Teoría y solución de la recesión

Teoría y solución de la recesión

POR ARNOLD RUBÉN SIMONI, DESDE ESPAÑA

Es sabido que el fenómeno económico comienza con la necesidad humana. Después, la vida en comunidad provoca el intercambio, la transacción de bienes y servicios por bienes y servicios, es decir, la actividad económica.

La moneda es solo un medio que sirve para facilitar los intercambios. Por el servicio de nuestro trabajo percibimos un salario, sueldo o remuneración en dinero, que utilizamos para adquirir los bienes que necesitamos. En síntesis, permutamos nuestros servicios por otros bienes y servicios.

El fenómeno económico ha sido estudiado por la ciencia que ha descubierto que cuando alguna condición extraordinaria, ajena al proceso normal, traba la actividad de algún sector económico, provoca saturación de bienes y disminución de precios.

Dicho hecho origina recesión de las ventas, disminución de la producción, quebrantos, pérdidas, daños económicos, despidos de personal, incumplimiento de obligaciones de pagos por parte de las empresas del sector que repercute, primero en los sectores conexos, como bancos y proveedores de materias primas y luego en general, por acción de las complejas relaciones económicas.

La consecuencia más perjudicial de dicho proceso es la inactividad laboral porque produce ausencia de recursos para transar por los bienes requeridos para satisfacer las necesidades humanas. Es decir, se traba el origen del proceso económico.

La solución está prevista por el Creador: la falta de medios para transar (demanda) provoca disminución de precios, inclusive por supuesto, del salario; pero evita el despido en masa y la continuidad de la recesión.

La reducción de precios de bienes y servicios es un hecho imprescindible para que disminuyan los costos del producto e incentive su producción, es decir, la actividad económica.

Es un axioma que las reducciones no serán en todos los casos iguales y ni siquiera proporcionales, por cuanto el precio, en todos los casos, es el efecto de la necesidad y la escasez del bien.

Por lo tanto, en cada caso particular, la acción conjunta e independiente de cada consumidor, determinará el precio y su efecto será a corto plazo, incremento de actividad económica.

Es evidente que no se trata de un problema monetario que se resuelve con emisión o reparto de dinero, por cuanto si así fuera, jamás habría malestar económico. Producir moneda es sencillo y rápido, especialmente si tenemos en cuenta que se puede hacer mediante una simple anotación contable. Pero esta acción es intrascendente en si misma, para solucionar la depresión.

No obstante, su efecto, la reducción del poder adquisitivo de los bienes y servicios cuyos precios son fijos e inamovibles, tales como ciertas tasas de interés, alquileres y salarios, no ajustables por inflación, tiene la dirección y el signo

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