Reseña de "El cielo protector La literatura de viajes"
Enviado por XIMENA2504 • 25 de Abril de 2017 • Reseña • 2.049 Palabras (9 Páginas) • 225 Visitas
RESEÑA
Axel Gasquet, EL CIELO PROTECTOR La literatura de viajes, Arequipa, Aguelarre Ediciones S.A.C., 2015.
Con este libro el autor trata de poner en manifiesto lo importante que puede conllevar los viajes, ya que estos no tratan solo de atravesar espacios diferentes, sino viajar en el tiempo que no supone solo cambiar el estado político, sino atravesar lenguas, costumbres, convenciones, espiritualidades, etc., de las cosas que se pueden obtener a través de ellos. Las barreras que debemos derrumbar para poder acceder al conocimiento, sobretodo como podemos romper nuestra discontinuidad. La relación estrecha que existe entre los viajes y literatura. Nos habla de los motivos por los cuales a lo largo de la historia se fueron realizando los diversos viajes y la manera en como las interpretan en los diversos pueblos y en diferentes momentos. Pero sobretodo que el viajar se asemeja a una empresa de demoliciones, que dinamita valores, sentimientos, prejuicios y expectativas; descubrir la potencia del lenguaje gestual y corporal, el redescubrimiento del llanto y la risa. El cuerpo, no las certezas, es el único verdadero capital del viajero.
El libro consta de una introducción y cinco capítulos. El primer capítulo, “Bajo el cielo protector. Hacia una sociología de la literatura de viajes”, nos hace referencia a el poema de Gilgamesh en el cual hace mención de dos dimensiones, una de ellas es “el hombre alado que, en su calidad de semidiós, se encuentra próximo tanto del secreto divino como del sufrimiento de sus semejantes en el cual el viaje profundiza su extraña calidad de semidiós: lo acerca al sufrimiento de los hombres y también al intrincado secreto del deifico panteón.”, esto quiere decir que el viaje del hombre alado es la clave del conocimiento, la llave maestra para salir de la ignorancia, que solo para aquel que se encuentre aislado este se le será negado, que debemos derrumbar las paredes que nos delimitan y debemos emprender un viaje para poder entrar en contacto con el conocimiento. Nos habla de que la idea que el viaje es comunicación y fuente de conocimiento es una de las constantes más genuinas de la expresión humana. En este capítulo establece una tipología literaria, desde el punto de vista histórico: a) Destierro: Condena divina que recae sobre un individuo. b) Éxodo: Expulsión edénica. c) Saqueo: Este trata de las expediciones de guerra, en esta misma categoría instauraban otra categoría de viajero involuntario el cual es dado por los diversos hombres de diversas culturas, identificado como el enemigo: el prisionero de guerra. d) Peregrinaje: Representa en occidente la principal categoría del viaje iniciático espiritual., y al mismo tiempo, encarna un importante viraje en la historia del cristianismo: su paso de la instancia defensiva a la etapa de expansión militar. e) Comercial: No hay comercio sin disparidad creativa y cultural: el comerciante, viajando para intercambiar sus productos; sus mercancías familiares que, para otros son desconocidos, raras y escasos, crea el exotismo. El mercader itinerante se suelta menos en el terreno imaginativo, es un pragmático en estrecho contacto con la realidad. f) Descubrimiento: Esto es, en la práctica, desplazarse hasta el lugar en cuestión, averiguar de los nativos dónde había una gran lago o un río o una montaña, finalmente bautizar el lugar con un nombre propio. g) Emprendimiento geográfico o misión científica: Comienza con la expedición científica de Charles La Condamine en tierras de la américa ecuatorial, con el objetivo de comprobar si la tierra era una esfera perfecta. i) El viajero ocioso: Este gira en busca de a la búsqueda de satisfacción y curiosidad personal. Sus objetivos son esencialmente de orden individual y/o estético. j) El turismo: Posee varias características importantes que los distingue del resto de tipos de viajes: es de masas, tiene una motivación pacífica y su principal motivo es la distracción.
En este capítulo no solo nos habla de la tipología literaria sino también de la estructura de los viajes, estos sin importar el sentido que adquieran pueden descomponerse en tres fases pero que este esquema puede variar según la finalidad de los viajes como el “destierro y exilio” y “éxodo”. a) la partida: Este es siempre una ruptura, un fin y un comienzo que evoca un pasado y proyecta un futuro, el elemento más observable de las partidas es la separación de un individuo de la matriz social en que formado. La intensidad de la partida se mide por el grado de inserción dentro de una estructura social y es por lo tanto relativa, para los viajeros que son capaces de soportar la separación, la angustia del alejamiento es una ecuación en donde no hay perdida que no conlleve implícita una ganancia, pero el aspecto más íntimo para el viajero no solo es la separación de una matriz social, sino la promesa de integración en otra matriz diferente. b) el tránsito: es la fase en que los hechos suceden, es la fase más tediosa del viaje, pues el “movimiento en el espacio”, mediante un medio de locomoción cualquiera, suele despacharse en pocas líneas en los libros de viaje, en esta fase, el acento esta puesto en el sujeto egoísta que viaja en beneficio propio. No solo tiene una dimensión cognoscitiva, también representa una estructuración revolucionaria del tiempo. c) la llegada: encarna 1. La reintegración a la estructura de símbolos culturales que se había abandonado. 2. La incorporación o aceptación a una estructura cultural nueva, una adopción. La partida es más radical que la llegada, pues la primera, si bien exige sus preparativos, implica un punto de corte radical, mientras que la llegada conlleva a una temporalidad diferente que excede al instante del arribo y que puede durar días, semanas o meses, sin embargo lo que debemos tener presente que lo esencial de la llegada es que no restablece el equilibrio perdido, anterior a la partida, al contrario mediante el proceso de experiencia y conocimiento agregados por el viaje, la llegada representa un estadio diferente al orden previo. Ahora bien, si la partida y la llegada son imposibles de concebir sin una figura femenina, el tránsito, al contrario, es el terreno de predilección masculina. La sensualidad que se instaura en este sistema de partidas, tránsitos y llegadas, tiene tanto que ver con las incertezas del reencuentro como las angustias de una nueva partida. Finalmente viajar es realizar la experiencia de vivir temporalidades diferentes, solo qué con nuevos ritos, en nuestra más firme convicción es que el viaje es la representación del destino del hombre: es muerte, renacimiento, aprendizaje, ceguera, lucidez, alegrías, sufrimiento, expatriación e identidad.
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