Tema: Respetemos a Dios y seamos irreprochables

Elisabet. Tema: Respetemos a Dios y seamos irreprochables

Elisabet era una mujer temerosa de Dios; esposa del sacerdote Zacarías y madre de Juan el Bautista. Ambos de la familia de Aarón y las Escrituras dicen que tanto ella como su esposo “eran justos delante de Dios porque andaban exentos de culpa de acuerdo con todos los mandamientos y requisitos legales de Jehová”. Amaban tanto a Dios que no suponía ninguna carga para ellos seguir un derrotero de justicia y guardar sus mandamientos.

Sin embargo, bastaba con estar un rato en su hogar para darse cuenta de que les faltaba algo ya que no tenían hijos debido a que elisabet era estéril y recordemos que en ese entonces, la maternidad era muy valorada, y la mayoría de las familias eran numerosas. Pero a pesar de esto elisabet demostró un profundo respeto a Jehová y una conducta irreprochable. ¿Por qué decimos esto?

En  primer lugar la ley rabínica permitía al varón israelita que se divorciara de su esposa si no le daba hijos, pero ninguno de los dos buscó una salida fácil del matrimonio. Aunque les apenaba no tener descendencia, siguieron sirviendo fielmente a Jehová, quien instituyo el matrimonio demostrándole así un profundo respeto. Con el tiempo, él los recompensó al permitirles concebir milagrosamente un niño en su vejez (Luc.1 5-7).

En segundo lugar Elisabet también demostró una conducta irreprochable en otro sentido, pues cuando nació el bebé, su padre no podía hablar, pues se había quedado mudo como castigo por poner en duda las palabras del ángel de Jehová. Pero él le había comunicado a su esposa de algún modo que, de acuerdo con las indicaciones del ángel, el niño recibiría el nombre de Juan. Cuando los vecinos y parientes insistieron en que debía llamarse como su padre, Elisabet apoyó lealmente a su marido así lo menciona (Luc. 1:59-63).

¿Qué podemos aprender de este personaje bíblico?

Al igual que Elisabet y su esposo, los matrimonios de la actualidad se enfrentan a problemas y decepciones, pero al igual que ellos, si se siguen y respetan todos los mandamiento de Jehová se podrán superar dichas dificultades que el matrimonio se mantenga floreciente. En cierto sentido, esto como una cerca que protege el hogar y lo mantiene libre de intrusos y amenazas, brindando seguridad a sus moradores.

Por lo tanto, es forcémonos por seguir ejemplos como este, demostremos mediante nuestras acciones que respetados a nuestro Dios y que le servimos fielmente a pesar de las adversidades. Si lo hacemos así tengamos la seguridad que al igual que a elisabet y Zacarías Jehová nos bendecirá con vida eterna en el futuro aquí en la tierra convertida en un paraíso.

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