POEMAS BESOS Y Taoismo
Enviado por • 8 de Abril de 2013 • 1.711 Palabras (7 Páginas) • 941 Visitas
POEMAS BESOS
Besos
En un beso, sabrás todo lo que he callado.
Pablo Neruda (1904-1973) Poeta chileno.
No olvides nunca que el primer beso no se da con la boca, sino con los ojos.
O. K. Bernhardt Escritor alemán.
Por una mirada, un mundo;
por una sonrisa, un cielo;
por un beso... yo no sé
qué te diera por un beso.
Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870) Poeta español.
Lo bueno de los años es que curan heridas, lo malo de los besos es que crean adicción.
Joaquín Sabina (1949-?) Cantautor y poeta español.
El más difícil no es el primer beso sino el último.
Paul Géraldy (1885-1983) Poeta y dramaturgo francés.
Un beso legal nunca vale tanto como un beso robado.
Guy de Maupassant (1850-1893) Escritor francés.
El alma que hablar puede con los ojos, también puede besar con la mirada.
Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870) Poeta español.
La decisión del primer beso es la más crucial en cualquier historia de amor, El taoísmo es una tradición filosófica y religiosa que lleva más de dos milenios ejerciendo su influencia en los pueblos del Extremo Oriente.
道教 en chino simplificado y tradicional
dàojiào en pinyin
literalmente ‘enseñanza del camino’
La palabra tao 道 (o dao, dependiendo de la romanización que se use), suele traducirse por ‘vía’ o ‘camino’, aunque tiene innumerables matices en la filosofía y las religiones populares chinas. La transcripción en pinyin es dao, cuya pronunciación más aproximada es /tao/.
El taoísmo filosófico se desarrolló a partir de los escritos de Laozi y Zhuangzi. Según la leyenda china, Laozi vivió durante el siglo VI a. C. y tradicionalmente se fecha en ese siglo la redacción del Dàodéjing, aunque según algunas investigaciones actuales es bastante posterior.
La esencia de la filosofía taoísta se encuentra en el Daodejing (el libro de la vía y el poder, o del camino y la virtud). El taoísmo religioso se fundó en el siglo III a. C.,[cita requerida] pero no se convirtió en un movimiento religioso organizado hasta el siglo II d. C.
El objetivo fundamental de los taoístas es alcanzar la inmortalidad, si bien, a veces no se entiende esta literalmente, sino como longevidad en plenitud. De la misma manera, se decía que las personas que vivían en armonía con la naturaleza eran inmortales. Laozi fue deificado como dios taoísta ―un inmortal―, encabezando un enorme panteón de héroes folclóricos, generales famosos y sabios, todos los cuales alcanzaron la inmortalidad. Sin embargo, la antigua forma del taoísmo era la de una corriente filosófica y no una religión, por lo que los antiguos pensadores interpretaban por «inmortalidad» el hecho de autosuperación del propio ser en comunidad con el entorno, lo que implica buscar la superación y el progreso personal y colectivo, de acuerdo con la mutación constante que enseña el taoísmo.
Posteriormente, el taoísmo se mezcló con elementos del confucianismo, el budismo y la religión folclórica. La forma concreta de religión taoísta que fue llevada a Taiwán hace unos 300 años es típica de esta tradición. La característica más distintiva de la práctica actual es la adoración de los antepasados, junto con las deidades taoístas, lo que muestra el claro elemento tradicionalista del confucianismo y el culto religioso de las creencias míticas de Asia, las cuales ambas no eran válidas para los antiguos pensadores taoístas como Chuang Tsé.
Índice [ocultar]
1 Fundamentos del taoísmo
2 Características y elementos principales
3 Historia
4 Véase también
5 Referencias
6 Bibliografía
7 Enlaces externos
[editar]Fundamentos del taoísmo
Sinograma de la palabra dào, literalmente ‘camino’.
El Taoísmo establece la existencia de tres fuerzas: una pasiva, otra activa y una tercera, conciliadora. Las dos primeras se oponen y complementan simultáneamente entre sí, es decir que son interdependientes de manera absoluta y funcionan como una unidad. Son el yin (fuerza pasiva/sutil, femenina, húmeda...) y el yang (fuerza activa/concreta, masculina, seca...). La tercera fuerza es el tao, o fuerza superior que las contiene. (Véase yin-yang).
El significado más antiguo que existe sobre el tao dice: «Yi yin, yi yang, zhè wei tao», es decir, "un aspecto yin, un aspecto yang, eso es el tao".
Puede ejemplificarse esta concepción a partir del significado de las palabras: literalmente, yang significa ‘la ladera luminosa (soleada) de la montaña’, y yin ‘la ladera oscura (sombría) de la montaña’; entiéndase la idea de montaña como símbolo de unidad. Así, aunque representan dos fuerzas aparentemente opuestas, forman parte de una única naturaleza.
La igualdad entre las dos primeras fuerzas entraña la igualdad de sus manifestaciones consideradas en abstracto. Por ello el taoísta no considera superior la vida a la muerte, no otorga supremacía a la construcción sobre la destrucción, ni al placer sobre el sufrimiento, ni a lo positivo sobre lo negativo, ni a la afirmación sobre la negación.
Las cosas cotidianas e insignificantes tienen un significado mucho más profundo del que nosotros le damos.
El gran taoísta Lin An define el camino de la felicidad de la siguiente manera:
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