Reporte de lectura: “EL MUNDO DE SOFÍA”

Reporte de lectura:

“EL MUNDO DE SOFÍA”

Primer capitulo: el jardín del Edén.

Sofía Amundsen es una joven de 15 años, estudia en la escuela secundaria. Vive en una ciudad de Noruega. Tiene una mejor amiga llamada Jorunn.

Un día, después de la escuela, Sofía llega a casa y recoge el correo que se encuentra en el buzón, ahí, encuentra una carta con su nombre. Esa carta solamente contiene una pregunta: “¿Quién eres?”. Tiempo después (en ese mismo día) aparece otra carta con una pregunta distinta: “¿De dónde viene el mundo?”.

Esas preguntan atormentaban a Sofía pues la hacía pensar más allá de lo que era capaz de ver. Ella era Sofía Amundsen, pero, quién era esa tal Sofía. Ella no lo sabía, no sólo buscaba posibles respuestas, buscaba respuestas concretas, pero no tuvo éxito.

Más tarde, en el buzón, vio otra carta, ésta era diferente pues era una postal de cumpleaños. Llevaba su nombre, pero no era para ella, sino para una joven llamada Hilde Moller Knag. Después de eso la mente de Sofía no para de pensar. No estaba segura de nada, bueno, sólo de una cosa; las tres cartas estaban relacionadas.

Segundo capítulo: el sombrero de copa.

A Sofía le era casi imposible concentrarse en la escuela, solo pensaba: “¿Por qué no habla de lo qué es el ser humano, o de lo qué es el mundo y de cuál fue su origen?”. Decidió dejar a un lado las cartas anónimas y no le habló a nadie de ellas.

Después de un rato, su mejor amiga; Jorunn, la invitó a jugar, pero Sofía se negó y se fue a casa. Cuando llegó, abrió el buzón con una emoción incomparable pues esperaba encontrarse con otras cartas como las del día anterior. Lamentablemente en el buzón solamente había una carta del banco y unos grandes sobres amarillos dirigidos a su madre. Pero… no todo estaba perdido… al cerrar el buzón Sofía se percató de que uno de los sobres amarillos era para ella, el sobre tenía escritas unas palabras: “Curso de filosofía. Trátese con mucho cuidado”.

En el interior del sobre venían unas hojas, en dichas hojas se hablaba de lo que es la filosofía y lo que se necesita para ser filósofo (“lo único que necesitamos para ser buenos filósofos es la capacidad de asombro”). Así mismo, el autor de las cartas le informa a Sofía que tendrá cursos de filosofía en pequeñas dosis y con la temática de los sobres.

Tercer capítulo: los mitos.

A la mañana siguiente, Sofía no encontró ninguna carta para ella así que durante el colegio estuvo aburrida. De regreso a casa revisó el buzón, encontró una carta de su padre y un sobre amarillo con su nombre. Corrió a su jardín y comenzó a leer

La visión mítica del mundo:  por filosofía se entiende una nueva forma de pensar nacida en Grecia alrededor del año 600 a.C.

El autor o el hombre extraño le cuenta a Sofía el mito de Tor, un vikingo, para que de esta manera ella entienda lo qué es tener “una visión mítica del mundo”. Él le dice que antes la respuesta a la lluvia era que Tor agitaba o sacudía su martillo; cuando llovía, todo crecía bien.

En el final de la carta, el hombre extraño le aclara a Sofía que los filósofos tienen un objetivo, éste es: encontrar explicaciones para todos los fenómenos naturales.

Al terminar de leer Sofía se empieza a cuestionar, ella se pregunta si ¿habría creado un mito para intentar explicar lo que pasaba en la Tierra? (Si es que hubiera nacido en ese jardín sin que nadie le hablará de la naturaleza y de los fenómenos naturales como la lluvia), para buscar una explicación de por qué pasaban las cosas y no estar atormentada con esa pregunta o con interrogantes similares.

Cuarto capítulo: los filósofos de la naturaleza.

En este capítulo Sofía recibe otras tres preguntas, las cuales le parecieron un tanto raras o extrañas. Cuando regreso de la escuela, Sofía tenía un sobre en el buzón, y como era de costumbre, salió al jardín a leerlo. En esta carta Alberto Knox le hablaba de los filósofos de la naturaleza (así se les llamo a los primeros filósofos de Grecia); estos filósofos, como su nombre lo dice, se interesaban por la naturaleza y por los procesos que ésta conlleva.

Tres filósofos de la naturaleza fueron: Tales, pensaba que el agua era la fuente de toda vida y que cuando esta se disuelve vuelve al agua.
El segundo que era de Anaximandro, pensaba que nuestro mundo solo es uno de muchos mundos que nacen y mueren en “lo indefinido”. El tercero fue Anaxímedes que opino que el aire era el componente principal de lo que nos rodea.

Todos estos filósofos tenían cosas en común, la primera es que todos ellos nacieron en Mileto y la segunda es que los tres pensaban que existía un componente o una materia prima de la que todo proviene.

Quinto capítulo: Demócrito.

Sofía recibió un nuevo sobre con una pregunta en su interior “¿Por qué el lego es el juego más genial del mundo?”. Ella no estaba conforme con esa pregunta, pues ella no pensaba que el lego fuera el mejor juguete del mundo. Tampoco lograba encontrar una relación entre el lego y la filosofía. Después de regresar del colegio, Sofía encontró un sobre de su profesor de filosofía, en él le hablaba de Demócrito, quien fue el último gran filósofo de la naturaleza.

Demócrito pensaba que todo estaba construido por unas pequeñas piezas invisibles, eternas e inalterables, a lo que él se refería como átomos. Creía que éstas piezas eran diferentes en todo lo que se encontraban. Gracias a Demócrito se encontró una respuesta aceptable para la incógnita de ese tiempo.

Sexto capítulo: el destino.

Sofía estuvo vigilando el buzón para por fin descubrir quién era su misterioso maestro de filosofía, pero no tuvo suerte y fracaso en el intento. Cuando abrió la puerta se su patio se percató de que había un sobre en el piso, ese sobre contenía tres preguntas.

Sofía estaba decidida a conocer a profesor, entonces, redacto una carta, la cual dijo en el buzón dentro de un sobre rosa. Ese día no recibió respuesta, pues era demasiado pronto. Durante la noche, Sofía veía por su venta mientras esperaba que su maestro le dejara un sobre y recogiera el que ella le había dejado. Era demasiada noche, pero Sofía vio a alguien, bajo demasiado pronto y tomo el sobre que le había dejado, en él le hablaba del destino: la necesidad de saber o conocer el futuro, hicieron que los griegos crearan “el oráculo de Delfos” que según su mitología fue creado por Júpiter. Los ciudadanos daban la pregunta a los sacerdotes, estos se la transmiten a la sacerdotisa Pitia y esta consultaba al oráculo. No solo le hablo del destino, sino que también le hablo de la ciencia de la historia y de la ciencia de la medicina.

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