Un caso para pensar

UN CASO PARA PENSAR

Una empleada de oficina decidió que merecía comprarse una taza de café Juan Valdéz dos veces por día. Cada taza le cuesta $2.800, el total por día sumaba $5.600. Cuando analizó cuánto gastaba en tomar café afuera por día, reconoció que probablemente estaba haciendo un gasto innecesario. Para aplicar los conocimientos adquiridos sobre gastos personales, en este caso es necesario que usted:

1. Plante si en el caso de la señora, estaría incurriendo en un gasto innecesario. Justifique su respuesta.  R/ Es claro que la señora está realizando un gasto innecesario, que se pueden definir desde 3 tipos:

Gasto variable: ya que representa un capricho eventual de esta persona, que puede ser modificado a gusto y que no suple una necesidad.                

Gasto opcional: ya que surge de una decisión y de un otorgado merecimiento que se hace esta persona.                                                         

Gasto de hormiga: ya que desde su aparente insignificancia moviliza una gran cantidad de dinero, si hiciera cuentas notaria que hace un gasto de 5.600$ pesos diarios que a la semana seria un gasto total 33.600$ que al mes según los 24 días que trabaja arroja una cantidad de 134.400$ lo que a un año representa nada menos que un total 1.612.800 millones de pesos. Esto es una evidencia ante la cual debería hacerse un replanteamiento de su acciónar y buscar alternativas de solución.

2. Ofrezca posibles alternativas para reducir el gasto. R/ En este caso las alternativas de solución deben girar alrededor de un punto:

• Tomar conciencia del gasto que representa y estar dispuesto a cambiar la situación.

 Y a partir de esto enmarcarlo desde 3 ejes que permitan dar solución o mitigar el impacto del problema en cuestión:

• Disminuir el consumo del producto: Fijarse metas a corto, mediano y largo plazo.  Inicialmente se podría bajar la cantidad de consumo al menos 1 por día y luego a 1 por semana.
• Abaratar los costos: Tener en cuenta otras alternativas para obtener el producto a un bajo costos. Comprarlo en presentación preparable y hacer esto en la oficina o en casa y llevarlo en termo. Podría pensar en una alternativa más económica. Comprar un café de buena calidad y de menor precio.
• No consumir más este producto: En un caso más drástico analizar los pros y los contras que genera esta actividad y finalmente dejar de consumir café.

Suplirlo con otro tipo de alimentos más económico o con una actividad que tenga en su persona el mismo efecto, pero generando menor o ningún gasto.

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