Proyectos de urgencia

Una vez que se han realizado todos los análisis cuantitativos y cualitativos de los diferentes proyectos de inversión, el paso siguiente es la selección de los proyectos que iniciarán durante el año. La selección estará en función de dos factores básicos: la prioridad que tenga el proyec- to en la agenda de la empresa en función a la necesidad o urgencia del proyecto, o ambos, y la disponibilidad de recursos (especialmente financieros) que tenga la compañía para llevar dicho proyecto a cabo.

Sin embargo, una variable que impacta en esta priorización es la urgencia del proyecto.

Ahora bien, existen proyectos que no pueden clasificarse en ninguna de las primeras cinco categorías, y cuyo beneficio quizá no sea tangible o no puede ser medido financieramente. Por

ejemplo, desde el punto de vista de la rentabilidad, el comedor para los empleados y trabajadores sería una inversión que nunca se llevaría a cabo, pero desde el punto de vista de necesidad hay que realizarlo. El momento en que este proyecto se autorizará será en función de la situación económica de la compañía, el grado de motivación que alcanzarán los empleados y el impacto que éste tenga en la productividad.

Ahora bien, para la selección de proyectos es muy interesante medir y evaluar la variable ries- go; por ello, a continuación se explicarán algunos métodos para introducirla en el análisis.

Una vez que se han realizado todos los análisis cuantitativos y cualitativos de los diferentes proyectos de inversión, el paso siguiente es la selección de los proyectos que iniciarán durante el año. La selección estará en función de dos factores básicos: la prioridad que tenga el proyec- to en la agenda de la empresa en función a la necesidad o urgencia del proyecto, o ambos, y la disponibilidad de recursos (especialmente financieros) que tenga la compañía para llevar dicho proyecto a cabo.

Sin embargo, una variable que impacta en esta priorización es la urgencia del proyecto.

Ahora bien, existen proyectos que no pueden clasificarse en ninguna de las primeras cinco categorías, y cuyo beneficio quizá no sea tangible o no puede ser medido financieramente. Por

ejemplo, desde el punto de vista de la rentabilidad, el comedor para los empleados y trabajadores sería una inversión que nunca se llevaría a cabo, pero desde el punto de vista de necesidad hay que realizarlo. El momento en que este proyecto se autorizará será en función de la situación económica de la compañía, el grado de motivación que alcanzarán los empleados y el impacto que éste tenga en la productividad.

Ahora bien, para la selección de proyectos es muy interesante medir

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