Actividad Práctica Sumativa. Desarrollo "Liderazgo y emociones"
Enviado por Margarita Hernandez • 14 de Octubre de 2020 • Trabajo • 1.008 Palabras (5 Páginas) • 188 Visitas
Actividad Práctica Sumativa.
Desarrollo "Liderazgo y emociones"
1. ¿Explique qué vínculo existe entre liderazgo y emociones?
Las emociones son una capacidad humana que permite ver cuán valiosa es la evolución y el desarrollo humano, desde la perspectiva en que sus experiencias personales y sociales le han facilitado una madurez para proyectar su inteligencia emocional y hacer de ella la base para las relaciones con otras personas de manera segura, asertiva, controlada. Esto, si se entiende que la emoción es una reacción psicológica y fisiológica de los seres humanos para responder ante estímulos del ambiente, expresándolos verbal o gestualmente, incluyendo aquellas respuestas del sistema endocrino.
En este sentido, es determinante que para ser líder este debe poseer la capacidad de mostrar la destreza para poner en práctica aspectos de su inteligencia, como el poder controlar los estados de ánimo, ser empáticos y comunicar efectivamente, por cuanto para ejercer el liderazgo se requiere del manejo de relaciones interpersonales efectivas, de modo que, las emociones reguladas y controladas, anticipan las respuesta para ayudar a mejorar el clima laboral, las relaciones con nuestros pares y aprender a sacar lo mejor del equipo, así la cohesión y la relación laboral será mucho más productiva.
Por lo expuesto, existe un vínculo muy interesante entre las emociones y el liderazgo, ya que las emociones propician la actuación del líder, además el líder, generalmente surge del grupo porque posee cualidades personales que son muy empáticas, porque se sabe comunicar, orienta, acepta, resuelve, ayuda y cuenta con un repertorio de experiencias que le han permitido profesionalmente formarse, de allí que surjan los líderes carismáticos y democráticos. Si se observa así, estas capacidades, sin duda se conjugan con lo que expresa Goleman acerca de los líderes que son resonantes, a quienes el grupo aceptan porque gozan de propiciar climas que ayudan al crecimiento y la unión del grupo en función de un objetivo común.
Es por ello, que en estos momentos los valores empresariales se inclinan a aceptar individuos que posean habilidades blandas, ya que estas pueden llegar a hacer aportes innovadores en las organizaciones, pues el líder debe conducir al grupo con efectividad, haciendo uso de la empatía. Además de aportar con su modelo, un manejo de emociones controladas, respeto, trabajo colaborativo, autonomía, compartir las metas y la búsqueda del logro con conciencia, tolerando las diferencias y limitaciones del grupo.
Para concluir, las emociones y el liderazgo se vinculan debido a que de acuerdo al manejo de las emociones producto de la experiencia individual socioemocional, el líder puede llegar a ocupar, según sus potencialidades y capacidades espacios de liderazgo que contribuyan a facilitar el papel de las empresas hacia el logro de los objetos, así como mejorar el clima organizacional en toda su plenitud.
2. Desde la inteligencia emocional ¿cómo los seguidores validan a su líder?
Los seguidores validan a su líder cuando se sienten identificados con él, al percibir que sus actuaciones están dirigidas adecuadamente, lo que indica que el manejo que realiza de las emociones le permiten el desarrollo de relaciones intrapersonales que al transcender hacia espacios laborales, refleja la capacidad que posee para proyectar su inteligencia emocional, lo cual demuestra en sus relaciones con las demás personas. Gardner define la inteligencia intrapersonal como: “el acceso a la propia vida emocional y su variada gama de emociones, así como la capacidad de diferenciar entre éstas para, finalmente, identificarlas cuando afloren y utilizarlas como medio de comprender y guiar el propio comportamiento”. Es decir, una habilidad o una destreza para desarrollar una tarea desde el interior del ser para relacionarse con el entorno, es conocido como habilidades blandas, como un saber ser o comportarse, tener conocimientos de cómo actuar en relación con los demás, tales como: Autoconciencia emocional, regulación emocional y autonomía emocional.
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