El caso de Genie Wiley

Presentación.

El caso de “Genie” trata sobre una niña maltratada por su padre Clark, un hombre violento, que odiaba los ruidos y a los niños también. Aún y con todo ello, decidió casarse con Irene, una mujer humilde, sumisa y 20 años menor que él. Todo se volvió una película de terror el día en que más integrantes a la familia comenzaron a llegar (los hijos): Jhon (tercer hijo, pero el único sobreviviente) y Genie. Esta familia vivía en una casa totalmente aislada, pero no tanto como lo que el padre decidió hacerle a Genie. Ella se encontraba en una habitación completamente sellada y oscura, dentro de la cual únicamente estaría con su padre, quien la alimentaba con cereales y uno que otro huevo; de igual forma, tenía prohibido emitir todo tipo de sonido, y si lo hacía su padre la golpeaba o le ladraba como perro feroz con tal de asustarla.  Para dormir, la metía en una jaula de alambre y madera. Su esposa y su hermano también tenían prohibido salir de la casa, pero estaban igualmente con el temor por aquel violento que se paseaba por la casa con la pistola en la mano para intimidarles. Esta fue la vida de Genie durante once años aproximadamente: una vida de privación sensorial y aislamiento.

De primer instante, algunos científicos determinaron que Genie sufría un retraso mental grave, problemas de aprendizaje, memoria, desnutrición, desarrollo cognitivo bajo, y deficiencias psicomotrices. En pocos meses aprendió varias docenas palabras, aunque su uso era muy limitado. La gran dificultad se encontraba en la gramática, la cual no pudo adquirir.

Antecedentes.

Clark (papá de Genie): Era 20 años mayor que su esposa Irene. Demostraba un cuadro depresivo que se desató a causa de un accidente de tráfico en el que su madre falleció, lo cual, trajo consigo un estrés postraumático; también sufría de una dislocación congénita de cadera, lo cual le obligaba a llevar una tablilla en esa parte del cuerpo todo el tiempo.  Además, era violento para con su familia (a su esposa frecuentemente la golpeaba). No deseaba hijos y a los que tenía, los sobreprotegía.

Irene (mamá de Genie): Tenía carácter sumiso y una baja autoestima. Padecía ceguera progresiva debido a cataratas y el desprendimiento en la retina. En el año 1970 recuperó la vista y decidió hacerse cargo de Genie a pesar de ser una tarea complicada.

Falleció en el año 2002.

Hermano: Sobreviviente de cuatro nacimientos.

Asistió sólo el primer año a la preparatoria.

Genie: Nació el 18 de abril de 1957. Sus primeras palabras comenzó a decirlas cerca de los 2 años, por lo cual, el médico le diagnosticó problemas de aprendizaje y, posiblemente, una discapacidad intelectual. Luego, fue encerrada en una habitación oscura y sin ningún adorno en la pared, además, estaba aislada de todas las personas, a excepción de su padre Clark. Sus días los pasaba con un pañal y atada a una silla orinal, y por las noches su padre la colocaba en una silla de dormir y la dejaba en una jaula hecha de alambre y madera, esto solo cuando se acordaba de ella, cuando era lo contrario, Genie pasaba las noches sin protección alguna en la silla y tenía prohibido emitir sonidos o hacer ruido, ya que, si esto pasaba su papá la golpeaba o le ladraba como un perro feroz con la intención de asustarla. Solía comportarse de manera extraña y su alimentación solo se basaba en comida de bebé, cereales o huevo. Cuando no estaba atada, disponía de unos envases viejos de queso, un par de impermeables de plástico, estambre y unas revistas viejas de televisión.

Solo escuchaba palabras difusas, primitivas y agresivas, de las cuales solo entendía 20, cortas y negativas, tales como: stop, no more, para ya, ya basta y no. Asimismo, aunque su habitación estaba sellada, era posible que entrara el sonido del piano que un vecino solía poner, así como el sonido de los aviones que pasaban por ese lugar. Así vivió hasta que cumplió 13 años.

Ambiente familiar: Los padres vivían en constantes discusiones.

Cuando los profesionales abordan el tema de quitarles a Genie, el padre sintió temor de que su hija fuese llevada a una institución especializada, así que, sin más, decidió “protegerla” del mundo exterior.

Por otro lado, así como Genie tenía prohibiciones de sonidos, lo mismo era para los otros integrantes de su familia, pues, a su papá no le gustaba el ruido; el padre les permitía abandonar la vivienda solo por unos instantes, pero cuando esto no les era permitido él se sentaba con una pistola cargada y los observaba. Además, la familia se encontraba aislada del mundo físico y social, lo cual, fue originando un daño psicológico en todos ellos.

En 1970, Irene logra escapar de Clark llevándose a sus hijos con ella. El 4 de noviembre acudieron a una de las oficinas de beneficencia en “templos city” para buscar y recibir el apoyo del estado de california. Tras el proceso, ambos padres fueron acusados de negligencia y maltrato infantil, mientras tanto, Genie fue puesta en custodia, y recibió terapia.

Caracterización.

Genie.

2 años: Comenzaba a decir sus primeras palabras y para la edad que tenía el médico sugirió que presentaba problemas de aprendizaje, e incluso una discapacidad intelectual. Fue aislada del mundo físico y social, por lo tanto, ninguna persona le enseñó lo básico, por ejemplo: comer, hablar, ir al baño; entonces, se comportaba de manera extraña. Su lenguaje únicamente se componía de las palabras, cortas y negativas, que alcanzaba a escuchar, tales como:  stop, no more, ya basta y no.

13 años: Cuando fue rescatada tenía apariencia de un infante de 6-7 años, pesaba 27 kg. Y no llegaba al 1.40 m de estatura. Genie usaba pañales, y sostenía sus manos como si estuviera apoyada en un barandal imaginario. Tenía incontinencia, no sabía masticar, salivaba mucho, escupía y no podía enfocar su vista en cosas lejanas, eso le daba una apariencia primitiva.

Hacía ruidos extraños e infantiles. Fue tratada por la asociación de salud mental de los estados unidos, y allí la atendieron con terapia cognitiva; aprendió frases cortas como: tienda, comprar, puré y manzana.

Vivió en 6 hogares adoptivos en algunos fue nuevamente maltratada. Fue castigada por vomitar, y ello trajo como consecuencia nuevos miedos y temores en Genie, por ejemplo: al abrir la boca, y con ello volvería a dejar de hablar.

Era vívida y curiosa, exploraba todos los sitios a donde se le llevaba. En el terreno social había cosas llamativas y buscaba el contacto humano, se acercaba a la gente y si tenían algo que le gustaba, ella lo agarraba sin más. No había reglas sociales, creo vínculos con los cuidadores y profesionales. Genie tenía un hábito que les traía de cabeza, ya que comenzaba a desarrollar su sexualidad; se auto estimulaba los genitales sin decoro y en público, incluso trataba de que otras personas lo hicieran por ella; coleccionaba objetos variopintos para darse auto placer.

Su gestión de las emociones era curiosa, no vocalizaba ni hacía ruido al llorar debido a la privación que su padre le dio; cuando se enfadaba no gritaba, sino que se volvía una bola de rabia que escupía, se rascaba y autolesionaba.

Le aplicaron test psicológicos para conocer el grado de su desarrollo cognitivo, y estos resultaban como si se tratase de un niño de entre 2 y 5 años.

Con relación al lenguaje, Genie decía pocas palabras; sin embargo, sí sabía reconocer la voz humana, pero no lo que le estaban diciendo; sabía cuando se trataba de una pregunta por la simple entonación, pero sin saber qué le cuestionaban. Por ello se comunicaban mediante gestos.

Algunos profesionales se propusieron enseñarle el inglés, y a pesar de que en algunos aspectos tenía anormalidades, en otros tantos no: fundamentales y críticos. Luego de cierto tiempo, empezó a adquirir vocabulario y muchas más palabras, con gran facilidad unía signo con concepto, pero la gramática y sintaxis fueron su mayor problema.

Tiempo después: Genie hizo grandes avances después de su rescate, logró adaptarse a una vida “normal”, pero su desarrollo cognitivo siguió quedando por debajo de donde debía estar. Su madre impidió que los profesionales continuaran trabajando con ella ocasionando que los avances de Genie se detuvieran.

Secuelas.

1. Retraso en la adquisición del lenguaje.
2. Escasa estimulación sensorial debido a la privación de movimiento y habla.
3. Desarrollo cognitivo muy por debajo de la media.
4. Deficiencias psicomotrices.