UNA SOLUCIÓN PARA LA UE

Europa durante toda la historia ha sido una región en la que han convivido distintos pueblos con idiomas y culturas muy dispares, en consecuencia han aparecido a lo largo de la historia diferentes imperios que han unificado la región por medio de la fuerza, Imperio romano, el Imperio franco, Sacro Imperio Romano, el Imperio Napoleónico y la Alemania nazi. También podríamos considerar ciertas uniones dinásticas.

A estas alturas llegamos al siglo XX, en donde en sus primeros años nos encontramos con la Primera Guerra Mundial, provocada por ambiciones colonialistas y cuentas pendientes procedentes del siglo anterior, con el agravante de que evolución tecnológica hizo que fuera una guerra devastadora. El gigantesco coste humano y material provoco que se empezara a plantear una Europa unida de forma pacífica, por desgracia se perdió esta gran oportunidad, y en lugar de ello, las exageradas reparaciones de guerra reclamadas pusieron el caldo de cultivo hacia nuevas venganzas, en este sentido el detonante lo tenemos en el crack de 1929 generando una crisis a nivel mundial esto facilita el auge de los totalitarismos y un fuerte proteccionismo nacional, finalmente todo esto desemboca en la Segunda Guerra Mundial.

La situación de Europa en 1945 era la de unas economías devastadas de forma crítica poniendo el fin del histórico dominio mundial de las economías europeas. Las dos nuevas superpotencias eran EEUU y URSS. A partir de este momento se empezarían a poner los mimbres para la reconstrucción de Europa como una nación unificada, el problema para este gran objetivo era la guerra fría que tenía una gran relevancia en Europa.

El primer paso importante para un estado e Europa fue el Consejo de Europa constituido en La Haya en 1948, el principal objetivo era la creación de una unión económica y política con el fin de garantizar la seguridad, la independencia económica y el progreso social, la convocatoria de una asamblea consultiva elegida por los parlamentos, la elaboración de una carta europea de derechos humanos y de un tribunal para aplicar sus decisiones. Desde el inicio surgieron los primeros conflictos entre los partidarios de una federación europea y los defensores de una cooperación intergubernamental tradicional, estas posiciones contrapuestas al tiempo del aumento de las tensiones en los países del este por la guerra fría impidió un desarrollo total de una Europa unida, aunque se consiguen crear las bases para una futura Unión Europea.

El siguiente paso fue la creación gracias al Tratado de París 1951 de la (CECA) Comunidad Europea del Carbón y el Acero (países fundadores Francia, Italia, Alemania del Oeste y países bajos). En este caso se pretendían dos objetivos; uno estratégico pues, con estos materiales son indispensables tanto para la reconstrucción de una Europa devastada como para mantener un cierto control en la creación de armas, y otro económico para establecer un mercado común del carbón y del acero, es decir suprimir aranceles, subvenciones nacionales o medidas discriminatorias, para asegurar así la libre competencia en este sector, obtener precios más baratos y un abastecimiento sin interrupción.

La primera decepción de cara a la creación de una Unión Europea viene en tras la firma del tratado de la Comunidad Europea de Defensa (CED) en mayo de 1952 por los países integrantes del CECA y la posterior denegación a la ratificación por parte de Francia, esta negativa impidió a creación de unas fuerzas armadas europeas que excluían la capacidad de sus estados de dotarse -excepto en algunos casos específicos, previstos en el propio Tratado- de ejércitos autónomos al margen de aquélla; de esta manera se excluía la posibilidad de una guerra fratricida como había sido la Segunda Guerra Mundial.

En 1957 se firma en el Tratado de Roma la creación de la Comunidad Económica Europea (CEE) y la Comunidad Europea de la Energía Atómica (Euratom):

La CEE tiene la finalidad de crear un mercado común para constituir un bloque comercial que se compone de una combinación de unión aduanera y zona de libre comercio. Los países actúan como bloque, definiendo los mismos aranceles al comerciar hacia afuera para evitar competencias internas, anulando entre ellos los aranceles en frontera y permitiendo el libre tránsito de personas, así como de capitales y servicios; libre prestación de servicios y libertad de establecimiento de las empresas. Estos objetivos fueron instrumentados gracias a los acuerdos en políticas arancelarias, políticas conjuntas de agricultura, políticas comunes en transportes y el establecimiento de instituciones comunes para el desarrollo económico.

El Euratom establece como objetivo, dado el déficit generalizado de energía "tradicional" de los años cincuenta, el desarrollo e independencia de una industria propia nuclear europea mediante la creación de un mercado común de equipos y materiales nucleares, así como el establecimiento de unas normas básicas en materia de seguridad y protección de la población.

Realmente es curioso comentar que con todas estas iniciativas para crear un Unión de Estados Europeos, Inglaterra decide una comunidad al margen de la CEE aliándose con países que no pertenecían a ésta, al ver Inglaterra el éxito de la CEE decide empezar las negociaciones para su ingreso, oponiéndose rotundamente Francia (lógicamente) hasta que se retira del gobierno el presidente francés Charles de Gaulle, sin duda esta es una muestra de las carencias en las que se verá envuelta la creación de la Unión Europea.

En 1962 según el tratado de la CEE se establece la Política agrícola común (PAC) siendo una de las políticas más controvertidas. Podemos clasificar la PAC en tres etapas:

Primera. Desde los orígenes hasta los 80 del siglo XX.

el objetivo central en estos primeros años de la PAC era asegurar que los ciudadanos, como consumidores dispusieran de un suministro estable y suficiente de alimentos a precios asequibles, para ello se debía garantizar que el conjunto de países de la UE dispusieran de un sector agrícola viable fomentando la mejora de la productividad agrícola. La PAC funcionaba mediante subvenciones y sistemas que garantizaban precios elevados a los agricultores, sin elevar el precio final para los consumidores, incentivando el aumento de la producción. Con este objetivo, se daba asistencia financiera para la reestructuración de la agricultura, por ejemplo con subsidios a las inversiones agrícolas para favorecer el crecimiento de las explotaciones, para aumentar la formación de los agricultores.

Segunda. Desde los 80 hasta 1999.

La etapa anterior consiguió que la UE fuera autosuficiente en materia agrícola, llegando a generarse grandes cantidades de excedentes, los cuales debieron ser exportados (por supuesto

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