BEBÉ NACE HABLANDO – DESCRIBE EL CIELO RESEÑA

BEBÉ NACE HABLANDO – DESCRIBE EL CIELO
RESEÑA

RAFAEL CENDALES
Docente, Psicología del lenguaje

KAROL ASTRID PLAZAS ORTIZ
902131070

KONRAD LORENZ FUNDACION UNIVERSITARIA

FACULTAD DE PSICOLOGÍA

                                      Bogotá D.C, Marzo de 2015

BEBÉ NACE HABLANDO – DESCRIBE EL CIELO

Steven Pinker. El instinto del lenguaje. Bebé nace hablando – describe el cielo (287 – 321). Madrid. Alianza.1999. 531 pp.

Steven Pinker (Montreal. 1954) es un psicólogo experimental graduado por la universidad McGill en 1976, posterior doctorado en la Universidad de Harvard (1979), científico cognitivo, lingüista y escritor, se especializa en la percepción y el desarrollo del lenguaje en infantes, defiende la idea de que el lenguaje es un instinto o una adaptación bilógica, actualmente es profesor en el departamento de psicología de Universidad de Harvard, ha escrito cuatro libros El instinto del lenguaje, Cómo funciona la mente, Palabras y reglas y La tabla rasa.

Uno de los trabajos más importantes de Pinker es el instinto del lenguaje libro que habla sobre el proceso y características de adquisición del lenguaje en niños, allí sostiene que este se da por medio de una adaptación evolutiva explicando por medio de diversos argumentos que cada cerebro humano está equipado con una gramática universal que contiene las distintas reglas de uso del lenguaje, sin dejar de lado la posición de que este incluye el proceso de aprendizaje pero él explica que esto sucede gracias a un mecanismo innato que cada ser humano posee.

El libro consta de un total de 13 capítulos, se hablará del capítulo 9 Bebé nace hablando – describe el cielo, el cual trata de las capacidades lingüísticas con las que nace un niño y las etapas que atraviesa para el debido fortalecimiento en el uso, comprensión y producción del lenguaje; para esto Pinker hace uso de varios ejemplos extraídos de observaciones de psicólogos tales como Eimas, P. Jusczyk, P. Mehler, J. Stromswold, K. etc. Donde logra especificar por medio de las conclusiones de estos las etapas del desarrollo de lenguaje para finalmente complementarlas con la explicación biológica, adaptativa y contextual del mantenimiento de este.

En el texto se expone que el lenguaje es algo innato debido a que por medio de varios experimentos se ha logrado demostrar que el bebé es capaz de captar sonidos en un contexto intrauterino, además muestra un gran interés por el lenguaje humano en sus primeros días de nacimiento específicamente en preferencia con la lengua materna, infiriendo por medio de esto que el infante desde el momento en el que nace está dotado de capacidades lingüísticas que le permiten avanzar en su proceso de adquisición del lenguaje. Esto se da por medio de 5 etapas que se explicaran a continuación.

La primera etapa que Pinker considera relevante se sitúa alrededor de los 5 y 7 meses, donde los bebés comienzan a emplear los sonidos en secuencias de arrullos, gorjeos y siseos, formando así consonantes y vocales, se tiene en cuenta que esta etapa es de vital importancia ya que el infante logra crear su propia guía sobre cómo, cuanto y en qué dirección debe mover cada musculo para formar ciertos sonidos, que inmediatamente lo trasladaran a la segunda etapa de desarrollo donde es capaz de balbucear silabas que por lo general tienden a ser idénticas en todas las lenguas.

Luego de estas viene la tercera etapa, en la que se inicia el aumento en el repertorio de silabas para posteriormente verse reflejada en una explosión lingüística que corresponde a la cuarta etapa, esta ocurre alrededor de los 18 meses allí el niño es capaz de producir una palabra mínimo cada dos horas finalizando en una conversación donde el infante es capaz de tener conversaciones fluidas gramaticalmente correctas suceso que se da al final del segundo año y mitad del tercer año.

Tal y como se muestra en los párrafos anteriores el autor habla sobre la capacidad que tiene el niño de adquirir lenguaje de una manera satisfactoria antes de los 4 años, por tanto este debe ser sujeto receptor de la actividad lingüística del medio que lo rodea para así poder desarrollar en gran totalidad sus capacidades y luego hacerse partícipe de dicha actividad, fortaleciendo con el paso del tiempo las capacidades previamente desarrolladas; lo que lleva que el lector pueda inferir que por más que un niño tenga un aparato especializado en la producción del lenguaje desde el momento en el que nace, este es necesario pero no suficiente para la completa adquisición del lenguaje debido a que generalmente necesitará de estimulación externa bien sea de sus padres, elementos a los que pueda acceder o de los distintos sonidos a los que es expuesto continuamente durante su periodo de desarrollo.

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