Sector Primario
Enviado por beysabel • 25 de Enero de 2015 • 1.934 Palabras (8 Páginas) • 209 Visitas
l hablar de la economía de un país, nos referimos a los recursos que tiene ese país, a los bienes que produce, a los métodos de producción que emplea y al destino final de los bienes producidos. También designamos con el término economía las políticas económicas de los gobiernos, que intervienen, en mayor o menor medida, a la hora de establecer los sistemas productivos de un país, de fijar precios y salarios, de recaudar impuestos, de establecer ventajas o limitaciones, etc. El Estado, por ejemplo, puede crear y dirigir sus propias empresas, limitar la producción de un bien y fomentar la de otro, conceder ventajas para el establecimiento de industrias en una determinada región, conceder exenciones o ventajas fiscales.
Para estudiar metódicamente los bienes que produce un país, se suele dividir la economía en tres sectores:
—El sector primario, que abarca la agricultura, la ganadería, la pesca y la explotación forestal; esta última consiste en el aprovechamiento económico de los bosques para la obtención de madera, pasta de papel y algunas otras sustancias como resinas y caucho.
—El sector secundario, que engloba la minería y la industria.
—El sector terciario, que agrupa todas las demás actividades necesarias para el desarrollo de una sociedad: comercio, finanzas, transportes, turismo, enseñanza, sanidad, deportes, espectáculos, etc., consideradas desde un punto de vista económico, es decir, como productoras de riqueza.
Comprende las actividades que se realizan en contacto directo con la naturaleza y se caracteriza por dedicarse directamente a la producción de bienes, sin someterlos a ningún proceso de transformación.
EL SECTOR PRIMARIO:
LA AGRICULTURA
La agricultura es el arte de cultivar la tierra. Engloba, por tanto, todas las acciones necesarias para convertir el medio natural en terreno apto para el crecimiento de los productos de cultivo y todas las actividades necesarias para el desarrollo óptimo y la recolección de dichos productos.
La agricultura comenzó en el Oriente Próximo durante la Prehistoria, en el período llamado Neolítico, hace unos 11.000 años, cuando los hombres aprendieron a cultivar la tierra, para obtener así productos alimenticios sin tener que trasladarse de unos lugares a otros. Hasta entonces, el hombre prehistórico había vivido de la caza, de la pesca y de la recolección de frutos, raíces y semillas.
Al ser una actividad que se desarrolla generalmente al aire libre, la agricultura depende en gran medida del clima, de los suelos y del relieve. El clima puede hacer imposible la agricultura, como por ejemplo en los desiertos por exceso de aridez y en las regiones polares por exceso de frío, pero influye sobre todo en el tipo de cultivos: no se pueden cultivar los mismos vegetales en una zona tropical que en una zona templada.
También los suelos deben reunir determinadas cualidades para que puedan crecer en ellos las plantas; en primer lugar, deben tener un grado adecuado de humedad, ni demasiado alto ni demasiado bajo, porque las plantas se alimentan absorbiendo agua del suelo; en segundo tienen que tener determinadas sustancias minerales, como nitrógeno, fósforo potasio y calcio, necesarias para la vida de os vegetales. En algunos suelos, como los pantanosos, los excesivamente pedregosos o los muy finos, la agricultura es posible.
El relieve condiciona mucho la agria porque sólo los suelos bastante son aptos para el cultivo. En cambio , es muy difícil llevar a cabo las tarea agrícolas en las vertientes de las montañas o en los terrenos demasiado accidentado. Aunque también puede ocurrir que las zonas excesivamente llanas se encharquen tras las lluvias, lo que imposibilita los cultivos.
Desde tiempos muy remotos, en su afán la extensión de los terrenos nombre ha luchado contra todos estos inconvenientes y en algunos lo ha vencido: por ejemplo, construyendo invernaderos para proteger algunas plantas de los rigores del clima, aumentando la fertilidad del suelo por medio de abonos construyendo canales de desagüe para secar las zonas encharcadas y pantanosas y disponiendo las vertientes de las montañas en terrazas para poder cultivarlas.
Además para mantener la fertilidad de los suelos , el hombre ha recurrido desde antiguo a dos sistemas: el barbecho y la rotación de cultivos. El barbecho consiste en dejar descansar la tierra para que esta recupere las sustancias nutritivas que pierde cuando está cultivada. El barbecho más frecuente, que cultiva la tierra un año y la deja reposar al siguiente, se denomina de año y vez. La rotación de cultivos consiste en alternar determinados cultivos en un mismo campo, para que unos le aporten al suelo lo que los otros le quitan. Existen muchos tipos de rotación de cultivos; uno de los más corrientes es el que alterna un cereal con patatas y plantas forrajeras (alfalfa, trébol, remolacha).
En la actualidad, estos sistemas se siguen utilizando en algunos lugares, pero en muchos otros se puede prescindir de ellos gracias a los abonos y fertilizantes químicos, que le proporcionan al suelo todas las sustancias necesarias.
En su lucha contra el medio ambiente, el hombre ha obtenido sus mayores victorias por medio del regadío, que permite convertir en cultivables tierras que de otro modo serían infértiles a causa de la aridez del clima. Se distingue así entre agricultura de secano, en la que toda el agua que reciben las plantas procede de las lluvias, y agricultura de regadío, en la que el hombre aporta agua artificialmente a los cultivos. En la agricultura de regadío, el riego puede ser por inundación: inundando campos ya sembrados (se utiliza, por ejemplo, en los arrozales); por infiltración: haciendo llegar el agua a los campos por medio de canales, acequias y surcos; y por aspersión: echando agua desde arriba como si se tratara de gotas de lluvia. Esta última se lleva a cabo con unos aparatos especiales y tiene la ventaja de que limpia las plantas, lo que les permite respirar mejor.
Con
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