DEJALOS IR CON AMOR

CAP.1 CUANDO MUERE UNA PERSONA

Los seres humanos vivimos en una sociedad en donde constantemente desafiamos a la muerte o simplemente la negamos, aunque al mismo tiempo tratamos de combatir o repelerla dona la única finalidad es querer agilizar el proceso de duelo con tal de volver a la normalidad. Si bien es cierto es una gran equivocación ya que al hacerlo lo único que generamos es que sea más difícil y desconcertante para los que nos rodean, por que tienden a negar la importancia y profundidad de sus sentimientos.

La muerte como tal es un proceso natural del ciclo de la vida, anteriormente la mayor parte de las personas morían en casa rodeada por familiares y amigos e incluso los niños eran participes de en el funeral y los ritos del entierro. Hoy en día nuestros esfuerzos por querer prologar la vida o simplemente minimizar el dolor, nos pueden llegar a ocasionar daños emocionales en cada uno de los miembros afectados, mismos que generaran una pena sin resolver.

1. La despersonalización de la muerte

Si bien el 60% de las muertes es producido en instituciones tales como hospitales o asilos hoy en día con los nuevos avances de la medicina moderna y sus medidas heroicas tienen como objetivo prolongar la vida, la mayor parte de personas que es trasladada a las salas de emergencia en donde serán atendidos por medio de atemorizantes piezas de maquinaria, donde se les conectaran monitores, se les inyecte y serán revisados sin consideración alguna mientras están muriendo. En el peor de los casos a la familia no solo se le excluye la presencia de su ser querido, también se les niega el derecho de decidir las medidas pertinentes que se deben tomar para conservar su vida. De la misma forma a la persona que se encuentra en agonía no se le consulta ni informa acerca de los procesos.

Lo cierto es que a la muerte en lugar de considerarse como un proceso natural e inevitable, se le contempla al que debemos de conquistar ante cualquier costo.

Una vez surgido el fallecimiento el cuerpo se lleva a un depósito de cadáveres en una agencia funeraria, en donde será embalsamado, vestido, perfumado y lo maquillaran para dar la apariencia de que sigue luciendo vivo. Esto implica que existe la negación a la muerte.

Antes de la avanzada tecnología médica, la vida ya incluía muchos fallecimientos repentinos en los cuales morían desde bebés y niños pequeños victimas de enfermedades infantiles o accidentes .Las mujeres morían al dar a luz, mientras que los hombres en guerras o accidentes.

Después del fallecimiento, los miembros de la familia se ocupaban del entierro, anteriormente se sepultaban los cuerpos en los terrenos de la casa, donde los sobrevivientes continuaban considerando al fallecido como parte de su ambiente.

La mayor parte de las personas tienen miedo a morir solas o entre extraños sin amor y sin cuidados, así mismo nos atemoriza el sabernos dependientes o el sufrir dolores intolerables, como morir de asfixia o ahogo.

Hoy en día la muerte ya no forma parte de nuestras vidas, incluso si un miembro de la familia está a punto de fallecer, este acontecimiento no interfiere en la realidad.

1. Negación de nuestras emociones

Cuando negamos la muerte, también consigo negamos una parte importante de la existencia autentica, como bien la muerte es un proceso natural de la vida, nadie escapa de ella el hecho de la existencia nos proporciona una variedad de experiencias ya sea buenas o malas, periodos de tristeza, desilusión, frustración, aflicción así como a su vez de alegría amor y felicidad convirtiendo así a la muerte en una experiencia más.

Casi todas las personas buscamos la felicidad y negamos los sentimientos dolorosos o negativos, y nos centramos en que únicamente la felicidad es el único estado de existencia aceptable.  Sin embargo las expectativas dolorosas en nuestras vidas nos propician nuestra maduración, nos vuelven más sensibles, desarrollando empatía e interés por otros que se encuentran en una situación similar aprendiendo de esta forma más acerca de nuestros valores y emociones.

1. Pasos para la despedida

Debemos reconocer que le luto no es una enfermedad, sino más bien un proceso normal y natural que nos permite que la separación de nuestro ser amado se convierta lentamente en una realidad, los primeros días es normal que nos sintamos aturdidos por la incredulidad, mientras tanto el servicio funerario se encargará de mantenernos ocupados, de procurarnos el apoyo de nuestros seres queridos nos ayudara a proporcionarnos el tiempo para empezar a reconciliarnos con nuestra perdida. La ceremonia funeraria facilita en cierta forma la aceptación de la realidad de la muerte, es posible que durante este proceso nos sintamos como si estuviéramos soñando pero la ocupación nos obliga a ser prácticos.

El rito del velatorio nos propiciara un ambiente seguro y de apoyo para aquellas personas que eran cercanas con la persona muerta, en el cual podrán manifestar sus sentimientos y recibir el respaldo de los demás.

Así mismo el momento del sepelio es la ocasión para reconocer y honrar públicamente al ser amado, para que posteriormente solo nos quedemos con su recuerdo.

1. Los niños necesitan ser partícipes en el duelo

Uno de los grandes errores que podemos cometer en la actualidad, es el impedir que los niños sean partícipes de los ritos funerarios, el entierro y el dolor asociado con la muerte, anteriormente la mayoría de los niños crecían en granjas, la muerte era un incidente normal, los animales se les sacrificaba para el consumo propio, el nacimiento y la muerte la tomaban como algo habitual, no siempre libres de pena , dolor y duelo , pero como experiencias naturales los niños presenciaban dichos sucesos y aprendían a relacionarlos  como una parte normal de la vida .

 A diferencia hoy en día los niños que crecen en la ciudad, apartados de la realidad natural de la muerte, podrían estar totalmente preparados para lidiar con la muerte de un padre o abuelo. Sin embargo cuando los tienen conocimiento de una muerte se debe aprovechar la oportunidad para hablar con ellos y explicarles francamente acerca del significado de la muerte y lo que piensan los demás al respecto.

1.5 Disposiciones finales

Es de suma importancia que se realice toda la serie de arreglos financieros que cubran la muerte de nuestra persona o de nuestros conyugues, con anticipación en el caso de la custodia de los menores en esa clase de conversaciones se debe hacer partícipe al niño cuando alcance la mayoría de edad. Por ellos se recomienda hacer testamentos y revisarlos de forma continua y a su vez llevar un expediente especial sobre los beneficios de seguros, planes, pensión, Seguro Social e intervenciones esta información deberá discutir y analizarse una vez al año.

...