Objetivo: Ser Emprendedor
Enviado por william1949 • 19 de Abril de 2013 • 1.560 Palabras (7 Páginas) • 435 Visitas
OBJETIVO: SER EMPRESARIO
William Jiménez Lemus *
La mayoría de nosotros fuimos educados para emplearnos, es decir para vender nuestros servicios.
El ejemplo prima.
En un 90% de los hogares el padre cabeza de familia normalmente fue o es el proveedor de los ingresos económicos que servirán para suplir todas las necesidades que se presentan en el hogar, desde vivienda, alimentación, vestuario, educación, etc., lo que logra en base al trabajo que desempeña en alguna empresa industrial, comercial o del estado como “asalariado”. Seguramente este ejemplo primó en los padres de nuestros padres.
Nos acostumbramos a evitar en lo más mínimo los riesgos, y en lo posible ir por la senda de lo seguro. Contar con un trabajo estable significa que cada semana, década, quincena o mes contaremos con unos ingresos que servirán para cumplir con nuestro cometido de vida. Hoy día se conoce esta actitud como área o espacio de confort.
En las familias en las que el padre siempre fue independiente, esta forma de actuar también copiada, seguramente de su padre, acostumbrado a no tener dependencia económica de empresas o de tercero alguno, habituado a generar su propio ingreso, realizando no solo comercio, sino oficios disimiles como carpinteros, zapateros, tenderos, herreros, etc., pudiera darse la tendencia a la repetición de oficios o actividades, por generaciones.
Para el caso anterior no solo prima el ejemplo de la independencia sino también el del oficio u actividad.
El tiempo ha venido mostrando a las nuevas generaciones que no hay razón para que el ejemplo prime y que es necesario pensar y actuar sin ataduras, a menos que estas realmente lo ameriten. Y aquí prima nuevamente el ejemplo, pero esta vez para no repetir la actividad o el oficio de sus progenitores, básicamente porque el tiempo les enseñó que la continuidad en lo mismo no brindaba la posibilidad de un progreso a futuro.
El avance de la civilización viene mostrando en el día a día un claro y rápido progreso lleno tecnología y lujos extravagantes, algunos difícilmente alcanzables para las personas de ingresos exiguos. Lo anterior está relacionado a la generación de devengos, algunos justos otros no, pero utilizados en suplir gran parte de las necesidades personales y/o familiares.
La ambición por el tener lo mejor y el poder llegar, ojalá, a disfrutar de todas las maravillas que el mundo moderno nos ofrece han, de manera indirecta, cambiando el enfoque de las nuevas generaciones que en un porcentaje respetable no están pensando en emplearse sino en ser empresarios.
Los gobiernos del mundo han venido trabajando en las últimas décadas en infundir en los estudiantes la mentalidad empresarial atacándola por el lado de la creatividad y colocando ejemplos visionarios como los de Bill Gates, Steve Jobs, Ramón Ramos, etc., algunos ejemplos aplicables otros muy lejos de poder ser aplicados, pero que no se deben descartar como un ejemplo de vida y de éxitos.
Educación y empleo
La educación y las oportunidades en tal sentido tienen mucho que ver con la visión que las personas del común puedan tener en el sentido de crear empresa. Un alto porcentaje de la población, con hijos adolescentes, solo esperan a que estén en edad de producir para que salgan al mercado laboral a conseguir la ayuda para la economía familiar y para que puedan de alguna manera solventar sus gastos primarios en su vida personal. Incluso, muy común en los países latinoamericanos, niños y niñas de muy corta edad se ven obligados a trabajar para poder auto sustentarse y brindar algún tipo de ayuda a sus progenitores.
Se nos educa bajo la filosofía de que “quien no estudia no es nadie”, de que solo las personas estudiadas se les va a permitir avanzar y conseguir progreso. Mucho hay de verdad, como así, mucho de falacia.
Hacíamos referencia de los niños “obligados” a trabajar, de los que logran alcanzar una edad mayor, preadolescentes y/o adolescentes que si acaso lograda una educación intermedia deben incursionar en el mercado laboral, por las razones antes expuestas.
Cuando el niño o el joven empieza a tener la facilidad en el manejo del dinero, todo lo que querrá hacer es ver cómo consigue más, pero muy pocas veces este pensamiento irá acompañado con la necesidad de seguir capacitándose, pues pocas veces le inculcaron la relación estudio/progreso y de hecho progreso/ingresos.
Lo aconsejable es el de que bajo ninguna circunstancia a los niños se les permita trabajar.
Educación y oportunidades
¿Trabajo o estudio? He ahí la disyuntiva.
La respuesta está supeditada a la situación económica de la familia y a la valoración del concepto que el progreso y las oportunidades de alguna manera van de la mano con la educación.
Es común que se piense en apoyar a los jóvenes hasta un determinado grado (bachiller, o técnico en algún oficio) para darle las bases que logre “alguna” vinculación laboral, ojalá, con alguna orientación hacia
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