Organización Social Administración Estudio Geopolítico De Las Regiones De Venezuela
Enviado por gianni2012 • 9 de Noviembre de 2012 • Síntesis • 1.735 Palabras (7 Páginas) • 512 Visitas
Introducción
Las instituciones son mecanismos de orden social y cooperación que procuran normalizar el comportamiento de un grupo de individuos (que puede ser reducido o coincidir con una sociedad entera). Las instituciones en dicho sentido trascienden las voluntades individuales al identificarse con la imposición de un propósito en teoría considerado como un bien social, es decir: normal para ése grupo. Su mecanismo de funcionamiento varía ampliamente en cada caso, aunque se destaca la elaboración de numerosas reglas o normas que suelen ser poco flexibles.
Organización Social Administración Estudio Geopolítico De Las Regiones De Venezuela
Comprender con un mejor alcance los caracteres que identifican el sistema político venezolano actual, impone la ineludible exigencia de efectuar un breve acercamiento a su antecedente inmediato, el puntofijismo.
Consolidado sobre la base del denominado Pacto de Punto Fijo, este modelo, que se extendió entre 1958 y 1998, significó el ejercicio de prácticas del juego político entre los entonces actores del sistema político venezolano. Se instauró de ese modo, lo que sería denominado un sistema populista de conciliación de élites, donde la negociación y la acomodación de los intereses de los sectores minoritarios, pero poderosos con capacidad para vetar y desaprobar las decisiones fundamentales de la escena política o la posibilidad de amenazar la estabilidad del sistema, condicionaron el establecimiento de una democracia representativa.
El bipartidismo atenuado, resultado directo del mencionado Pacto, y que se acentuó a partir de las elecciones presidenciales de 1973 entre los socialdemócratas de AD y los socialcristianos del COPEI –institucionalizados y articulados de forma tal en aquel escenario político, como para mantenerse en todo momento prácticamente alejados de toda confrontación y polarización ideológica- generó, por ende, un compromiso de las cúpulas partidistas en la solución concensuada de los conflictos. Este período se caracterizó, además, por el presidencialismo, el caudillismo, y el personalismo; la malversación de los fondos públicos; el clientelismo político; la monopolización de la producción, concentrándose eminentemente en el petróleo; así como la constante represión y persecución de los movimientos obreros, campesinos y estudiantiles. La fórmula puntofijista provocó un entronizado elitismo (cogollocracia), que alejó cada vez más a las masas de la participación en la toma de decisiones, sentándose las bases para una partidocracia, cuyo único límite fue el consenso de las organizaciones implicadas en dicho pacto. Durante su vigencia no se ejerció oposición real por el partido contrario ante la expectativa de ser bien tratado y, a sabiendas, de sus posibilidades de acceder al poder a corto o mediano plazo.
De este modo ocurrió una extrema monopolización de la vida política por los partidos, constriñéndose estos a la sociedad civil, al centrarse en interés políticos electorales, perdiendo su arraigo popular, su atractivo ideológico y su capacidad para satisfacer las necesidades sociales.
Aparejado a todo este fenómeno, la corrupción administrativa involucraba frecuentemente a los miembros de los partidos, acentuando su descrédito ante los ojos del pueblo. De este modo el poder oligárquico de los partidos políticos pervirtió su papel de intermediario entre las masas y el Estado, perdiendo la legitimidad y confianza ciudadana.
A su vez, el presidencialismo, el caudillismo, y el personalismo dentro del sistema provocó que los líderes (caudillos) fueran los dirigentes políticos que afirmaban su poder al interior de los partidos. Con ello se eliminó todo disenso y se construyó maquinarias bien estructuradas de militantes ligados por la fidelidad a toda prueba, a quienes se recompensaba con cargos políticos o favores de otra naturaleza, compensaciones que obtenían los militantes leales y de consecuente militancia en los partidos, concibiéndose un clientelismo político sin paralelos en la historia venezolana. Se convirtió al estado en un gran empleador de labores innecesarias, por cuanto los partidos ofrecían prebendas a sus militantes como mecanismo de distribución de la riqueza pública. Fue así como las políticas económicas y sociales alimentaban una clientela partidista y electoral, que creó una forma de dependencia permanente entre el centro de poder y la clientela.
Incluso la corrupción, la malversación de fondos públicos, la impunidad legal, la ineficiencia y partidización infestó al sistema judicial venezolano, resquebrajando la credibilidad de los venezolanos en sus instituciones, lo cual aceleró un clima de irrespeto por las normas jurídicas que sustentaban la sociedad.
La dependencia exclusiva del petróleo significó sostener el sistema en sus tres pilares fundamentales, a saber: la renta petrolera, las cada vez más crecientes expectativas sociales de solución de las dificultades que enfrentaban y el aseguramiento de la representación y la legitimidad del sistema. Sin embargo, esta economía sustentada en el modelo petrolero-además del control de precios y los subsidios –encubría un proceso inflacionario que irrumpiría, posteriormente, en la escena económica; además, la concepción equivocada de los planes de desarrollo condujeron al incremento del endeudamiento público y crearon una crisis financiera, fiscal, y socioeconómica sin precedentes. El modelo establecido de democracia representativa se caracterizó por la restringida participación popular en la toma de decisiones políticas mediante la expresión del sufragio cuando se celebraran los comicios electorales, forjándose un sistema político elitista y excluyente que mar ginó a la gran mayoría de los ciudadanos. Las principales decisiones las adoptaban las élites gobernantes y estos tenían asegurado sus intereses frente a los intereses generales.
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