Beneficios Psicológicos del Deporte Saúl Mora Tena
Enviado por Saul Tena • 26 de Abril de 2017 • Documentos de Investigación • 1.645 Palabras (7 Páginas) • 286 Visitas
Beneficios Psicológicos del Deporte
Saúl Mora Tena
Talvez hayamos escuchado bastante sobre la importancia de tener una vida menos sedentaria implementando el deporte a la vida como una necesidad invaluable en la rutina diaria. Pero realmente, ¿te has puesto a pensar sobre los beneficios que deja realizar algún deporte? Si tu respuesta es no, te presentaré solamente algunos de los beneficios psicológicos que te deja el realizar un deporte, para que la siguiente vez que intentes tomar una laptop, un control remoto o el celular para tus tiempos libres, mejor elijas ejercitarte un poco para mejorar tu rendimiento tanto físico como psicológico.
“Ejercitarse regularmente es bueno para el humor, la memoria o el aprendizaje”, explica el psiquiatra John Ratey de la Escuela de Medicina de Harvard, autor del libro “La Ciencia Nueva y Revolucionaria del Ejercicio y el Cerebro”.
El ejercicio hace entrar en un estrés fisiológico al cerebro que, cuando se recupera, mejora la adaptación y el crecimiento, preserva la tarea del cerebro y otorga la capacidad al cerebro de responder a los retos del futuro de manera más eficiente. “La actividad física ha demostrado que mejora el aprendizaje y la memoria en los animales” (Vaynman 2004) y que “retrasa o previene el declive cognitivo en las personas de edad avanzada” (Kramer 2004). A medida que nos hacemos mayores se incrementa el riesgo de sufrir enfermedades degenerativas como el Alzheimer, especialmente a partir de los 45 años. Realizando actividad física principalmente entre los 25 y los 45 años se consigue aumentar las sustancias químicas del cerebro que previenen la degeneración de las neuronas del hipocampo. Además, practicar ejercicio físico de forma regular y adaptando la exigencia para mayores, está asociado con un menor riesgo de mortalidad. Principalmente, como consecuencia de un efecto protector cardiovascular, la actividad física disminuye el riesgo de sufrir un infarto cerebral y mejora la función cognitiva reduciendo el riesgo de padecer demencia y Alzheimer. Por lo tanto, ejercitarse de forma regular o casi cotidiana, disminuye el hecho de decaer en el aspecto de la memoria, es decir, disminuye las probabilidades de que un Alzheimer aparezca o se reducen los efectos del mismo. Aumenta la capacidad de memoria ya que el ejercicio ayuda al crecimiento de neuronas y crea más sinapsis entre las mismas.
Practicar ejercicio regularmente mejora tu memoria y la habilidad de aprender cosas nuevas, pues incrementa la producción de células del hipocampo que son responsables de la memoria y el aprendizaje. La investigación en este campo relaciona positivamente el desarrollo cerebral de los niños con la condición física de los mismos. Esto no solamente sucede en el caso de los menores, los mayores también pueden mejorar su memoria entrenando. Un estudio de Winter y Breitenstein (2007), demostró que realizar sprints mejora la adquisición y retención del vocabulario en los adultos.
Algunas investigaciones que se les han hecho a ciertos animales, demuestran que el ejercicio aumenta la plasticidad estructural y vascular (o modificaciones adaptativas del cerebro), aumenta la actividad cerebral, y amplía importantes sistemas de neurotransmisores. La actividad aeróbica también estimula la liberación de factores de crecimiento neuronal (moléculas que ayudan a las neuronas a sobrevivir y prosperar), promueve la plasticidad sináptica y la potenciación a largo plazo (cambios dinámicos de las conexiones entre las neuronas), y estimula el crecimiento de nuevas neuronas en el hipocampo (zona del cerebro principalmente involucrada en el aprendizaje y la memoria) (Hillman 2008). Al hacer ejercicio tu cerebro produce más neuronas y más conexiones entre ellas, fenómeno que se conoce como neuro-génesis. Por lo tanto, tu cerebro ganará forma y aumentará su capacidad de aprendizaje. En una investigación de Vaynman, Ying y Gomez-Pinilla, se demostró que un entrenamiento intenso aumenta los niveles de una proteína conocida como BDNF (Brain Derived Neurotrophic Factor) que se encuentra en el cerebro, y que se cree que influye positivamente en la toma de decisiones, en el pensamiento y el aprendizaje.
Sibley et al. (2003) realizaron un meta-análisis que muestra una correlación positiva entre la actividad física y siete categorías de rendimiento cognitivo (habilidades de percepción, el coeficiente de inteligencia, los logros, las pruebas de lenguaje, las pruebas de matemáticas, el nivel de desarrollo/la preparación académica, y otros) entre los niños en edad escolar. Más recientemente, la condición física se asoció positivamente con las medidas de la función cognitiva entre los niños pre-adolescentes (Buck 2008). Sin embargo, se encontró que la actividad física no guarda relación con varios componentes de la función cognitiva en los adultos jóvenes, entonces esto nos deja muy en claro que el deporte a edades tempranas es de suma importancia dentro de la infancia de un ser humano para su correcto desarrollo y un mejor futuro desempeño.
La actividad física y la aptitud física se han relacionado directamente con mejores resultados académicos. Un estudio transversal de niños en edad escolar en Islandia reveló que, combinados, índice de masa corporal y actividad física explican hasta un 24 por ciento de la varianza en el rendimiento académico (Sigfusdottir 2007). Entonces esto también nos deja muy en claro que inclusive el peso en una persona es de importancia para un mejor rendimiento académico. Otro estudio que involucra a ocho mil escolares encontró que las calificaciones académicas se correlacionaban significativamente con los niveles de ejercicio y con el desempeño en pruebas de aptitud física (Dwyer, 2001). Es evidente pues que la actividad física dentro de la vida estudiantil mejora el rendimiento escolar de una manera notable.
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