Por Qué, Cuándo Y dónde Estudiar Un MBA

En el atletismo, para enfrentar una carrera de fondo, es indispensable contar con un plan, una estrategia. No basta con ser el más rápido, tampoco el más resistente; si uno mismo no es capaz de distinguir sus fortalezas y debilidades, es poco probable que el resultado final sea el esperado. Un plan, ya no solamente hablando de atletismo, permite dosificar el esfuerzo, reconocer oportunidades y analizar el entorno, a fin de obtener el máximo provecho de una situación. Lo mismo ocurre cuando se evalúa estudiar un MBA; surgen dudas y preguntas respecto al porqué, cuándo y dónde hacerlo. Es así, que las respuestas a cada uno de los planteamientos, resultarán bastante diferentes para cada individuo; siempre y cuando las contextualice dentro de una estrategia personal.

Mi caso particular, soy una persona muy apegada a planear antes de hacer, ha seguido tal razonamiento. En primer lugar, considero que un MBA prepara a las personas a asumir cargos directivos en una organización; también, que el mercado profesional es cada vez más competitivo, globalizado y exigente. Entonces, mi primera respuesta, en relación a porqué estudiar un MBA, fue consecuencia de reconocer que requería desarrollar y potenciar mis habilidades gerenciales; además de hacerme con las herramientas adecuadas para, llegado el momento, ejercer el liderazgo y contribuir con mi equipo de trabajo, con una visión empresarial y planteando estrategias que le aporten valor.

Una vez reconocida la necesidad de estudiar un MBA, el siguiente dilema fue sobre el cuándo. Creo que esta es la etapa más complicada en la evaluación, pues es muy difícil hallar el momento oportuno para hacerlo. Muchos podrían sugerir que debe ser lo más pronto posible, que se debe aprovechar la coyuntura económica del país, que se requieren con urgencia profesionales preparados; es muy probable que tengan razón, pero, finalmente dependerá del plan de carrera de cada uno; y, sobretodo, estoy convencido que la decisión debe estar alineada al plan personal y familiar. El estudio de un MBA demandará dedicación y esfuerzo para obtener resultados exitosos; entonces, se debe distinguir el momento en el que tanto uno mismo como su familia, estén lo suficientemente maduros para soportar el emprendimiento. En mi situación personal y familiar, creo haber alcanzado esta madurez; por ello decidí dar el paso ahora.

Habiendo precisado las dos primeras interrogantes, y para terminar, queda la duda de dónde estudiar el MBA. Pienso que se debe escoger la mejor escuela dentro de las que se adecuen a la realidad personal, familiar y laboral; es decir, qué horarios se está en capacidad de cumplir, qué metodologías y formatos se adaptan mejor a la forma de aprendizaje individual y si se cuenta con el presupuesto o se tiene acceso a fuentes de financiamiento para solventar la inversión. Por otro lado, otros aspectos muy importantes que se deben valorar, en cada escuela que se analice,

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