TEORIA DEL VALOR: Adam Smith y David Ricardo
Enviado por ddd93 • 27 de Octubre de 2015 • Síntesis • 2.877 Palabras (12 Páginas) • 1.597 Visitas
TEORIA DEL VALOR
Adam Smith y David Ricardo son los principales representantes de lo que hoy se conoce como Economía Clásica o Sistema Clásico. Ambos teóricos fueron los precursores de la economía moderna, pues dieron un nuevo enfoque al estudio de la misma, al aplicar el método científico para explicarla. Smith no estaba de acuerdo con la teoría mercantilista y creía que era necesario otro modelo económico para su época. Así, fue el primero en proponer una nueva perspectiva a través de su obra principal Investigación de la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones, mediante la cual tomaba algunos conceptos del mercantilismo y de la fisiocracia para refutar algunos y mejorar la explicación de otros, tales como la teoría del valor, el origen del excedente y la distribución del mismo. Ricardo continúa el trabajo realizado por Smith y hace algunas aclaraciones en cuanto a la teoría del valor, pues este es el principal aporte de ambos.
Sin embargo, los dos cayeron en algunas contradicciones en su intento por explicar el valor en uso y valor en cambio de las mercancías. Cómo se determinan, de dónde provienen y cómo se miden, son algunas de las preguntas que intentaron explicar en sus teorías, pero que se vieron obstaculizados por la complejidad de las variables que es necesario tomar en cuenta. A pesar de esto, sentaron las bases de una escuela de pensamiento económico que ha perdurado a través de los siglos en los países capitalistas, con las debidas aclaraciones para la época y lugar.
ADAM SMITH
Adam Smith fue el primer economista académico. Tomando una perspectiva alejada del ambiente meramente comercial, aunque con conocimientos del tema, hizo posible el desarrollo del pensamiento económico en tanto a ciencia. Si bien estuvo influenciado por varios pensadores y escritores de filosofía y economía como Hutcherson, Aristóteles, los fisiócratas, Hobbes, entre otros, concuerda en una característica común de todos ellos: la prevalencia superior de la ley natural sobre la humana. Además, Smith emplea algunas doctrinas económicas ya desarrolladas para concretar su teoría del valor, como las de Petty, Steuart y Cantillon.
Su obra Investigación de la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones, trata temas acerca de los problemas de la producción, la distribución y el cambio, del capital, las distintas políticas económicas que han seguido diferentes naciones en diversas épocas, los sistemas anteriores de economía política y las finanzas públicas. En su pensamiento siempre está presente la idea del orden natural que prevalece sobre las instituciones humanas, las cuales representan, con frecuencia, obstáculos para el alcance de lo que naturalmente se puede lograr.
De acuerdo con Smith, la conducta humana descansa en seis motivaciones: el egoísmo, la conmiseración, el deseo de ser libre, el sentido de la propiedad, el hábito del trabajo y la tendencia a cambiar una cosa por otra. Dado lo anterior, cada individuo buscará su propio interés y debe contar con plena libertad de satisfacerlo a su manera. Con esto, no sólo conseguirá su propio beneficio, sino que también conseguirá el beneficio común de la sociedad, pues el beneficio de un individuo no se opone al bien de todos. Esta idea llevó a Smith a la conclusión de que cada individuo, al buscar su propio beneficio, es “conducido por una mano invisible a promover un fin que no entraba en su propósito”.
Como consecuencia de este orden natural, Smith asegura que cualquier intervención del gobierno no es solamente innecesaria, sino también perjudicial. Para él, el Estado debe cumplir con ciertos deberes propios únicamente, a saber: la defensa contra la agresión extranjera; la administración de la justicia; la creación de instituciones públicas que no son sostenidas por ningún individuo por carecer de una ganancia adecuada y el manejo del circulante o política monetaria. Fuera de estos fines, el Estado debe dejar a las motivaciones de cada individuo la tarea de los asuntos económicos. Afirma que mediante la división del trabajo y la pertenencia a una sociedad, el hombre tiene una necesidad constante de los otros, lo que lo lleva al cambio para satisfacer sus necesidades. Este cambio hace posible la satisfacción simultánea de los intereses de uno y otro involucrado.
Smith fue el principal promovedor de la política de laissez faire, aún en mayor grado que los fisiócratas, pues no aplicaba este principio solamente a la agricultira, sino que lo hacía para todos los campos de la producción. Además, sostuvo que los privilegios y favoritismos como el monopolio, devenidos del mercantilismo, debían desaparecer, pues eran obstáculos para los que no se encontraban entre los favorecidos. Creía entonces en una política económica de libre competencia, la única congruente con la libertad natural y la úncia que aseguraba a cada individuo la obtención de una recompensa a sus esfuerzos que se sumaría al bien común. Sin embargo, aún cuando Smith criticaba profundamente la intervención del Estado, por otro lado defendía la institución de la propiedad privada y además, señalaba como una obligación del gobierno la defensa de ésta.
Posteriormente, Smith plantea su teoría del valor, la cual se sustenta sobre el principio de que el trabajo es la fuente última de la riqueza de una nación, ya no el comercio exterior como en el mercantilismo; ya no en la agricultura como en la fisiocracia. Comienza su análisis con la división del trabajo, pues según él, es la causa principal de la productividad. Sin embargo, sostiene la idea de que los bienes por si mismos se convierten en fuente de riqueza al ser estos propensos al cambio. Señala entonces que es el mismo cambio lo que produce la división del trabajo y confunde los términos de causa y efecto, pues auqnue el cambio no puede existir sin la división del trabajo, no es cierto que la división del trabajo requiera la existencia del cambio, pues ha habido sociedades en las cuales existe la primera sin estar presente el último. Otorgó un carácter de validez para todo tiempo y lugar una característica esencial de la sociedad de su época, en un inteto por destacar la influencia del mercado sobre la productividad, para demostrar que el libre comercio es un requisito sine qua non al desarrollo de la productividad de un país.
Continúa la exposición de su teoría diciendo que todo hombre se convierte, en cierta medida, en comerciante, transformando así la sociedad en una sociedad comercial. Pero esta sociedad comercial, para ser eficaz, debe eliminar las desventajas que produce cambiar una mercancía por otra, lo que lleva a adoptar un medio de cambio generalmente aceptado: el dinero. Ante esto, toma la conclusión aristotélica de la palabra valor, según la cual existe el valor en uso (la utilidad de un objeto en particular), y el valor en cambio (la capacidad de un objeto para comprar otros bienes). Smith solo se dedica a explicar el valor en cambio, pues considera que es el más importante.
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