Apego y separación matrimonial; la implicancia para los hijos

Apego y separación matrimonial; la implicancia para los hijos.

Resumen: el apego es un vínculo desarrollado entre el infante y el cuidador, este vínculo le da herramientas al individuo para poder desenvolverse con el medio circundante de buena manera, así como también aumenta las facultades interpersonales e individuales, sin embargo cuando el apego potencia una cierta manera de ser puede ser perjudicial para la persona, la autosuficiencia a la que se vio obligada a ser la paciente conlleva que no se pueda apoyar en círculos de apoyo, sobre todo después de un proceso de separación, evento que es altamente estresante, también es sumamente importante entender el impacto que provoca una separación matrimonial en los hijos y cuidar que estos se vean lo menos afectado posible.

Palabras Claves: apego, separación, autosuficiencia

Conceptualización general del apego.

Antes que nada cabe mencionar que los supuestos que se presentan son solamente hipotéticos, ya que, aun existe un número basta reducido de sesiones lo que imposibilita un claro reconocimiento de antecedentes y comprensión del caso.

La forma de desenvolvimiento de Linda podría encontrar su origen de acuerdo al apego que se formó en sus instancias de crecimiento, de acuerdo con Bowlby el apego en términos generales es un conjunto de patrón conductual que tiene como objetivo acercar y potenciar el vínculo de la madre (o su cuidador) con el infante, así mismo este patrón posteriormente se consolida organizándose como una amplio espectro de respuestas del niño hacia el ambiente y las circunstancias en las que se desenvuelve activarían estas respuestas que tendrán directa relación con el tipo de apego que experimentó el niño.

Quiroga e Ibañez (2007) muestran los distintos tipos de apegos, estudiados por Mary Ainsworth (a través del experimento de la situación extraña), apego seguro donde el niño confía en que sus padres estarán ahí en situaciones difíciles, este tipo de apego favorece la exploración del niño. El apego inseguro-evitativo sucede lo contrario a un apego seguro, el niño intuye que los padres no lo ayudaran en los momentos de dificultad, saben que sus necesidades no serán complacidas lo que los obliga a volverse autosuficientes. El apego inseguro–ambivalente lo que predomina en este tipo de apego es una incertidumbre total por parte del niño acerca de si los padres estarán ahí para el cuándo los necesite, a causa de esto se produce un estallido de emociones muchas veces no muy adecuadas, además de una separación ansiosa que impide explorar el medio circundante de manera fluida.

Podría pensarse que en relación a Linda su apego variaría entre uno inseguro-evitativo e inseguro-ambivalente, considerando que en las sesiones la paciente constantemente manifestó que; “siempre he resuelto mis problemas por mi propia cuenta, creo que no tengo ningún circulo de apoyo en el cual pueda depositarme”, en la crianza de la paciente posiblemente se fomentó una actitud un tanto indiferente por parte de los padres hacia ella, esto desencadenó un sentimiento de autosuficiencia muy alto, es decir, en la actualidad hay un deseo muy propio de siempre solventar sus dificultades ella misma, de esta manera es que tiende a cerrarse a la ayuda externa.

Si bien el tipo de apego que desarrolló Linda podría ser explicativo y crucial al momento de entender su dinámica actual, también se deben considerar otros factores que actualmente explicarían los procesos psicológicos por los que atraviesa

Separación y nueva configuración familiar.

La vida de la paciente estaba delimitada de una manera muy regular, ella se encargaba de todas las responsabilidades hogareñas y del cuidado de sus hijos (tienen 3 hijos uno de 7, otro de 14 y el mayor tiene 17), mientras que su esposo estaba casi todo el día afuera estudiando y trabajando, en palabras de la propia paciente menciona ; “no se encargaba casi de nada, yo veía a los hijos, yo veía las tareas hogareñas y también debía atenderlo cuando llegaba”, Sin embargo esto cambió cuando comenzaron a ocurrir reiteradamente sucesos que pusieron mucha inestabilidad en la relación, hasta que decidieron separarse. Volviendo al tema del apego un estudio realizado por Contreras y Gúzman (2012) demuestra que existe bastante correlación entre un apego inseguro y la insatisfacción marital lo que se ve apreciado en una percepcion de la pareja como menos capaz de brindar apoyo y a evaluaciones negativas en cuanto a involucramiento, intimidad, compromiso y amor del otro. Parece tener bastante coherencia este estudio realizado, con el caso de la paciente, ya que, posiblemente con un apego inseguro a la base sumado a las constantes discusiones y un ambiente marital poco favorecedor para ella era casi seguro que el matrimonio terminará en fracaso.

 Este hecho cambió abruptamente la configuración familiar de acuerdo a de la Cruz (2008) el fin de una vida de matrimonio causa angustia por la pérdida de seguridad que significa y por la vulnerabilidad que se desencadena en este suceso, un divorcio o separación cambia significativamente la estructura familiar y además se pierde inicialmente la sensación de refugio y contención. Todos estos cambios fueron experimentados por la paciente, hecho que inexorablemente iba a tener una repercusión a nivel psicológico, más aun considerando que existe una relacion muy deteriorada y agresiva con su ex marido, la paciente agrega “desde que me separe con mi marido, me ha hecho la guerra en todo, me critica cada detalle de cualquier cosa que haga, se toma del mínimo suceso o evento para criticarme y dañarme hasta más no poder”.

Sin embargo hay un hecho que intensifico aún más la disputa entre estas ex parejas y es que el ex marido de la paciente “converso” de cierta forma con los padres de linda para que él se fuera a vivir a la casa con ellos (linda se había ido a vivir a la casa de sus padres con sus hijos), este suceso molesto inmensamente a la paciente lo que provoco que tomara  la decisión de irse de la casa y de dejar a sus hijos allí (con sus padres y abuelos). Ante esto la paciente comentó “quise dejar a mis hijos allí porque pensaba traerme al más pequeño conmigo, pero finalmente opte por dejarlo allí con sus hermanos, no quería separarlos, siempre he dicho que se mantengan unidos, finalmente por eso fue que no quise traerlo conmigo”.

Es casi inevitable pensar que habrán problemas que afecten a los hijos, puesto que habiendo una mala relación entre los padres, los más expuestos son los niños. Marin (2010) plantea que hay varios factores que pueden ser estresores para los hijos, así como el aumento de potencial de riesgo de generar patologías en la vida adulta como la hipertensión, enfermedades coronarias e infecciosas esto sumado al es, también inevitablemente se genera un distanciamiento con uno o ambos progenitores. En el relato de la paciente está continuamente presente este tema, es algo a lo que ella no quiere llegar; “siempre me preocupo de no alejarme de mis hijos, yo los amo y siempre me hago el tiempo para ellos”. Casi siempre la paciente ve a sus hijos a la hora de almuerzo, sin embargo en sesiones se queja debido a que los hijos no se ponen de acuerdo sobre qué comer “a veces me agota el hecho de que no se pongan de acuerdo que comer, uno quiere comer acá y otro allá, pelean y discuten, eso me genera estrés por así decirlo, sobre todo porque casi siempre estoy falta de tiempo”.

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