REBELION CONTRA EL EXCESO

UNIVERSIDAD AUTONOMA DE GUERRERO

ESCUELA SUPERIOR DE ECONOMIA

MATERIA:

ECONOMIA ECOLOGICA

MAESTRO:

JESUS CASTILLO AGUIRRE

RESUMEN DE EXPOSICION

TEMA:

REBELION CONTRA EL EXCESO

AUTOR:

MATTHIAS GREFFRATH

INTEGRANTES DEL EQUIPO:

JOSE CARMEN MOCTEZUMA

CUAUHTEMOC PATRICIO HINOJOSA

INTRODUCCION.-

Matthias greffrath  periodista independiente y ensayista nos relata de una forma cruda y realista su punto de vista y su visión sobre la situación mundial que genera la voracidad del capitalismo y nos concientiza en que es lo que le depara al mundo si se acabase la fuente de todos nuestros bienes, la naturaleza; la cual se encuentra muy deteriorada por diversos factores que son producto del hombre vil que solo busca satisfacer su bienestar momentáneo olvidándose de las futuras generaciones que vendrán después de nosotros.

DESARROLLO

El trabajo es la fuente de toda riqueza y cultura, escribieron los socialdemócratas en los fundamentos del programa de gotha de 1875.

De inmediato Marx les replico de forma indignada. “la fuente de toda riqueza no es solamente el trabajo”, les decía que “la naturaleza tiene la misma importancia como fuente de todos los bienes de uso”.

Esto es lo que han de haber pensado esas 30,000 personas que marcharon hacia la casa de gobierno el 1 de mayo del 2014 en Berlín, Alemania.

Estamos hartos eran las consignas, queremos un giro radical en la política alimentaria, económica y agraria.

Hoy sabemos que la explosiva productividad del capitalismo trajo un bienestar creciente bajo la forma del consumo individual.

Sin embargo, es precisamente esa voracidad productiva la que de manera progresiva está impidiendo el metabolismo de la naturaleza de que Marx hablaba hasta el punto de su posible desintegración.

Esto vale tanto para el agotamiento de las materias primas y los recursos naturales con su subsecuente influencia sobre el cambio climático, como para aquel metabolismo del que depende nuestra existencia; los alimentos.

La esencia del reclamo delante de la casa de gobierno era una agricultura diferente, un tratamiento menos manipulador de los alimentos, menor consumo de carne, punto final a la cría intensiva de animales y a la agricultura que depende de los agroquímicos y la manipulación genética, soberanía alimentaria y un ordenamiento agrícola global más equitativo.

Obreros agremiados que luchan por los derechos de esclavos, marchaban junto a opositores de la manipulación genética y ecologistas de pensamiento global.

En síntesis, el tema que ocupa a esta amplia movilización es el sabor y el abono, el arado y la pobreza, la economía doméstica y la economía global.

Esta mezcla de objetivos políticos y morales, conservadores y progresistas, locales y globales, sentimentales y científicos, movilizados por la consternación existencial, el temor paranoico o esclarecido, turbados existencialmente y afligidos por el futuro de la humanidad, y también el interés creciente por saber que comemos, de donde vienen los alimentos, como fueron manufacturados y cuáles son sus eventuales consecuencias, son factores de una mixtura que también se dio en el movimiento antinuclear de los años 80’s y 90’s.

Que después le dieron la razón ya que las consecuencias de esas explosiones nucleares aplicadas  a los alimentos hoy en día pueden llamarse vaca loca, pollos con dioxina, plomo en sangre, cáncer o malformaciones genéticas provocadas por el abuso de los agroquímicos, etc.

Aunque a decir verdad, nadie puede imaginarse como será, tal vez no una explosión, sino el quiebre lento de los sistemas naturales, el agotamiento letal de la tierra, los mares y los bosques.

Sea lo que fuere, no hay que confiar en las catástrofes, si son demasiado pequeñas se olvidan rápido y, cuando son grandes, ya es demasiado tarde y la salvación cae en manos de los falsos salvadores, que, en el caso de la escasez de alimentos, podría ser un gobierno autoritario al que se le ocurra racionarlos para adecuarlos a una pretendida supervivencia de los sistemas biológicos.

Desde hace años se vienen formando nuevos movimientos sociales en todas partes, intereses diferentes, hacen alianza para protestar preocupados por su existencias futuras,  todas estas pequeñas iniciativas tienen el rasgo común, convocan por igual a grandes y chicos, jóvenes y viejos, conservadores y progresistas de derecha o izquierda, todos preocupados por el deterioro de la salud y la contaminación del entorno inmediato por causa de la industrialización total y la expansión financiera de la agricultura.

La crítica se dirige contra nuestra forma de vivir y, en especial de comer, porque sus reclamos se ligan a un malestar latente compartido y, también porque los enemigos actuales son, los acaparadores de las tierras, manipuladores de la cría intensiva, especuladores, productores de alimentos fraudulentos y envenenadores del suelo.

Lento pero seguro, el esclarecimiento sobre la producción de alimentos va penetrando en nuestro lenguaje.

La consecuencia del aumento de la productividad por manipulación genética es una múltiple competencia de sustituciones y desplazamientos.

Grandes cantidades de tierras cultivables y agua subterránea dejan de servir en función del exceso de abono producido por las industrias de la carne.

Decrece la multiplicidad de plantas y animales por causa del desmesurado uso de agrotóxicos.

Aunque el problema va desde la cría y el cultivo, pasa por los supermercados y llega hasta la mesa, la mala alimentación de millones de personas, la obesidad e innumerables enfermedades de millones de seres humanos tienen un origen común: el desacoplamiento, la separación, la enajenación, la economizacion y globalización de la producción y el consumo de alimentos, no hay políticas que traten de retornar a la economía a los circuitos regionales así como a  la agricultura campesina intensiva y a una revolución alimentaria en los países ricos.

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