Tesis De Comercio En Veracruz
Enviado por jurandyr • 20 de Septiembre de 2011 • 5.964 Palabras (24 Páginas) • 786 Visitas
INTRODUCCIÓN
A principios de este año, Televisa sacó al aire una serie de spots publicitarios, que fueron producidos y dirigidos por Pedro Torres y Diego Pernía, llamados “Estrellas del Bicentenario” que formas parte de la celebración del Bicentenario, todo esto con la intención de reflejar las bellezas culturales que tenemos en nuestro país.
Los estados que intervinieron en estos spots fueron Chihuahua, Tamaulipas y por supuesto, el Estado de Veracruz, que es uno de los lugares turísticos más importantes del país.
Los promocionales están hechos con la más alta calidad de cine digital, y se nota que fue una gran inversión lo que se llevó en estos spots, pero de qué sirve que se haga este tipo de promocionales si el Gobierno del Estado no invierte una buena cantidad para este fin; ¿acaso aún no se da cuenta que puede explotar el turismo y tenerla como la primera fuente de ingresos para el Estado?
Hablo de esta forma porque se ha visto descuidado el turismo, no se ve que haya inversión en promocionar al Estado y sus diferentes regiones, que de verdad es de admirarse porque contamos con una extensa variación de estas; por un lado tenemos la altas montañas, por otro las selvas y bosques, tenemos la costa, la zona portuaria; no deberían desaprovecharse tan grandes riquezas, ya que hay una gran diversidad de recursos naturales.
Por lo que de ahora en adelante hablaré sobre la Identidad Turística en el Estado de Veracruz, y lo que se puede hacer para impulsar este medio y así tener una excelente fuente de ingresos.
IDENTIDAD TURÍSTICA EN EL ESTADO DE
VERACRUZ
1. Identidad
La identidad es la característica que nos simboliza, ya sea como personas, animales o como cosas.
Responde generalmente a las preguntas: ¿quién soy? ¿de dónde vengo? ¿a dónde voy?
También no sólo tiene el significado psicológico, casa rama tiene un distinto significado de identidad.
1.1. Historia de la Identidad
El proceso de identificación por oposición al otro ha existido siempre en la historia. Los griegos antiguos dividían el mundo entre los griegos y los bárbaros.
Bárbaros eran aquellos que hablaban otras lenguas y no podían hablar griego, convirtiéndose así en los “otros” de la identidad griega.
El principio de la diferencia de lenguaje muy pronto evolucionó hacia una forma de desprecio; aquellos que no hablaban griego fueron considerados atrasados, rudos, rebeldes e intelectualmente inferiores. La propia lengua griega facilitó esta transición de la diferencia al desprecio: la palabra logos tenía el doble significado de palabra hablada y razón, es decir, significaba tanto lenguaje inteligente como la realización del orden. De ahí que el bárbaro que no podía hablar griego, también se exponía a ser juzgado como irracional o falto de orden y lógica. La lengua griega se había convertido así en el vehículo por excelencia por la razón.
Hay evidencia de que estos mecanismos de identificación también existían entre los diversos pueblos indígenas de América precolombina. Las crónicas de Sahagún narran como los nahuas en América Central consideraban a los otomíes como tontos, perezosos y lascivos. Tanto así que entre los nahuas se acostumbraba a llamar otomí a alguien que n entendía. De igual forma consideraban a los huastecas como borrachos e impúdicos por andar sin taparrabos. Se daba allí también, como entre los griegos, la creencia de que la lengua náhuatl era más refinada y sofisticada que las lenguas toscas e ininteligibles de los pueblos vecinos.
También hay numerosos ejemplos históricos de identificación en que la oposición se exagera hasta fomentar la exclusión de diversos grados: de marcar la diferencia se puede pasar a la desconfianza, de ésta a la abierta hostilidad y, de aquí a la agresión. Este proceso creciente de exclusión no es de suyo necesario, pero se ha dado demasiadas veces en la historia para ignorarlo como una posibilidad remota.
Bauman describe la secuencia lógica que terminó en el holocausto de los judíos: “comienza con la definición del extraño. Una vez que se lo ha definido, se lo puede separar. Una vez que se lo ha separado, se lo puede deportar. Una vez que ya se lo ha deportado, se puede concluir con su exterminio físico”. Esta es la lógica que ha operado más recientemente entre hutus y tutsis en Rwanda y entre musulmanes bosnios y serbios en la antigua Yugoslavia (Larraín: 2001).
1.2. Origen del término Identidad Corporativa
Fue en 1908, cuando el diseñador Peter Behrens y el sociólogo Otto Neurath inventaron en Berlín el concepto y la praxis de identidad corporativa (García: 2008).
La idea fue propiciada por Emil Rathenau, ingeniero y director general de la marca de electrodomésticos alemana AEG, cuando tomó la iniciativa insólita de contratar a un diseñador y un sociólogo e incorporarlos a la cúpula directiva. La plana mayor de la empresa no entendía como se contrataban y ascendían al máximo dos directores “improductivos” entre un conjunto de economistas, ingenieros, técnicos y obreros.
Rathenau tuvo que dar explicaciones: “Los incorporo para que se ocupen de los problemas vitales de la empresa”. En efecto se trataba de la cultura y las relaciones internas y externas de la empresa (sociología) y de la forma de los productos, la fábrica, las oficinas y los mensajes (diseño).
Peter Behrens era diseñador gráfico, tipógrafo, diseñador industrial y arquitecto. Diseñó un estilo unitario para AEG: un concepto gráfico aplicado a la marca, el material gráfico, las comunicaciones; los edificios: fábricas, viviendas para empleados, arquitectura efímera; los productos, objetos industriales, electrodomésticos que la empresa fabricaba.
Otto Neurath era sociólogo y economista, autor del sistema de símbolos Isotype, ya desaparecido. Con la llegada de estos dos personajes a la empresa, el diseño en sentido global y la sociología de la comunicación entraban en el mundo de la empresa. Por primera vez, tanto se pensaba en los productos, la calidad y el negocio, una organización industrial pensaba en la institución como un todo. Incluido el estilo que impregnaba todas sus manifestaciones; su estética distintiva y su cultura, así como sus interrelaciones humanas internas, externas y la imagen de la empresa.
Esta idea, fue una estrategia anticipativa futura para la competitividad, que años más tarde adoptó el mundo; así es como al día de hoy,
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