le falta energía suficiente para funcionar. De esto se interfiere que pueden existir varias causas que impidan el funcionamiento de la máquina.
Lo mismo ocurre con el ser humano, cuando un hombre no realiza un trabajo, o no quiere hacerlo, también ocurren varias razones para ello. Es posible que este hombre se encuentre enfermo o que le falte la habilidad para el trabajo indicado. Puede ser, así mismo que este desanimado o que sienta antipatía con su jefe. Muchas veces, determinar con exactitud la causa de la falta de voluntad para realizar una tarea que se debe cumplir, porque puede obedecer a varias razones simultáneas. Se trata aquí de la motivación, que es el impulso necesario para la acción.
Es preciso averiguar ahora cuales son los impulsos que mueven a la acción, cuál es su naturaleza íntima y si esos impulsos son innatos o si fueron adquiridos en el curso de la vida. No debemos olvidar que el ser humano no es un objeto inanimado que solo se mueve por fuerzas externas, sino que hay en él una cantidad de fuerzas dinámicas que determinan su conducta. Estas fuerzas obedecen a ciertas necesidades básicas, fundamentales; unas son de orden biológico, como la satisfacción del hambre, de la sed, del sueño, del descanso y del amor. Otras son de orden cultural: la necesidad de compañía, de amistad, de consideración, de respeto, de alabanza, de prestigio, de comodidad, de ilustración intelectual o artística, de esparcimiento, etc.
Hay hacer notar, además, que cuando el individuo satisface cualquiera de estas necesidades, es todo el, en su totalidad, quien siente la satisfacción, y no una parte del organismo, esa satisfacción repercute sobre cada una de sus funciones, con la exaltación de las emociones, haciendo que el pensamiento sea más lúcido y dinámico.
Pero no solo la satisfacción de las necesidades orgánicas constituye el móvil de la conducta humana. También la satisfacción de las necesidades espirituales es para el hombre uno de los más poderosos móviles de la acción.
Orden jerárquico de las organizaciones
Es muy difícil que un hombre este siempre satisfecho. Cuando ha llenado una necesidad, surge en seguida un nuevo deseo, una nueva exigencia que viene a ocupar el lugar dejado por la anterior. Podemos decir, con Maslow, que el ser humano está siempre deseando algo. Un deseo sigue otro, y así sucesivamente. Hay, de este modo, una verdadera corriente de deseos, de aspiraciones, cuyas motivaciones se relacionan unas con otras en una cadena sin fin, durante el curso de la vida. Se trata de un complejo unitario de motivos, que solo mediante un análisis artificial pueden aislarse unos de otros. De ahí resulta que es un procedimiento arbitrario confeccionar listas de impulsos o necesidades, dando a cada uno de ellos igual valor energético, cuando en realidad su potencia depende del estado de satisfacción, o no satisfacción, de otros deseos predominantes.
Esta es la razón por la cual, si se ha satisfecho las necesidades fisiológicas, aparecen otras de un nivel más elevado, y estas ejercen sobre el organismo un dominio mayor que aquellas. Por otra parte, cuando ellas se satisfacen, aparecen otras nuevas más superiores todavía, y así sucesivamente. De todo esto resulta que las necesidades básicas están organizadas en forma jerárquica con un predominio relativo. Por ejemplo, cuando las necesidades fisiológicas están satisfechas surge en primer término el deseo de seguridad. En efecto, el hombre seguro no se siente en peligro. Lo que caracteriza al neurótico es precisamente un sentimiento de seguridad.
El proceso continua. El hombre seguro se encuentra desde este momento dominado por otras nuevas necesidades: necesidad de afecto, de aprecio, de prestigio, respeto, consideración y de afán de ilustración intelectual o artística. Adquiere confianza en sí mismo y se siente útil para sí y para la sociedad. Cuando estas necesidades no han sido satisfechas, el individuo se siente frustrado y surgen en el sentimiento
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