Quetzalcóatl

Resumen:

Primera parte:

Hace cientos de años el hombre no tenía conocimientos científicos para dar respuesta a las interrogantes que se plateaba sobre su entorno y los fenómenos que ocurrían. Como sus únicos medios a su alcance eran la imaginación y su capacidad de observación, invento infinidad de historias sobre su origen; La formación del universo, La Tierra, los astros y todo aquello que ocurría en la vida cotidiana .

Se desarrollaron en un contexto fantástico. Por ello, rendían culto y celebraban sacrificios al sol, al fuego, a la lluvia y otros elementos de la naturaleza a los cuales conferían una categoría divina.

En ese contexto imaginario y religioso las culturas mesoamericanas alcanzaron un alto grado de desarrollo en el arte, matemáticas, astronomía, agricultura, orfebrería y herbolaria

Tláloc y el agua en la naturaleza:

Ignoraba que ese recorrido cíclico del agua por la naturaleza se debía a los cambios de estado de agregación que presentaba como consecuencia de factores físicos ambientales. Tampoco lo llamo ciclo hidrológico pues este concepto dolo pudo establecerse después que A. Lavoisier, en 1774 propuso el estado gaseoso como la tercera forma de presentación de la materia.

Para los mexicas uno de los dioses por los cuales vivía el hombre era TLALOC. Este dios se consideraba “el sumo proveedor de los sustentos, de las lluvias, los truenos, los rayos y el granizo”. Era también el dios supremo de los campesinos, “el señor de las verduras, las meses, los frutos y de todas las cosas de los mantenimientos los mexica, últimos pobladores de Anáhuac, cantaban al dios Tláloc, hacedor de lluvias, no estaba solo para hacer llover pues era auxiliado por los tlaloque o “duendes del agua”, una especie de pequeños dioses que también habitaban el palacio.

Cuenta la leyenda que en un principio Tláloc vivía en su palacio acompañado por los tlaloques. Un día el señor de la lluvia paseando por las praderas se encontró a Zochiquetzali la diosa de las flores, y al verla se enamoró de ella; pero la diosa lo desprecio. Entonces Tláloc sumamente triste por el desaire, se encerró en su palacio sin hablar ni ver a nadie.

Desesperados y sin saber cómo resolver la situación corrían por las montañas gritando: “ el corazón de nuestro señor se a llenado de amargura.

Este proceder de los tlaloques disgusto muchísimo a Tláloc, quien presa de ira y dejándose llevar por el inmenso dolor que sentía por no ver correspondió su amor, dijo los tlaloques: “que todos los que están en la tierra sufran por la falta de agua”

Tláloc enfureció, por la insolencia de su ayudante que se atrevía a cuestionar su proceder, y ordeno a todos los tlaloques, que presenciaban aterrorizados la escena, lo dejaran solo; y durante un buen rato se mantuvo pensativo. Después llamo a los tlaloques y dijo: “Sea, que se rompan los 4 cantaros de jade que hay en el patio del palacio; que haya truenos y rayos; nubes negras cubran por siempre la tierra y que el agua lo abraque todo” No solo los tlaloques, sino también los demás dioses estaban preocupados, pues los hombres morirían de seguir Tláloc atormentado por el desprecio de xochiquetzali.

Todos los demás dioses celebraron que Quetzalcóatl hablara y estuvieron de acuerdo. Por eso, sin perder tiempo, fueron a buscarla; al encontrarla le dijeron: “Solo tu señora, de esta manera, podrás conseguir que haga cesar la tempestad que está inundando la Tierra. Entonces la diosa, con voz melodiosa y sin dudar contesto: “Así será, pues es mi deseo consolar al dios Tláloc y estar a su lado”.

La diosa Chalchiuhtlicue se vistió con sus ropas de ola, calzo sus hermosas sandalias de caracoles y sonajas, y pinto su cara de azul. Y así, engalanada, viajo hacia tlalocan. Cuando Tláloc vio a la hermosa Chalchiuhtlicue quedo cautivado y sintió que se llenaba de júbilo. Por eso pidió a sus tlaloques que inmediatamente le pusieran sus mejores ropas. Ellos obedecieron presurosos y colocaron la diadema de plumas blancas y verdes; las ajorcas de oro en los tobillos y la máscara sagrada hecha de serpientes entrelazadas.

Cuando por fin llego, Tláloc comprendió que se había enamorado de ella y decidió proponerle matrimonio, petición a la que Chalchiuhtlicue acepto complacida porque también lo amaba. Aun cuando Tláloc mando a quitar las nubes negras que oscurecían a la Tierra, y solo llovía algunos días no llovió en ese entonces quedo en los lagos, en el mar y en las entrañas de la tierra.

LEYENDA DE LOS CINCO SOLES: La Tierra, El Sol y La Vida

La concepción que tenían los aztecas acerca del origen del hombre es similar a la que prevalecía por esa época nos solo en Europa sino también en el resto del mundo; pero a diferencia de los mexicas que consideraban a varios dioses vinculados con la vida los españoles sostenían que eta la confería con un solo Dios.

El descubrimiento de ciertos seres vivos de dimensiones extremadamente pequeños a los que llamaron microbios; ello dio lugar a gran cantidad de respuestas que denominaron teorías o hipótesis, la primera de ellas fue postulada en 1921, por el biólogo ruso Alexander Ivanovich Oparin, en tanto que la segunda se presentó, en 1928 por el biólogo, ingles B.S Haldane y años más tarde, en 1949, J. Bernal hizo aportaciones significativas a dicha propuesta. Para los aztecas el mundo había tenido “cuatro soles” antes del actual, o “quinto sol”, los cuales fueron destruidos por catástrofes, y los hombres que habitaban la Tierra, en cada una de esas épocas remotas, desaparecieron.

Los mexica creían que los dioses y todos los seres vivos provenían de una pareja primordial y divina Ometecuhtli y Omecihuatl. El dios y la diosa tuvieron cuatro hijos: Camaxli o Tezcatlipoca rojo, Tescatlipoca negro, Quetzalcoatl y el cuarto Huitzilopchtli. Transcurridos 700 años del nacimiento de los cuatro dioses hermanos, estos se reunieron para organizar lo que tenía que hacerse y acordaron que Quetzalcoatl y Huitzilopochtli se encargarían de todo. Primero crearon el fuego, y después de este hicieron “medio sol” Procedieron a crear el inframundo y pusieron en el cómo dioses al señor del inframundo y a la señora del inframundo para que fueran marido y mujer; tezcatlipoca negro, que era el que más había afanado en las creaciones, se convirtió rápidamente en un “solo entero”.

Pasado el tiempo, Tezcatlipoca negro decidió vengarse porque Quetzalcoatl lo quito de ser el sol. Como tenía el poder de convertirse en jaguar, salió del agua convertido en ese animal y dio un gran zarpazo a Quetzalcoatl para que dejara de ser el sol y empezó a comerse a los gigantes que Vivian en la tierra. Muy tristes estaban los dioses por lo que

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