Utopía económica.
Enviado por José Alberto Coutiño Nucamendi • 22 de Enero de 2016 • Ensayo • 1.373 Palabras (6 Páginas) • 568 Visitas
Utopía económica
Sin duda alguna, el éxito laboral siempre ha estado arraigado al esfuerzo forjado por nuestro conocimiento e ímpetu para alcanzar una utopía económica fructífera en nuestras vidas. Si bien, el poder adquisitivo y la economía de cada ciudadano están ligados a la fuerza laboral que estos proveen directa o indirectamente al PIB, a la economía de este país, per se. De una u otra forma, hablando de cómo en la escala piramidal de la economía y el sector laboral, las brechas denotativas entre sectores son abismales, gracias a esto, se crea un efecto rotativo que más adelante explicaré.
Si bien ningún título me confiere la batuta de mercadólogo o economista, trataré de ser lo más objetivo posible en el presente artículo para abordar las causas principales de la desigualdad laboral, la cual no solo compete al ámbito de géneros, sino también al hecho de la no equidad y sobreexplotación de la mano de obra nacional.
El principal común denominador de que la economía en nuestro país se encuentre fluctuante y se transforme a su vez en un impedimento para el desarrollo de este, es si bien el desempleo y la ausencia de imparcialidad. El panorama que se presenta es poco alentador, ya que para lograr un desarrollo tecnológico y económico que cumpla con los estándares más altos de calidad de vida aún se ve muy distante. Truncado por diferentes agravios que hasta la fecha no se han podido erradicar, el primer impedimento que surge en la búsqueda del alza económica, es la precariedad laboral con la que cuenta casi un 58.70% de la población que se mantiene con un empleo informal, ya sea que la seguridad social esté ausente y/o el salario mínimo sea el fruto de tantas horas de sobrexplotación.
Esta precariedad laboral, es el resultado de distintos factores que merman el desarrollo económico del país. Entre estos destacan la falta de estudios del trabajador, lo que conlleva al abuso del empleador a la hora de fijar un sueldo correspondiente a las aptitudes educativas del aspirante. Como empleos informales, estos generan una serie de desencadenantes para que el circulo se repita y el problema económico se vaya acrecentando; entre menos el nivel de estudios, menos es la paga que recibe el asalariado, entre menos dinero produce, el flujo económico que entra en la vivienda es mínimo, lo que conlleva a que la canasta básica sea realmente básica o mínima, únicamente lo necesario para subsistir. Y no se diga el gasto en educación, ya que de acuerdo con la Dirección General de Planeación y Estadística Educativa de la SEP, hasta un 16% de los estudiantes de una generación, pueden no egresar debido a la deserción por falta de recursos en el núcleo familiar, teniendo como resultado la anexión del ahora ex alumno, al campo laboral informal. Otra repercusión del empleo informal y de este círculo vicioso por así llamarlo, es la falta de las prestaciones de ley que todo trabajador de una empresa formalmente establecida tiene derecho. La falta de prestaciones de igual manera da hincapié para precariedades diversas, por ejemplo; la falta de Infonavit, da como resultado que el trabajador no tenga un patrimonio, ya sea a corto o a largo plazo, el vivo reflejo de su esfuerzo. Debo aclarar que está de más hacer pausa e hincapié en las demás prestaciones que si bien son importantes, no repercuten de una manera tan grande como lo hace el no estar afiliado a ninguna institución de salud pública, ya sea IMSS o ISSTE, dependencias que aparte de brindar un servicio médico, se encargan de cotizar tu fondo para el retiro.
Otro de los obstáculos por los cuales el desempleo es un problema latente, es sin duda alguna la edad, esto visto por un sector de la sociedad como algo “normal”. Si nos fijamos a la hora de ir a una tienda de autoservicio, al momento de pasar a la caja y pagar por nuestros productos nos toparemos con que quien guarda nuestros artículos en bolsas son niños o personas de la tercera edad. Y esto no causa nada de asombro, ver a una persona de la tercera edad es sinónimo de la casi nula contratación por medio de empresas formales por diversos factores; los problemas de salud que son equivalentes a pérdidas de horas de productividad laboral, y por su puesto una afiliación al Seguro Social casi obligatoria. Aquí, respecto lo que comentaba más arriba, quien tiene la educación necesaria tiene más oportunidad laboral en donde en algunos casos aislados, la edad no es un factor determinante, siendo que una persona que supere los 50 años pueda conseguir un empleo, pero obviamente la normatividad y el estricto filtro que interpone la empresa es sobrepasado por los títulos, (no profesiones) de Maestro o Doctor.
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