Titulos Valores

BREVE ORIGEN DEL DERECHO CAMBIARIO

El derecho cambiario, los títulos valores, de crédito o circulatorios surgen en la época medieval en Alemania e Italia con la letra de cambio pues usualmente un mercader debía viajar entre dos ciudades. Podía llevar su dinero a cuestas, pero era sumamente arriesgado en aquella época. De tal forma que se dirigía al banquero de su ciudad, y le depositaba el dinero. Éste emitía una carta en la cual reconocía una deuda con su cliente, y ordenaba a un banquero de la ciudad de destino, con el que mantenía relaciones financieras, su corresponsal, que a la vista de este documento, le entregase a su portador la mencionada suma. De este modo se utilizaban dos documentos: el que se entregaba al acreedor (de carácter notarial) y una carta como orden de entrega, elaborada por el cambista y dirigida a su socio.

Más tarde, fundamentados en teorías de Einert la cual se conoce con el nombre de “Papiergeldtheorie surge el criterio de no sólo apreciar la letra como un instrumento de cambio, sino también como un medio de pago donde el suscriptor hace la promesa al público de solventar en conformidad con las clausulas fijadas en el título; Y para que en el público surja la confianza de que la promesa será amparada, fue necesario asegurar al poseedor un derecho autónomo. Aquello que no puede hacerse en donde la relación entre el suscriptor y el primer tomador sea concebida como un contrato, debiéndose, en consecuencia, sostener que el primero de los poseedores transmite a los siguientes un derecho en todo igual al suyo.

También se deriva como un instrumento crediticio; además teniendo la capacidad de pagarse en el mismo lugar de su expedición o en un sitio diferente. Igualmente nace el cheque como una letra de cambio girada contra un banco y pagada a la vista, este permitía abonar a la cuenta del beneficiario la suma girada contra el banco cuando aquel era depositante del mismo. 

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