Burn out.

Burn out.

El desgaste profesional que sufren muchos  trabajadores del sector público debido a las condiciones de trabajo que exigen altas demandas sociales, es también conocido como el síndrome de Burnout o síndrome por estar quemado por el trabajo.

Este síndrome es conocido desde la época de los 70, cuando el psicólogo Herbert Freudenberger noto que en sus colegas habían ciertos síntomas que mostraban un patrón en sus actividades diarias. Sobre todo, un agotamiento de forma progresiva que los llevaba a la desnaturalización de ellos mismo al momento de realizar sus actividades diarias. No fue hasta el año 1976 que una psicóloga, Cristina Malach, agrupo los síntomas recolectados por Herbert y le llamo al síndrome Burnout o agotado por trabajo, como se traduce textualmente. Este término se conocía como perdida del interés al trabajo, pero solamente en el ámbito jurídico.

Existen tres etapas en lo que se conoce del síndrome, las cuales pueden ser descritas de la siguiente manera:

1. El cansancio emocional: es el elemento central del síndrome y se caracteriza por una sensación creciente de agotamiento en el trabajo. El agotamiento emocional causa sensación de desesperanza. Desarrolla así una actitud impersonal, deshumanización de las relaciones hacia las personas y miembros del equipo, mostrándose distanciado, a veces cínico y usando etiquetas despectivas o bien en ocasiones tratando de hacer culpables a los demás de sus frustraciones y disminuyendo su compromiso laboral. De esta forma intenta aliviar sus tensiones y trata de adaptarse a la situación.

1.  La despersonalización: la falta de iniciativa laboral, con ausentismos y desganos. Tiene actitudes de aislamiento con tono pesimista y negativo, que va adoptando el sujeto y que surgen para protegerse de agotamiento. Esta despersonalización no sólo afecta a las personas que lo padecen, sino a quienes estos comienzan a maltratar.

1. La falta de realización personal: sentir que las demandas laborales exceden su capacidad, se encuentra insatisfecho con sus logros profesionales, una sensación de impotencia.

En el tratamiento ocupa un lugar importante la psicoterapia, que entrena al paciente y le brinda herramientas para que pueda disfrutar de otras actividades buscando un equilibrio entre la tensión y la relajación.

La falta de recursos formativos para aprender a manejar a este tipo de situaciones, como alumnos o grupos conflictivos, es otra de las causas de que el Síndrome de Burnout sea tan popular entre el profesorado, pues el profesor se ve en ocasiones indefenso e incapaz de controlar el orden de una clase, lo que acaba provocando una profunda frustración, que día tras día, año tras año, va generando en él una huella psicológica difícil de borrar .

Creo que si en algún determinado momento fuese a sentirme en alguna de estas tres etapas, buscaría ayuda profesional o métodos para motivarme nuevamente a seguir haciendo mi trabajo de la manera adecuada. Teniendo en cuenta que sin importar que, mi salud debe de estar siempre por encima de los demás ámbitos de mi trabajo, ya que sin mi salud, no voy a poder ayudar a los demás a estar bien o mejorar. Este síndrome es muy común entre profesionales en el area de la salud, pero también es muy fácil de combatir.

Burnout

También llamado síndrome del trabajador quemado, es un tipo de estrés laboral conocido como crónico.

Esta patología, fue descrita por primera vez en 1969 y al principio se denominó "staff burnout", para referirse al extraño comportamiento que presentaban algunos oficiales de policía de aquella época. Posteriormente, en la década de los 70, se acuñó el término que conocemos hoy en día. En 1986, las psicólogas norteamericanas C. Maslach y S. Jackson definieron el Síndrome de Burnout como "un síndrome de cansancio emocional, despersonalización, y una menor realización personal, que se da en aquellos individuos que trabajan en contacto con clientes y usuarios".

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