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El último mejor día


Enviado por   •  23 de Enero de 2018  •  Trabajo  •  1.085 Palabras (5 Páginas)  •  106 Visitas

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El último mejor día

No recuerdo mucho sobre mi infancia, es una parte muy borrosa de mi vida, la mayoría de los pocos recuerdos que tengo de ella están llenos de momentos tristes y que quisiera olvidar, pero siempre hubo algo que, a pesar del daño que me hacían pasar mi soledad y las personas que me rodeaban, me hacía sentir mejor; ese algo era Patrick. Tal vez no recuerde toda mi infancia, pero sí cada parte de ella desde que Patrick apareció; solo era una niña cuando él llegó a mi vida y siempre me apoyó cuando más necesitaba ánimo, nunca me dejó sola. En toda mi infancia él fue mi único amigo, mi confidente; y así siguió hasta la adolescencia.

Siempre que hablábamos la gente parecía alejarse más de nosotros, como si por locos nos tratasen; como los odio. Después de un tiempo esta situación cambió cuando descubrimos un pequeño parque que estaba cerrado, pero una de las rejas estaba ligeramente cortada, pero lo suficiente para pasar por ella y entrar a lo que sería nuestro secreto.

Todos los días después de la escuela íbamos a ese parque a recostarnos sobre el pasto para platicar; era una buena forma de aliviar los constantes dolores de cabeza que tenía. Patrick me hacía olvidar todo el dolor existente en mí, no podía pensar en nada que no fuera él, me hacía sentir algo que no había sentido antes y no sabía explicar que era; después descubrí que ese sentimiento era amor. No sabía cómo explicárselo: ¿qué tal si no le gustaba?, no quería perder a la única persona que le daba sentido a mi vida por una tontería como lo es el amor, a mis 17 años no debería de pensar en esas cosas.

Luego de algunos meses después de que cumplí mis 18 años, Patrick se dio cuenta de que algo estaba raro conmigo; nunca fui buena para disimular, pero vaya que traté de hacerlo. Insistió en saber qué es lo que me pasaba, y tuve que contarle la verdad; me sentí como una idiota hablando de sentimientos. Cuando le conté sólo sonrió, me miró y me dijo que él sentía lo mismo por mí: ese fue el mejor día de mi vida y el comienzo de una relación. Tiempo después (un año aproximadamente)  mis padres se enteraron de la relación, de la cual no se encontraban de acuerdo, porque desde la infancia no querían que me relacionara con Patrick, e insistí en que él era la única persona con quien olvidaba todos mis problemas. Insistían tanto en hacerme olvidar a Patrick que, en un momento de ira, les grité y los dolores de cabeza se hicieron presentes; en ese momento me dieron unas pastillas para calmar los “dolores de cabeza” que les había dado una PSICOLOGA, como si yo estuviera loca. Para que ya no me estuvieran insistiendo en ya no ver a Patrick, tomé el frasco con las pastillas y subí a mi cuarto.

No sabía qué hacer, necesitaba ver a Patrick en ese momento, por lo que lo llamé y le pedí que fuera a la casa, pero que subiera por la ventana, me preguntó por qué por la ventana y le dije que le explicaría cuando llegara. No tardó mucho en llegar, abrí la ventana para que pasara y comenzamos a hablar; le expliqué toda la historia y parecía no preocuparle

En ese momento, el dolor de cabeza comenzó a intensificarse más y más, por lo que Patrick me dijo que me tomara las pastillas que me habían dado mis padres, que era por mí bien estar y que no dejaría de insistir hasta que las tomara: tuve que ceder. Después de hacerlo, él solo se levantó, me abrazó, me dijo que me amaba y que me extrañaría mucho; no sabía el porqué de esas palabras, él comenzó a alejarse y yo fui tras él a tomarlo por el brazo y lo abracé para que no se alejara de mí. Entre lágrimas le supliqué que no se marchara, pero al momento de soltarlo para secar esas lágrimas de dolor que tenía en mis ojos, él ya se había ido. Fui corriendo con mis padres para contarles lo ocurrido, que Patrick se había marchado; me dijeron que me tranquilizara y que me sentara, porque tenían que contarme algo sobre él. No podía creer lo que me decían, parecía una broma de mal gusto, les dije que si seguían con eso jamás los perdonaría; pero todo cambió cuando me enseñaron unas fotos…simplemente enmudecí.

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