Elaborar Propuesta de Acción
Enviado por Yury Murillo • 24 de Abril de 2023 • Documentos de Investigación • 5.069 Palabras (21 Páginas) • 97 Visitas
Fase 3. Elaborar Propuesta de Acción
Integrante:
Lizeth Daniela Ramírez Mendoza
Programa de Psicología, Universidad Nacional Abierta y a Distancia (UNAD)
Grupo:
Tutor:
Introducción
Este trabajo aborda una propuesta de intervención psicosocial enfocada a potenciar y mejorar la dinámica familiar, la propuesta parte de tres acciones, orientada al sistema familiar, padres e hijos, la propuesta se focaliza en brindar herramientas que favorezca las habilidades sociales, comunicación, manejo de emociones y resolución de conflictos en la familiar Puesto que la familia constituye el eje central de la sociedad, es el contexto base en donde el aprende habilidades de competencia, aprende a relacionarse, forjar valores, comportarse, a ser responsable ya cumplir con sus deberes, poderosamente en el comportamiento del ser humano y es fundamental en el desarrollo afectivo, psicológico y social del ser humano, es el espacio donde se permea el aprendizaje y conductas tanto positivas como negativos.
Justificación
Según Consejo de Estado (2013), la familia es una estructura social muy importante para la sociedad, ya que constituyen procesos que permiten el fortalecimiento de lazos afectivos, a partir de manifestaciones de solidaridad, fraternidad, apoyo mutuo, cariño y amor, lo cual permite la estructuración y solidificación de la familia en la sociedad. En este sentido, la familia deberá mantener dinámicas y relaciones sanas en el hogar para mantener un equilibrio y lograr superar situaciones de riesgo que afecten el sistema familiar, pues es evidente que los hogares se enfrentan a diferentes choques o riesgos que frenan el desarrollo de la vida familiar. Según el Departamento Nacional de Planeación (2015) las familias se ven enfrentadas a desastres naturales, conflicto armado, muerte de familiares, desempleo, crisis, entre otras. Que generan episodios y situaciones de riesgo a corto o a largo plazo. Por lo tanto, los choques dependiendo de su severidad, pueden generar consecuencias de impacto, en este caso debilitamiento o destrucción del hogar afectando la salud mental individual y familiar.
En este sentido, es importante generar acciones, que permitan la mitigación del riesgo en marco de la garantía de los derechos de los niños, niñas, adolescentes y sus familias. Aquí se resalta la Política Nacional de Apoyo y fortalecimiento de las Familias en Colombia 2015-2025, ya que orienta entorno a la comprensión y movilización social y política, en miras de promover el desarrollo humano y social de las familias de acuerdo a la diversidad cultural, étnica y social en la que viven. Por lo tanto, es fundamental crear planes, intervenciones, programas o estrategias que orienten acciones para salvaguardar y proteger la integridad de las familias y sus integrantes, previniendo situaciones que ponga en riesgo la vida familiar. En este sentido, las acciones serán dirigidas a fortalecer los vínculos afectivos en el hogar para mantener relaciones sanas entre sus integrantes, permitiendo así mitigar la vulnerabilidad en el factor histórico evolutivo de las familias.
Objetivo General
Fortalecer los vínculos afectivos para mantener relaciones sanas en el sistema familiar, mediante una intervención sistémica.
Objetivos específicos
- Promover el intercambio de roles en las figuras parentales de los sistemas familiares.
- Fomentar la inteligencia emocional en los niños, niñas y adolescentes de los sistemas familiares.
- Incentivar la comunicación asertiva con cada uno de los integrantes de los sistemas familiares.
Marco referencial
Referente Conceptual
De acuerdo con el trabajo realizado por Pineda (2013), quien realiza un abordaje sobre los vínculos afectivos en la familia. Se comprende según el autor que los vínculos afectivos refieren a la construcción de lo subjetivo con relación al otro, y a las raíces que se vivencian en el apego desde la infancia, aquí los cuidadores, padres y madres de familia, cumplen un rol importante, ya que son ellos quienes propician relaciones afectivas y armónicas en el hogar. Esto posibilita un desarrollo humano con relación a los lazos emocionales y psíquicos con los otros a lo largo de la vida. Lo cual es significativo para cimentar las bases de un hogar, y hacerles frente a situaciones problemas que puedan frenan el desarrollo familiar de acuerdo a aspectos estresantes internos o externos. En este sentido, es importante señalar las aportaciones de Pineda (2013) puesto que, contribuye a la comprensión de los vínculos afectivos como recurso ante la vulnerabilidad, aquí refiere que el vínculo afectivo se comprende desde una óptica potencial y con la capacidad de dotar con fuerza individual a cada integrante del sistema, llegando a actuar como ‘‘escudo protector, garantizando a los niños, a sus padres, madres y cuidadores, un ambiente seguro que posibilita sobrepasar el riesgo y conduce a la transformación’’ (Pineda, 2013, p. 93). Por lo tanto, el vínculo afectivo en la familia, generan sentimientos de apoyo y potencia la capacidad de afrontar dificultades en el hogar, así se fortalece el apoyo social con cada uno de los integrantes del sistema familiar y contribuye a la transformación de la realidad desde un enfoque sistémico, ya que el adecuado desarrollo de las dinámicas familiares, hacen hincapié a cada integrante del sistema.
En este sentido, los roles son un punto clave en la dinámica familiar, ya que promueven los vínculos afectivos, a través de la organización del sistema, la cual favorece buenas relaciones con cada integrante de la familia, es por eso que se ve la necesidad en la contemporaneidad de promover el intercambio de roles en las figuras parentales, ya que, permite equilibrar demandas del hogar, en este caso pueden ser económicas, laborales, de cuidado, domesticas, entre otras. Es así como López (1984) en su estudio menciona que la adquisición del rol y la identidad sexual, dan lugar a la función de la familia, señala que la división de roles se da a partir del género, indicando que el rol sexual hace alusión a los comportamientos, sentimientos y actitudes que se consideran propios del hombre o de la mujer, este tiene un sentido con base cultural (López, 1984). En este sentido se destaca técnicamente los prejuicios que tienen los seres humanos referente a los comportamientos de las mujeres y los hombres en la sociedad. De hecho, esta percepción es comprendida de manera herrada, olvidando los sentimientos propios de cada ser humano. Por otro lado, el hombre es considerado como el responsable del sustento económico de la familia, característica que opaca a la mujer por el hecho de que ella, es quien se encarga de las labores del hogar, hijos y su conyugue. Marín, Infante y Rivero (2002) en sus estudios complementa que el rol de la mujer es mucho más extenuante, porque no solo se encarga del cuidado del hogar, sino que a su vez también se encuentran en el mercado laboral. Ciertas responsabilidades acarrean el triple de esfuerzo en la mujer, generando estrés e inconformidad, porque ciertamente no recibe solidaridad en su rol, motivo por el cual la mujer no asume otros roles dentro de su familia. Actualmente, los ‘‘roles se han transformado debido a la lucha por la equidad que algunas mujeres han emprendido, lo que ha contribuido en gran medida a que el “hombre adquiera mayor responsabilidad con respecto a la división del trabajo doméstico” (Sierra, Madariaga & Abelló, 1997, p. 14)’’. Podemos comprender entonces que ambos roles desempañados por padre y madre son el equilibrio del hogar y se sus hijos, forjando el bienestar de la pareja y el valor que se deben tener uno del otro en el intercambio de roles, en cuanto a la división de las tareas domésticas, laborales, económicas, etc.
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