Reducción de consumo de Gas Licuado de Petróleo (GLP)

Reducción de consumo de Gas Licuado de Petróleo (GLP)

Al Ecuador le cuesta el subsidio de GLP alrededor de 700 millones de dólares, consumo de un elemento fósil que el régimen lo busca reducir en el país por ser peligroso, contaminante y caro. Correa dijo que este uso empezará a cambiar cuando en 2016 entren a funcionar los ocho proyectos hidroeléctricos que están en construcción.

Para que el modelo previsto tenga éxito se plantea que desde el 2015 se empiece a comercializar en Ecuador cocinas eléctricas subsidiadas. “Regalaremos los primeros 10 kilovatios de energía y el precio del gas deberá ser internacional”, sostuvo Correa, quién añadió que el Estado pierde por contenido y por distribución del GLP.

Además, indicó que la utilización del gas no se puede eliminar en el país, pues siempre habrá que considerar en los hogares proveerse de al menos un tanque de gas.

Costo de los subsidios

El Estado ecuatoriano invierte en varios subsidios, unos que son de servicio y otros de ayuda económica.

Rafael Correa indicó que al momento se invierte 996 millones de dólares en el Bono de Desarrollo Humano, 29 millones en el bono Joaquín Gallegos Lara, en seguridad social 1.321 millones y electricidad 40 millones.

Fin del subsidio al gas en el 2016

El anuncio presidencial de eliminar el subsidio al gas en el 2016, y sustituir ese combustible por electricidad en los hogares, pone una dosis de realismo al manejo de las finanzas públicas. El Ecuador importa la mayor parte del Gas Licuado de Petróleo (GLP) y destina anualmente más de USD 700 millones para sostener un precio nacional de USD 1,6 para el tanque de 15 kilos, que en Perú bordea los USD 20 y en Colombia los USD 26. La eliminación del subsidio, de alta sensibilidad política, requiere que entren a operar las hidroeléctricas que están construyéndose, y que las cocinas a gas sean reemplazadas por cocinas eléctricas de inducción. Esta tecnología tiene un mayor rendimiento y está precedida de un plan piloto realizado hace tres años en Carchi, provincia en la cual el Gobierno entregó 6 400 cocinas. Es precisamente en las fronteras en donde el problema del abastecimiento del gas genera graves problemas, por los precios reales en los países vecinos. Un cálculo inicial menciona que se necesitarían más de tres millones de cocinas eléctricas para reemplazar a las que funcionan a gas, lo cual motiva que los usuarios empiecen a prepararse para un eventual cambio. Otros sectores involucrados, como los importadores, los fabricantes y los constructores, también empiezan a tomar decisiones, a la espera de que el anuncio sea lo suficientemente sólido y no genere falsas expectativas.

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