Personalidad, estilos de decisión e inversiones
Enviado por Tamara Escobar • 9 de Junio de 2021 • Tarea • 8.606 Palabras (35 Páginas) • 70 Visitas
Personalidad, estilos de decisión e inversiones
Resumen: Trescientos sesenta y dos participantes cumplimentaron el Cuestionario de Dieciséis Factores de Personalidad y el Inventario de Estilos Generales de Toma de Decisiones, junto con una encuesta en la que se analizaban las percepciones y decisiones de inversión. Los resultados mostraron que las personas ansiosas tendían a ahorrar dinero y a evitar las inversiones, percibiendo altos riesgos y bajo control y rendimiento, mientras que los individuos con alta Extroversión, Independencia y Autocontrol eran más propensos a realizar inversiones. Por último, los estilos de decisión racional y evitativo mediaron, respectivamente, la influencia del Autocontrol y la Ansiedad en la decisión de invertir. Estos resultados amplían el conocimiento de la relación entre las diferencias individuales de personalidad y los estilos de decisión y las percepciones y decisiones de inversión.
Palabras Clave: Rasgos de personalidad, estilos de toma de decisiones, decisiones de inversión, Comportamiento financiero
- Introducción
En los últimos 20 años ha habido un número creciente de estudios sobre la influencia que tiene la personalidad en las percepciones y decisiones financieras. Por ejemplo, hay pruebas de la relación entre características específicas de la personalidad, a saber, la búsqueda de sensaciones, la impulsividad, el rasgo de personalidad tipo A, y la capacidad de las personas para gestionar sus finanzas (Grinblatt y Keloharju, 2009; Lauriola et al., 2014). Estas características de personalidad, en combinación con uno o más factores socioeconómicos (ser hombre, mayor, casado, rico, con buena educación, con conocimientos financieros y con altas expectativas económicas), también predicen la tolerancia al riesgo financiero. Esta se define como la disposición a participar en comportamientos cuyo resultado es incierto pero podría ser negativo, como tolerar las caídas de los precios de las inversiones a la espera de que aumenten de valor (Grable y Joo, 2004; Robb y Woodyard, 2011; Pinjisakikool, 2017).
En la literatura sobre finanzas conductuales, hay datos contradictorios sobre el impacto de los rasgos de personalidad en las decisiones de inversión: algunas investigaciones mostraron que la personalidad de los inversores está correlacionada con las inversiones en bolsa (Donnelly et al., 2012; Mayfield et al., 2008; Durand et al., 2008; Fenton O'Creevy et al., 2004), mientras que otros estudios sugirieron que los rasgos de personalidad, en particular la ansiedad, no tienen un impacto significativo en las inversiones, a pesar de su importancia en situaciones reales de toma de decisiones bajo incertidumbre (Hopfensitz y van Winden, 2008). Dado que las pruebas existentes son desconcertantes, el objetivo del presente estudio es investigar si ciertos rasgos de personalidad pueden asociarse con percepciones específicas de la inversión y con la probabilidad de invertir. Además, queremos analizar si estas asociaciones están mediadas por diferencias en los hábitos de toma de decisiones de las personas, es decir, los estilos de toma de decisiones. En este sentido, los estilos de decisión también podrían desempeñar un papel importante en la predicción de las inversiones. Sin embargo, hasta donde sabemos, solo dos estudios han investigado esta relación (Jamal et al., 2014; Muhammad y Abdullah, 2009). Además, el papel de mediación de los estilos de toma de decisiones en la relación entre los rasgos de personalidad y las inversiones no parece haber sido investigado en la literatura anterior. El presente estudio podría ser de vital importancia para mejorar la comprensión de la toma de decisiones económicas en una economía cada vez más global y altamente competitiva.
- Revisión de Literatura
- Rasgos de personalidad
El modelo de cinco factores de la personalidad es actualmente uno de los enfoques dimensionales más comunes de la personalidad: los dos modelos de personalidad más utilizados que miden la personalidad según cinco dimensiones de nivel superior son los 16 Factores de Personalidad (16PF; Cattell et al., 1970) y los Cinco Grandes (Goldberg, 1990; Costa y McCrae, 1992).
El modelo de los 16PF fue desarrollado por Cattell y colaboradores (1970), quienes identificaron cinco factores globales, que son la Extroversión, la Ansiedad, la Dureza, la Independencia y el Autocontrol, así como dieciséis rasgos primarios, que se combinan para proporcionar una comprensión profunda de la personalidad de un individuo (véase la Tabla 1). En concreto, el factor global Extroversión (frente a Introversión) representa las motivaciones humanas básicas para acercarse o alejarse de la interacción social. Los niveles altos de Ansiedad (frente a los bajos de Ansiedad) son típicos de las personas que suelen estar preocupadas, tensas, desconfiadas de los demás y reactivas, a veces de forma autodestructiva. La dureza de miras (frente a la receptividad) describe diferentes aspectos de la reticencia, concretamente a los sentimientos y las emociones, a las ideas abstractas y a la imaginación, a los nuevos enfoques e ideas y a las personas. El factor global Independencia (versus Acomodación) se refiere a la asertividad y la capacidad de influir en los demás, la determinación, la apertura al cambio y la desconfianza. Por último, el factor global Autocontrol (frente a Falta de contención) se define por la inhibición de los impulsos y deseos, la rigidez de pensamiento, la practicidad y la falta de espontaneidad. Goldberg (1990) y Costa y McCrae (1992) propusieron un conjunto similar de cinco factores de personalidad, los Big Five, que se han convertido en una de las taxonomías más comunes para el estudio de los rasgos de personalidad. Estas cinco dimensiones de la personalidad se muestran en la Tabla 1. La extroversión se refiere a una actitud entusiasta hacia diferentes situaciones y personas; la agradabilidad se caracteriza por el buen carácter, la cooperación y la confianza. El neuroticismo se caracteriza por la vulnerabilidad, la ansiedad y la incertidumbre. La Conciencia implica precisión, orden, responsabilidad y perseverancia. La apertura a la experiencia es típica de las personas que tienden a prestar atención a sus propios sentimientos y a respetar los valores de los demás. La amabilidad es típica de las personas que cooperan con los demás porque tienen una visión optimista de la naturaleza humana y se llevan bien con los demás.
Una serie de estudios han mostrado una fuerte alineación correlacional y factorial entre el 16PF y los modelos de los Cinco Grandes (véase la Tabla 1). En particular, existen correlaciones significativas entre los dos factores de Extroversión, entre la Ansiedad y el Neuroticismo, entre el Autocontrol y la Conciencia, entre la Receptividad (baja Dureza) y la Apertura a la Experiencia, y entre la Independencia y la Desacuerdo (Rossier et al., 2004).
Sin embargo, también hay varias diferencias entre los dos modelos. En cuanto a las definiciones de los rasgos de personalidad, el 16PF Extroversión se centra principalmente en la calidez, que es la dimensión básica de las relaciones interpersonales, mientras que en el modelo de los Cinco Grandes esta característica específica se divide en diferentes rasgos como la extroversión y la agradabilidad. El rasgo de Ansiedad se refiere a la capacidad de gestionar la tensión y la preocupación, mientras que el neuroticismo se refiere a una gama más amplia de emociones negativas como la ansiedad, el mal humor, la ira y la irritabilidad. La Receptividad, es decir, la dureza de miras baja, describe cuatro aspectos diferentes de la apertura al mundo (sentimientos, ideas, enfoques y personas), mientras que la apertura a la experiencia se centra más en las facetas cognitivas e intelectuales. El Autocontrol incluye todo el dominio de los métodos humanos para el autocontrol y la autocontención frente a la impulsividad, mientras que la Conciencia se centra en contenidos más estrechos como el perfeccionismo y la perseverancia. La independencia se organiza en torno a los rasgos de dominancia y asertividad, mientras que en el modelo de los Cinco Grandes el rasgo de dominancia se divide entre la extroversión y la desagradable (Cattell y Schuerger, 2003). Otras diferencias entre los modelos 16PF y Big Five se refieren a cuestiones metodológicas, como el método de desarrollo ("bottom-up" para el modelo 16PF, en el que las definiciones de los rasgos primarios se basan en una amplia gama de estudios independientes, y "topdown" para el modelo Big Five, en el que las facetas de la personalidad se decidieron por consenso entre un pequeño grupo de psicólogos).
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