OPINION ACTUALIZACION CIE-10.

Durante todo este tiempo se nos ha estado subrayando la importancia que tiene una buena recogida de información para mejora en la eficiencia y calidad de los servicios sanitarios pero contar con dicha información no quiere decir obtener un cuantioso número de datos como ocurre con el CIE-10 ya que supone una utilización mucho más compleja y con unas condiciones mucho más definidas que requieren unos recursos materiales, humanos y financieros con los que es muy difícil contar hoy en día.

En el presente artículo se comenta cómo se ve aumentado el número de diagnósticos de CIE10 (unas cinco veces más) y los procedimientos (hasta veinticinco veces más) con respecto al CIE-9. Bien está contar con información más específica y con una revisión periódica referente a terminología y conceptos pero también hay que contar con que esta información será llevada a la práctica y utilizada como herramienta básica de gestión en los hospitales, por ello hemos de ser consecuentes con los recursos que contamos para aplicar dicha información y, aunque las tecnologías de la información han supuesto un gran avance en este sentido, no todos los centros ni niveles asistenciales cuentan con ello y menos aún con un personal preparado y en número suficiente para abordar tal cantidad de datos.

Como sabemos, el CMBD, nació en EEUU, el mismo que ha dudado en ponerlo en práctica dada la complejidad de este manual y esto debería hacernos pensar que si la ¨cuna¨ de este procedimiento con experiencia en su aplicación no ve factible su utilización deberíamos replantearnos su uso. A esta reflexión han llegado también Servicios de Salud como los de Cataluña y País Vasco, quienes han preferido mantenerse al margen optando por CIE-9 hasta que se tenga una idea clara de cómo resultará el nuevo sistema de codificación.

En contraposición tenemos al Servicio Madrileño de Salud quien ha optado por el cambio y al que podemos utilizar como referente en la aplicación de CIE-10.

Un adecuado benchmarking en el futuro entre el SERMAS y el resto de servicios del SNS sería lo ideal para comprobar la efectividad de este nuevo manual aunque deberíamos escuchar a los profesionales (codificadores, documentalista, gestores e incluso profesionales) quienes predicen una reducción en la productividad retrasando la obtención de datos para identificar la morbilidad, indicador esencial para medir la efectividad y calidad de los servicios sanitarios junto con la mortalidad.

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