Pasión por el cambio

PASIÓN POR EL CAMBIO

El caso trata sobre el cambio en la gestión del Departamento de Policía de Nueva York a través de la figura de Lee Brown, cuando se le nombra jefe del departamento en 1990. Brown transformó la manera de trabajar a una gestión más preventiva que proactiva, ya que lo primero que descubrió fue que el 90% de los casos, se atendían emergencias.

No lo tuvo fácil, Brown fue el primer jefe de policía afroamericano de Houston, cuyo departamento era conocido por su racismo y brutalidad, pero su gran trabajo en esta localidad hizo que el alcalde de Nueva York lo nombrara jefe de policía.

Clave de su gestión del cambio fue apoyarse en terceros para efectuarlo con éxito y así hizo con todo su equipo de mando y directivo, logrando vencer las resistencias y aplicando su política de policía de barrio (una idea inspirada en el sistema japonés policial que le sirvió de mucha ayuda).

De igual modo, Brown cambió el sistema de retribución donde no se pagaría tanto por participar en una investigación criminal sino por la ausencia de delitos. Además, nombró a un director de cambio y escogió a un distrito como proyecto piloto donde implantar los cambios detectados. El resultado fue satisfactorio, haciendo que los delitos cayeran por primera vez en 36 años.

Posteriormente, durante la legislatura de Bill Clinton, fue nombrado director de la Oficina para la Política de Control Antidrogas de la Casa Blanca pero dimitió dos años después porque el condicionante político le falló en su ecuación; se apostaba más por financiar la seguridad que la educación y primaban más los titulares en prensa de las redadas que afrontar el problema desde su raíz.

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