Tendencias De Deuda Para 2012 En México.
Enviado por matadorjosue • 9 de Octubre de 2011 • 2.698 Palabras (11 Páginas) • 976 Visitas
Tendencias de deuda para 2012 en México.
Introducción.
En 1982 México entró en la crisis del pago de la Deuda Externa, e inició el modelo neoliberal del sistema capitalista con la aplicación de las Políticas de Ajuste Estructural (PAE) condicionados por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM). Estos controlados por los países más ricos del mundo y a su vez por gobiernos que defienden los intereses de las grandes corporaciones trasnacionales más poderosas.
Desde entonces los gobiernos neoliberales mexicanos han ido aplicando dichas medidas que han abarcado cambios constitucionales, eliminación de subsidios y aranceles a la importación, apertura de fronteras al mercado externo; eliminación de cuotas de importación, de precios de garantía y de control de precios; disminución de derechos laborales; privatizaciones de empresas y servicios como fueron los bancos, fondos de retiro y pensiones, carreteras, sector minero, petroquímica, generación de energía eléctrica, entre otros rubros. Así, durante 29 años (1982-2011) la estructura del país se ha ido modificando y debilitando paulatinamente al Estado Nación para dar paso del modelo neoliberal hacia el modelo corporación-nación. En éste, las grandes trasnacionales se preparan para el total control de la economía y los recursos de la nación.
Al término del sexenio del presidente Vicente Fox (2000-2006) quedaron pendientes en la agenda del ajuste las reformas fiscales que garanticen al gobierno liquidez para cumplir con los compromisos de la deuda. También quedaron pendientes las reformas para la “flexibilización laboral” con el objetivo de hacer más competitiva la inversión privada extranjera, lo que no es otra cosa que seguir eliminando los derechos humanos laborales y las condiciones de los trabajadores. Un tercer elemento clave que quedó pendiente fue la reforma al sector energético que apunte hacia la privatización del gas, el petróleo y la energía eléctrica. Sin embargo, hay otros elementos que avanzaron pero que no se han consolidado. Por un lado el gobierno federal ha logrado ir descentralizando el papel del Estado y sus diversas dependencias y secretarías para pasar a las entidades la responsabilidad de éstas abandonadas a sus propios medios o eventualmente facilitar sus privatizaciones. La administración de Vicente Fox avanzó en la consolidación de otras privatizaciones poniendo las bases para que la energía, la educación, la salud, el agua, las tierras y las áreas naturales protegidas pasen a manos privadas. En este sexenio avanzaron y consolidaron su presencia las trasnacionales como Wall-Mart, Sams Club, Telmex, o las automotrices Peugeot, Honda, Hyundai, Toyota, Monsanto, etc.
Otros indicadores que dejó la administración foxista fue el aumento de la pobreza, del desempleo, de la inflación, la deuda externa y los miles de migrantes huyendo de las consecuencias de estas políticas. Por si fuera poco, los bancos ya en manos extranjeras, no satisfechos con capitalizarse con del fraude bancario y el Fobaproa, o con las ganancias de la administración de los fondos de retiro, les han eliminado millones de dólares por comisiones a las remesas de los migrantes en un año cuyas transferencias rebasaron los 25 mil millones de dólares, que equivalen a más de lo que aporta el Banco Mundial (BM) para combatir la pobreza, o lo que aportó la Inversión Extranjera Directa (IED) para supuestamente ofrecer mayores empleos e incluso por las divisas petroleras. En otras palabras, en la concentración de la riqueza juega un papel primordial la necesidad de generar pobres.
Desarrollo
En seis años de éxitos (según idílica auto calificación), el calderonato habrá incrementado la deuda pública federal en el equivalente a más de 11 puntos porcentuales del producto interno bruto, mientras la tasa anual promedio de avance en materia económica a duras penas llegaría (en caso de que los pronósticos 2011 y 2012 se cumplan, lo que difícilmente sucederá) a 1.8 por ciento, el peor resultado en 30 años de gobiernos neoliberales, y aún por debajo de lo reportado (1.9 por ciento anual) en la tristemente célebre primera década perdida (la de los años 80 del siglo pasado). A pesar de ese raquitismo, con Calderón en Los Pinos el débito del sector público (interno y externo) habrá crecido 162 por ciento con respecto al primero de diciembre de 2006.
De ese tamaño es el éxito obtenido por el susodicho en el renglón mencionado, es decir, el que utilizó en su campaña para defenestrar a sus rivales en la contienda electoral de 2006. Pero todo termina, y felizmente el calderonato a punto está de cerrar la tienda. En este contexto, el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas analizó temáticamente la sexta y última propuesta económica del todavía inquilino de Los Pinos, y algunos de sus balances se registrarán en este espacio. Así, dos de los aspectos desmenuzados fueron el déficit público y la deuda federal propuestos para 2012.
De acuerdo con la propuesta calderonista, en 2012 nuevamente se registrará déficit público. Este indicador –sin incluir la inversión de Pemex– pasará de 0.5 por ciento del producto interno bruto (PIB) en 2011 a 0.2 por ciento. Esto es, de 70 mil 176 millones de pesos aprobados para el presente año a 36 mil 689.5 millones el siguiente, monto inferior en 33 mil 486.5 millones. El dato relevante para evaluar el estado que guarda el balance público es el que incluye la inversión de Pemex. Bajo esta premisa, la Secretaría de Hacienda estima que los déficit públicos para 2011 y 2012 sean de 2.5 y 2.2 por ciento del PIB, respectivamente.
El objetivo planteado en los Criterios Generales de Política Económica para 2010 consideraba lograr el equilibrio presupuestario en 2012. Sin embargo, en la iniciativa de Ley de Ingresos de la Federación para el próximo año se establece que el equilibrio presupuestario se logrará en 2013 y no en el periodo originalmente comprometido. En los Criterios Generales de Política Económica 2012 no se prevén componentes cíclicos ni estructurales en su estimación como sí se hizo para 2010, pese a las condiciones internacionales sobre una posible recesión mundial, lo que implica mayor rigidez en la política fiscal propuesta para 2012.
Por lo que respecta al techo de endeudamiento público propuesto por el inquilino de Los Pinos, en la iniciativa de Ley de Ingresos para 2012 se expone: un monto de endeudamiento neto interno hasta por 395 mil millones de pesos, cifra superior en 20 mil millones a lo aprobado en 2011, y un endeudamiento externo neto del sector público hasta de 7 mil millones de dólares, (85 mil 400 millones de pesos), superior en 2 mil millones de dólares (o bien 25 mil 900 millones de pesos) respecto a lo aprobado en 2011.
Dado lo anterior, y si se cumplieran
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