La Rebelion De Las Masas
Enviado por Viri • 6 de Octubre de 2011 • 1.432 Palabras (6 Páginas) • 1.521 Visitas
La Rebelión de las masas.
El autor realiza una elevada y profunda taxonomía de un tipo de ser humano al que llama “hombre-masa”. Entenderemos que el hombre-masa estaba invadiendo todos los estratos sociales, y todos los puestos tanto públicos como privados. Es el tipo de hombre que domina la llegada del “hombre-masa” a todos los ámbitos de la sociedad.
El “hombre-masa” hace referencia a la moral del hombre, su pensar y la evolución o creación de necesidades que antes eran exclusivas de las minorías o de los selectos. Estas necesidades a las que fueron llevados se fueron dando al ir teniendo acceso a los frutos obtenidos por las minorías.
Desde el primer capítulo el autor comienza mandando un mensaje de lo que va a seguir en el libro: la rebelión de las masas, es decir, la subida al poder político del hombre común. Ortega y Gasset aclara que las palabras “rebelión” y “masas” no solo se deben ubicar dentro del campo político, sino también en ámbitos como puede ser el religioso, el económico, social y cultural.
La “masa social” no sería tal si no contará con dos elementos:
• La Masa: que correspondería al hombre medio.
• La Minoría grupos de individuos con cualidades especificas.
La minoría es un grupo que se ha formado a partir de la masa. Es cuando alguien deja de ser masa para trabajar en un proyecto “especial”.
Las masas crean una homogeneidad social, aquel que esté fuera de las costumbres, o que simplemente opine diferente que los demás corren el riesgo de ser excluido o eliminado socialmente.
Dice Ortega que la función natural de la minoría es guiar a la masa y la función natural de la masa es acatar los rumbos de la minoría. Hay que entender que la minoría no es tampoco una clase o grupo social, sino una función , de modo que a la misma se pertenece transitoriamente mientras se tienen aptitudes y actitudes mejores para desarrollar una cierta tarea. En menos de un siglo el nivel de vida ha subido enormemente, pues lo que antes solamente acontecía a la aristocracia ahora es normal en el hombre medio. Por eso Ortega señala el toque de la aristocracia que presenta el hombre mas, demuestra que es evidente la nivelación entre clases sociales.
Tenemos motivos suficientes como para pensar que nuestra civilización vuelva a ser primitiva, es decir, sin una civilización que no avance, que se quede estacionaria. Este posible retroceso está en nuestra mano evitarlo. Tenemos que evitar el primitivismo al que se entrega el hombre masa.
Volvemos a la cuestión de siempre ¿por qué sucede esto precisamente ahora que tenemos todos los medios a nuestro alcance? Otras civilizaciones anteriores murieron por falta de principios, sería una incongruencia que ahora pase precisamente lo contrario, morir por exceso de principios.
Para evitar esto tenemos que aprender a convivir con los recursos que nos brinda nuestra generación. Para luchar contra el primitivismo tenemos el saber histórico mismo que nos ayudará a no cometer errores que ya se produjeron en civilizaciones anteriores.
Ninguna persona de ningún tiempo se jamás se ha sentido ni superior ni inferior a la de otro, simplemente hay pueblos satisfechos e insatisfechos. ¿Cómo se consigue esa satisfacción? Mediante la satisfacción de ver cumplido un deseo que se venía persiguiendo de tiempos atrás. La plenitud es en realidad una conclusión. Pero esta satisfacción es un arma de doble filo pues si no se sabe renovar los deseos ocurrirá que ese siglo morirá, “morirá de satisfacción”, por olvidarse de alcanzar un objetivo y se produce una decadencia.
La sociedad actual está satisfecha con su tiempo, se cree superior a cualquier otra época. El estimulante de vida del hombre masa es la insinceridad, el humorismo, la broma, la vida se convierte en algo trivial. “Casi todas las posiciones que se toman y ostentan son interiormente falsas ”. La autoridad y la ley son objeto de burla, se le dan más facilidades a los que actúan con poca ética que a los que hacen lo correcto, desaparece la educación y las buenas maneras en el trato social, cae el respeto a los mayores.
Se tiende a poner en primer plano los deportes, la atención desmedida al propio cuerpo y al físico, los coches, es decir, a las cosas materiales. La falta de romanticismo en la relación de una pareja, el divertirse con el intelectual pero en el fondo no estimarlo, todo esto son signos del imperio
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